Enero-Marzo 2017 69
ISSN 1317-987X
 
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Imagenología
Volumetría cerebral como método de imagen en pacientes con déficit cognitivo

Introducción

Las técnicas de neuroimagen en las enfermedades neuropsiquiátricas evolucionan a medida que progresa la neurorradiología. Con los avances en las técnicas de neuroimagen, la evaluación radiológica del paciente psiquiátrico hoy en día engloban modalidades adicionales más sofisticadas que permiten una exploración in vivo no invasiva del cerebro humano, como la RM funcional (RMf), la RM espectroscópica y la tomografía por emisión de positrones (PET) (1).

Además, existe la técnica de morfometría cerebral, que consiste en el estudio de las estructuras neuroanatómicas con el uso de análisis volumétrico, permitiendo examinar los cambios morfológicos asociados con trastornos neurológicos. Las aplicaciones que usan los contenidos morfológicos de la RM frecuentemente requieren la segmentación del volumen de imagen en tipos de tejidos o regiones no superpuestas, cada una con distintas propiedades e intensidades de señal. Dicho procedimiento puede realizarse a través de métodos manuales, que muestran amplia variabilidad intra e interobservador, haciendo irreproducible la segmentación y deteriorando la precisión del análisis de la misma; o mediante procedimientos automáticos que resultan más precisos y se clasifican de acuerdo al algoritmo que emplean para su realización (2).

En este estudio se utilizó un sistema semiautomatizado conocido como FreeSurfer, que fue desarrollado en el Centro para el análisis de morfometría (CAM) del Hospital General de Massachusetts (HGM), por investigadores del Centro Athinoula A. Martinos, el cual requiere un análisis computacional mínimamente supervisado para la segmentación volumétrica y provee información extensiva y análisis automatizado de características clave del cerebro humano (3).

El marco de referencia para el diagnóstico del déficit cognitivo leve (DCL) durante las últimas dos décadas fue descrito por un grupo de investigadores dirigido por Ronald Peterson en la Clínica Mayo, basado en las quejas subjetivas de deterioro cognitivo referidas por el paciente, en el contexto de una función cognitiva global normal sin criterios de demencia; adicionalmente, establecieron una clasificación basada en el número de dominios cognitivos afectados (simple o múltiple) asociado o no a la presencia de amnesia (4).

La enfermedad de Alzheimer (EA), es la causa más común de demencia en los ancianos; en vista del incremento de la expectativa de vida a nivel mundial, se estima que durante el transcurso de las próximas décadas esta entidad alcanzará un estado de epidemia, con una proyección para el año 2050 de 14 millones de personas afectadas sólo en la población estadounidense (5). El aumento de la esperanza de vida está contribuyendo a que este incremento de adultos mayores se produzca con mayor rapidez, lo que conlleva al aumento de la prevalencia de enfermedades crónicas como la demencia (6).

La demencia tiene consecuencias devastadoras, en particular en el aspecto socioeconómico donde representa un agravio sustancial. Por este motivo, la prevención de la demencia es una prioridad para la salud pública siendo el objetivo principal identificar a los individuos de alto riesgo, idealmente asintomáticos o en fases tempranas de la enfermedad (4).

En la actualidad se han estudiado múltiples marcadores potenciales para el diagnóstico de DCL y EA, los que han presentado hallazgos más consistentes son aquellos que demuestran cambios moleculares determinados por la concentración de proteínas específicas del líquido cerebro-espinal (LCE), alteración de la homeostasis de metabolitos inflamatorios detectados en fluidos periféricos (plasma) y modificaciones estructurales o metabólicas cerebrales evidenciadas mediante estudios de neuroimagen; cabe destacar que de los marcadores antes mencionados el único que representa un procedimiento no invasivo para el paciente es el estudio de imagen (7).

Debido a que los trastornos psiquiátricos representan una gran mayoría de los problemas de salud en general, la RM cerebral se ha convertido en una herramienta indispensable para el diagnóstico médico en vista de que es posible visualizar anatómicamente y evaluar la funcionalidad de los tejidos a través de las contribuciones de las técnicas de neuroimagen estructural y funcional, lo cual ha sido gran objeto de estudio en la actualidad (1).

Sin embargo, son escasos los antecedentes investigativos en lo que respecta a este tema en Latinoamérica, e inclusive combinando la gran variedad de estructuras intracraneales que han sido relacionadas con la memoria. Por ende, a través de este trabajo se pretende documentar los volúmenes de las diferentes estructuras cerebrales de patologías que cursan con déficit cognitivo, obtenidos mediante RM por medio de volumetría, con la finalidad de comprender la fisiopatología del sistema nervioso central en las patologías neuropsiquiátricas, permitiendo un diagnóstico más temprano y sirviendo como medida para evaluar la progresión de la enfermedad y la respuesta al tratamiento.


Volumetría cerebral como método de imagen en pacientes con déficit cognitivo
Introducción
Materiales y métodos
Resultados
Discusión
Referencias

NOTA: Toda la información que se brinda en este artículo es de carácter investigativo y con fines académicos y de actualización para estudiantes y profesionales de la salud. En ningún caso es de carácter general ni sustituye el asesoramiento de un médico. Ante cualquier duda que pueda tener sobre su estado de salud, consulte con su médico o especialista.





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