Anatomía Patológica
Carcinoma papilar en quiste de conducto tirogloso, diagnóstico por punción con aguja fina (paf)
Discusión
Es
poco frecuente, el reporte de casos de carcinoma papilar en el conducto
tirogloso, mediante el estudio citológico de material obtenido por punción con
aguja fina, reportándose en 1,8% (7 de 371 ducto o quiste tirogloso) de los
casos descritos por Livolsi y col, 1,7% (2 de 116 quistes) Keeling y col.(1,2)
Uno de los aspectos asociados a la dificultad diagnóstica para este tipo de
lesiones al evaluar el material citológico obtenido por punción con aguja fina de
una lesión quística, es la escasa celularidad, de dichas lesiones, se obtiene
un contenido liquido abundante con histiocitos, pero muy pocas células
epiteliales que permitan una adecuada interpretación, estas son producto de la
descamación del epitelio de revestimiento, asociado además a la falsa interpretación
de quien realiza la punción, quien considera que por haber obtenido abundante
material líquido el mismo ya es representativo para dar un diagnóstico. Es
fundamental la correlación con los detalles aportados por estudios de imágenes
(contornos, presencia de áreas sólidas, espesor de la capsula), por tanto al
realizar punción en lesiones quísticas se debe considerar: realizar al menos
dos pases con aguja fina, una inicial para extraer el contenido líquido y
colapsar las paredes del mismo y una segunda punción para obtener material de
la pared del quiste, además de guiar la
aguja a las áreas solidas si están presentes dentro del quiste y así garantizar
la extracción de suficiente material del epitelio de revestimiento, con el fin
último de proporcionar un diagnóstico certero que permita una conducta y
tratamiento adecuado.(3,4) Desde un punto de vista clínico, toda
lesión en línea media de región cervical de crecimiento rápido, consistencia
firme, fijación a planos profundos, irregular y/o evidencia de adenopatías
palpables debe catalogarse como un probable caso a descartar malignidad. (5)
Actualmente en quistes del conducto tirogloso la
etiología asociada a la transformación maligna es desconocida, pero es bien
sabido que se origina del tejido tiroideo que forma parte de la pared del
quiste, dicha malignización se observa con mayor frecuencia en los adultos, con
un ligero predominio por el género femenino, de allí que sea obligatorio la exéresis
de todos los quistes tiroglosos en los adultos (6), como en el caso descrito.
Vegas y col, en 2005 reportaron un caso de
carcinoma papilar en un quiste del conducto tirogloso en el Instituto de
Oncología Dr. Miguel Pérez Carreño, representando el único caso en un lapso de
17 años de revisión, a diferencia con el caso del presente estudio femenina 31
años, el descrito por Vegas fue un paciente masculino de 47 años y la masa
medía 6,5 cm de diámetro. (7)
El sistema Bethesda para informar la Citopatología
tiroidea menciona en la categoría general de diagnóstico “Presuntivo de cáncer
o sugestivo de malignidad” la presencia de células histiocitoides (parecidas a
histiocitos), las cuales en realidad son células foliculares atípicas las
cuales muestran un núcleo agrandado y un citoplasma abundante vacuolado,
hallazgos asociados a cambios por degeneración quística.(8) En los
extendidos citológicos del presente caso se observaron dichas células con
atipia nuclear respaldando el diagnostico de carcinoma papilar.
Se han descrito
entre un 11 a 33% de casos de carcinoma papilar en quistes de conducto
tirogloso con un segundo foco de tumor en la glándula tiroides, no detectándose
este foco por examen físico o estudios de imagen. Plaza y col en una serie de
cinco casos realizaron la tiroidectomía total y en dichos casos el tamaño del
tumor en el conducto tirogloso vario entre 14 y 40 milímetros. Weiss y Orlich
en su estudio encontraron en 11,4% de los casos un foco microscópico de
carcinoma papilar en la Glándula Tiroides.(9,10) En comparación con
el presente estudio donde el tamaño del tumor del conducto tirogloso fue de 2cm
y se encontró en el lóbulo izquierdo de la glándula tiroides un segundo foco
microscópico de carcinoma papilar.
Heshmati y col
recomiendan realizar tiroidectomía en todo paciente con diagnóstico de
carcinoma de quiste tirogloso.(11) En conclusión se debe tener en cuenta para la
evaluación de lesiones de región cervical la clínica, los estudios
imagenologicos con énfasis en el tamaño y características de la lesión, una adecuada
evaluación citológica del material obtenido por punción con aguja fina, además
verificar por imágenes la presencia de nódulos linfoides asociados en región
cervical y la evaluación de la glándula tiroides, lo cual permitirá establecer
una adecuada conducta terapéutica.
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