Federico Moleiro no duda en afirmar que su filosofía de vida ronda en tres aspectos que considera fundamentales: el amor, el arte y la ciencia. Dentro de ésta última, inserta su carrera universitaria, la medicina, la cual la define como una de las actividades más humanísticas porque está vinculada con el dolor y el sentimiento humano.

Creo que el amor, el arte y la ciencia son las tres motivaciones fundamentales del ser humano. El amor en su sentido amplio: el amor a la pareja, el filial, el paterno, el amor nacido del respeto por la amistad o por la humanidad. Y de una u otra forma tanto el amor como el arte y la ciencia son los tres caminos para buscar la perfección, aunque ésta no exista para el ser humano pero, son estas tres sendas diferentes de aproximarse a un fin común o unívoco que es la verdad. Hay que encontrarla, desenmascararla y despojarla de misterios y tratar de llegar hasta la certeza más íntima si es que se puede.

Tal vez sea por este argumento que Moleiro no cree que sólo la ciencia a través de su estricta racionalidad sea la única salida hacia la búsqueda de una verdad absoluta. Da como ejemplo que a través del arte se puede llegar a ésta, pues ha tenido la experiencia de encontrarse con dos hombres de culturas y épocas diferentes que pudieron llegar a desembocar a un mismo pensamiento a través de dos formas de expresión del arte.