Si bien el embarazo es
considerado una condición fisiológica de la mujer, este expone tanto a la madre
como al producto al riesgo de presentar diversas patologías que pudiesen
inclusive condicionar su sobrevivencia. Patologías como la preeclampsia (PE), el
parto pretérmino (PP) o la restricción del crecimiento intrauterino (RCIU), e
inclusive el óbito fetal, las cuales se producen como consecuencia de un
defecto en la placentación normal, son responsables de una gran cantidad de
muertes maternas y perinatales alrededor del mundo; influenciada en gran parte
al tanto desconocimiento preciso de su patogénesis como a la gran cantidad de
factores de la diversidad de factores de riesgo predisponentes, los cuales en
muchas oportunidades pueden ser prevenidos. Este
desconocimiento de la etiopatogenia de algunas de estas complicaciones obstétricas,
influye en que no existan medidas profilácticas efectivas de prevención
primaria, hasta el momento; asimismo, la carencia de predicción del riesgo o
identificación de la enfermedad subclínica hacen difícil su profilaxis (1,2).
De acuerdo con Cafici(3), el efecto
Doppler, denominado así por su descubridor Christian Andreas Doppler en 1842,
consiste en el cambio de frecuencia que ocurre en la onda transmitida cuando existe
un cambio relativo de posición entre la fuente de emisión del sonido y el
receptor. La variación de frecuencia que se produce se conoce como cambio de
frecuencia Doppler o viraje de frecuencia Doppler. Una de las aplicaciones más
importantes del Doppler en obstetricia consiste en la determinación de los
diferentes índices de resistencia de un vaso determinado con el propósito de establecer
la resistencia del lecho distal al mismo.
Las técnicas Doppler se han usado en
obstetricia desde 1977, cuando Fitzgerald y Drumm midieron el flujo de la
arteria umbilical(4); es así como desde la década del 80, éstas han
permitido entender de manera más precisa la hemodinamia feto-placentaria y sus
variantes fisiológicas(5). La información obtenida permite actuar al
experto en medicina materno fetal de una manera más inteligente, al integrar
los parámetros derivados de la clínica con los imagenológicos y flujométricos, que
integrados permiten ser más asertivos en el diagnóstico y en la elección de
conductas que permitan la preservación de los intereses del feto y del neonato (6).
La ecografía Doppler es una herramienta diagnóstica que
ha revolucionado la perinatología, permitiendo disminuir de manera importante
los procedimientos invasivos en el feto, así como unidad feto-placentaria;
puesto que permite evaluar la circulación uterina y fetal. Las aplicaciones de
estudio ecográfico Doppler son: (a) tamizaje de aneuploidías, (b) tamizaje para
insuficiencia placentaria, (c) diagnóstico de la restricción del crecimiento
fetal intrauterino, (d) predicción de trastornos hipertensivos durante el
embarazo y (e) diagnóstico de la anemia fetal (4,7).