Federico Moleiro
Amor, arte y ciencia: una filosofía de vida
Poemario
Poemario
Detrás de todas las horas Domicilio del Tiempo
- Estos susurros
siempre vecinos
- y que son
- a veces
- la única orden
-
- Estas siluetas
- que son
- también
- mi vida
-
- El viento helado
- que viaja
- durante toda la noche
- y pasa por mi huerto
- y me saluda
-
- Aquellas
- cabras
- que dejaron sus huellas
- sobre la arena
-
- ¿Serán
- amor
- la poesía?
|
Esos tiempos de silencio
- donde habitan
- el rencor
- y sus garras
- Esos límites
- y sin embargo
- tácito
- supuesto
- y por estar sobrentendido
- siempre aferrándome
- al borde
- sin que nadie se percate
-
- Ese estar más acá
- y fuera de sitio
- viajero de perfil
- hacia los montes
-
- Ese mundo que rasga el equilibrio
- Detrás de todas las horas
|
|
-
Final de Fiesta Final de Fiesta
- Prometí la espada
- y en el umbral
- dispuse mis órdenes
-
- Hacia esos límites
- se ofrece la sangre
- y la sal
- olvidadas en la gloria
-
- Sin razón queda el vértigo
- y el pájaro azul
- que aún duerme en mi memoria
-
- El recuerdo
- y el agua de los besos
- humedecían los bordes
- cuando era sereno de la sombra
- y la mirada
|
|
- Desde los siglos había designios
- cada brazo y cada músculo
- se disponían
- sin nombre
- en la antigua vida
-
- Aferrado al terciopelo
- mis lágrimas miraban
- uno a uno
- los ojos que aguardaban los adioses
-
- Me despido desde la tarde
- oscuro y solo
- en el vuelo de los zamuros
-
|
-
-
Mi Tío sonríe y muere Oscuro fiel
- Todavía mi tío sonríe en su sueño
-
- Como si fumara la pipa
- con su brazo fuerte
- y sus ojos entreabiertos
- más verdes que el día en que descubrimos el río
El piensa que amarillo oro le reclamarán
- Las calles me llevan hacia él
- y lo he visto general
- o mendigo que disimula una antigua elegancia
- un glorioso retorno
- cargado de gallos y tortugas de Puerto Rico
- ¡Anda general Páez, sube al caballo!
- sin embargo
- me quedo con la dulzura del caballo
- y con la muerte de mi tío
- que guardo
- como una pequeña muerte
- en mi bolsillo
-
- ¡Abrígate hijo
- para que el frío muera
- en sus propios dientes!
-
- Pero el enfermo es mi tío
- mi tío y yo dormimos
- en el hospital o la cárcel
- y los harapos tienen un aliento huérfano
- de eucaliptos o salvación.
-
- Mi tío puede morir y mi madre llora
- (ahora desde lejos
- donde la lluvia y el frío construyeron una ciudad)
- mientras tanto pienso en su fuerza
- en el misterio de sus zapatos blancos
- en qué bien se ve con su muerte vestido de negro
- aunque le falte la rosa para disfrazar
- la sangre
- y la náusea.
-
- Mi tío hizo la primera comunión y viste de traje blanco
- da las gracias en francés
- y lee libros con tapas de cuero
- y nos bendice
- en actos de contrición
- y sabe
- que las más bellas letras son las blancoinegro del periódico
- Ya no soy el general Páez
- y mi madre no deja de llorar
- y mi padre da consejos
- pero mi tío se enamora
- y muere la novia
- y la esposa
- y la hija
- y hasta el amor muere
- que es mucho para él
- (Pienso que era tonto no subir al caballo
- y en el pequeño continente de su barba mugre pido excusas)
-
- ¿La salvación
- y el perdón
- estarán en el río?
