La
diarrea es una de las enfermedades más comunes en los niños a nivel mundial,
principalmente en países vías de desarrollo y es responsable de
tres a cinco millones de muertes al año(1), siendo los más vulnerables los
infantes en sus primeros años de vida(2). Sin embargo, a pesar que
es una patología de gran importancia sanitaria, ésta puede ser vigilada, ya que
su manejo es relativamente fácil, solo se requiere para su control la provisión
de agua potable y condiciones higiénicas adecuadas, tanto a nivel alimentario
como en el manejo de las excretas, debido a que su
propagación se realiza por vía fecal-oral.
Dentro de los
principales microorganismos infecciosos causantes de
diarreas en la población infantil, especialmente
en niños menores a 5 años, se encuentra el Rotavirus, el cual es el responsable
a nivel mundial de más del 6% de las muertes en este grupo etario(3,4,5).
Se
calcula que cada año aproximadamente existen 15.000 muertes, 75.000
hospitalizaciones y 10 millones de casos de diarreas asociados a Rotavirus en
Latinoamérica y el Caribe (6).
Según el
boletín publicado por la OPS (2007), y de acuerdo a los casos registrados desde
1998 hasta el año 2006, en Venezuela las diarreas son la novena causa de muerte
en la población general y la segunda causa de mortalidad en menores de 5 años.
Por otra parte, el Departamento de Epidemiología Regional del Instituto de
Salud Pública en el estado Zulia, registró para el año 1999 un total de 14.541
positivos de diarrea en niños menores de 5 años, tal cifra ha aumentado
progresivamente, registrándose un total de 15.205 casos para el año 2000;
19.039 para el 2002 y 21.280 casos para el 2004, observándose un leve descenso
para el año 2006 con un total de 18.708 detectados en niños menores de 5 años y
para el 2013 con 4.972 casos (7). Sin embargo, el último boletín
epidemiológico indica que en el estado Zulia para el año 2014 estas cifras
aumentaron, llegando a superar los 10.000 casos(8).
El estado Zulia representa uno de
los estados con mayor número de reportes de diarrea infantil. En el 2006, se
registraron un total de 231 muertes a lo largo del año y semanalmente entre
1900 y 8600 casos en el 2008; no obstante, el conocimiento de los agentes
virales causantes de
diarreas es escaso en este estado, estos factores son sumamente importantes
para el establecimiento de
políticas públicas en salud (9).
Cabe destacar que a
pesar de observarse grandes avances en el conocimiento de la patogénesis y el
tratamiento de la diarrea aguda causadas por Rotavirus, ésta enfermedad todavía
continúa siendo un problema grave de salud pública.
No obstante, diversos investigadores están intensificando sus esfuerzos para
obtener un panorama actualizado de dicha prevalencia y establecer mapas
epidemiológicos sobre la distribución mundial de esta enfermedad (10,11).
Existen numerosas
técnicas para la detección de los
agentes virales tales como: las de Biología Molecular, las inmunológicas y el
cultivo celular. Otros sistemas utilizados para detectar infección por
rotavirus se basan en ensayos de aglutinación al látex,
contrainmunoelectroforesis, o electroforesis en gel para revelar el genoma
viral y técnicas de mayor sensibilidad como la RT-PCR (retrotranscripción y reacción
polimerasa en cadena) (12).
Los ensayos de aglutinación en látex se
usan comúnmente en los laboratorios de diagnósticos virológicos para la
demostración de antígenos de rotavirus en materias fecales, debido a que es
fácil de realizar, requiere pocos minutos y no necesita de equipos
especializados para su lectura. En esta técnica las partículas de látex son
esferas de poliestireno que se unen fácilmente al fragmento cristalizable (Fc)
de moléculas de inmunoglobulina G (IgG) o inmunoglobulina M (IgM), esta última
es mucho más eficiente en aglutinar partículas naturales (13).
Por otra parte, de
las técnicas de biología molecular más utilizada y que puede permitir la
detección segura del Rotavirus es la Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR),
la cual es un método in vitro que
simula lo que ocasiona la replicación viral in vivo, sintetizando y/o
amplificando enzimáticamente las secuencias blancos específicas de ácido
nucleico (diana) que pueden estar presentes en bajos números de copias en
muestra de heces. La detección de secuencias de ARN del Rotavirus requiere que
previamente a la amplificación, el ARN se convierta en ADN, transcripción
inversa (14).
Por lo tanto, resulta
imperativa la implementación de técnicas como RT-PCR para la detección de
Rotavirus en pacientes con afecciones diarreicas, y así realizar un diagnóstico
rápido y certero. De esta manera se puede determinar realmente la incidencia de
diarreas por rotavirus, con el fin de mejorar las campañas de prevención y
asistencia.
El
objetivo de esta investigación consistió en detectar la presencia de
Rotavirus en infantes atendidos en dos centros
asistenciales del estado Zulia, con el propósito de
obtener información sobre la incidencia de la infección por rotavirus en este
estado.