De la sífilis al SIDA
Enfermedades de Transmisión Sexual
La sífilis según el Arte
En 1.530, Alejandro VI publicó en Verona un poema titulado "Syphilis sive de morbo gallicus" dedicado al cardenal Pietro Bembo, distinguido humanista veneciano y conocido mujeriego con poder sobre la curia romana de quien se dice que era amante de Lucrecia Borgia, hija del Papa Alejandro VI. Este pontífice, con su proceder indigno de su investidura, fue uno de los objetivos principales de la reforma protestante y era caricaturizado como sifilítico.
El poema lo escribió en latín y se convirtió en el poema más conocido de su tiempo acerca de la sífilis. Fue traducido al italiano por Benini, en uno de sus fragmentos refiere:
"primieramente era mirabil cosa che l'introdotta infezione sovente segni non desse manifesti appieno se quattro corsi non compia la luna"
Lo que significaba que las manifestaciones de la infección daban manifestaciones si la luna cambiaba 4 cursos, dándo a entender el periodo de incubación de la enfermedad. En otra parte del poema refiere que Sifilo un joven pastor que tras haber ofendido a Apolo, éste lo penalizó con una terrible enfermedad que disturba la belleza y le salen ulceras deformes por todo el cuero y en la cara. A continuación en verso:
Vi si narra la storia di Sifilo, giovane pastore, che, avendo offeso Apollo, viene da questi punito con una terribile malattia che ne deturpa irrimediabilmente la bellezza: "tosto, pel corpo tutto, ulceri informi usciano e orribilmente il viso......."
La controversia acerca de la Sífilis continuaba cuando el celebre pintor Durero hizo un grabado sobre madera en el que se mostraba un paciente sifilítico. Ilustraba un caso del médico del pueblo de Nüremberg, Dietrich Uelzen quien se dice que describió la sífilis por primera vez y no Francastoro. Igualmente Ulrico von Hutten (1.488-1.523), destacado poeta y humanista alemán seguidor fanático de la reforma protestante de Lucero y enemigo público del papado y de la nobleza, publicó una estimación de la enfermedad en Alemania en la que ubica su aparición en 1497 (De guaiaci medicina et morbo gallico liber unus, 1.519). Los últimos 15 años de su vida, Hutten padeció la sífilis de la cual murió en la isla Ufenau en el lago Zurich, Suiza. |