-
- Ando por lo mismo que te recuerdo
- por donde ahora
- cada vez que llueve
- aparecen tus ojos verdes de MI TÍO
-
- Alguien nos convida
- a no dejar
- que la luz muera entre la niebla
-
- No bajes de tu altar
- guárdame los rotos de tu bolsillo
- para coserlos
- (mi madre y yo)
- a la hora de tu muerte
- porque sé que moriste ahora
- muy pobre
-
- Cadáver en busca de gloria casi eras una apófisis
- un ángulo elegante
- mugriento de tu muerte amarilla
-
- Mi tío concluye la primera parte
- y me acuerdo de Gardel
- y de Chaplin
- de tu miseria y de tu saco
- de tu elegancia y tu Jorge Negrete
-
- Mi tío llora dentro de su muerte
- y aún sonríe
- Vestido de blanco
- ( la rosa ahora es negra)
- y lloro solo
- Mi madre se volvió al frío
- en un pequeño país
- y mi padre la consuela
- pero mi tío vuela y sonríe
- sonríe de verde y blanco
- y piensa lee y canta
- en su muerte lila
2
- Si vistes de águila
- y los rigores pudieran ser tu presencia
- si es lo mismo el ala encantada
- o el traje a destiempo
- el aliento paralelo de la muerte
- la pequeña dulzura que siempre tienen los cuervos
- pero serios en su fuerza
- ¿por qué tu muerte de gavilán
- y el perfil pálido de tu gloria y el otro perfil?
- Tu muerte es pobre y rapaz
- y alienta amores
- en un cemento de gavilanes
Dime
- ¿cómo no se anda en el destiempo cómo
- encontrar el patrimonio dulce de tus dolores
- -si aún vistes de blanco-
- qué destino para mis fuerzas
- que son tu tristeza
- y qué don a mi elegancia
- que es tu brazo de cuervo
- y en mis sueños es mi llano solitario?
-
- No vuelvas sin fuerzas
- Acude a tus dolores
- A mis infantiles glorias
- Y resolvamos la muerte
-
- Cuando el soldado es capitán
- Y el corazón sólo un colibrí
- Duerme
- MI TÍO
- Con tus demonios bellos
- En el río de tus ojos verdes
- Descansa en paz
- Mientras concluyen mis sueños
-
- Y si me sobra un lirio
- Vamos a sembrarlo
- En una noche de zamuros y mendigos felices
3
- Andan tus cosas
- Por la casa vieja
- El reloj grande
- Que era una maravilla
- Y un insomnio de fantasmas
- Persiguiéndose entre las sombras
-
- Corre el mugido del toro bravo
- Que encierras en el traspatio
- Y atraviesa la casa
- En viacrucis
- Desde las horas de atardecer
- Tus ropas blancas
- Y tus domingos
- Duermen una penitencia
- En los baúles
- Y siguen tus cosas
- Viajeras en el viento helado
- Rasgando las puertas
-
- Inquiriendo por sus designios
- MI TÍO me vigila desde mayo
- Desde el largo y liviano sueño de su muerte
- Sin flores en su sepulcro
- Desoyendo
- El diálogo de los grillos
Razones Orden de Silencio
|
- Porque sigue la carrera de estos años
- Y hay límites.
- Porque hay reposo de entusiasmos,
- Historias concluidas.
- Porque al final de girar con la mirada he concluido
- Y me agobio.
- Porque tres veces di ejemplo de mi eternidad.
- Porque pudimos llegar.
- Porque ya no gravito en esta tierra.
- Porque tras de mí hay voces que me nombran;
- Por eso me marcho sin medida
- Esperando algún designio,
- solitario en silencio.
|
Tiempo de florecer, clarines, monólogos Tres veces el mismo espejo
- Para el tiempo de florecer
- Los anhelos del anciano
- Iban despacio
- En las tortugas
-
- Entre las alfombras
- Que guardaron para siempre la luz
- La mañana se detenía ante las horas
-
- Reprimendas
- La mudanza inútil
- Desde el rincón a la huerta
- Y los clarines
- Que ahora son despojos
-
- En la tarde
- Había ecos y festines
- Y el anciano enardecía
- Con monólogos inherentes
-
- Siempre nos derrota el tiempo
Y caemos Sólidos Desde un tablero sideral
-
- Nos reconvienen
Todas esas palabras Que fueron preciosas
- Y siempre entre oraciones
O rumores Aplazamos las culpas En bosques de suelos encendidos
-
- El ademán fugaz
Se desvanece en un segundo pensamiento Sal del llanto Niebla o rocío Que acompaña las horas de la noche
|