Los avances en anticoncepción hormonal han posibilitado individualizar
los deseos y necesidades de las pacientes a fin de disminuir la tasa de
embarazos no deseados(1). Según la Organización Mundial de la Salud
(OMS), 60 millones de mujeres en el mundo utilizan anticonceptivos hormonales(2);
sin embargo, han aparecido un gran número de informes sobre efectos
beneficiosos o adversos que, bien o mal, se han imputado al uso de los contraceptivos
hormonales(3).
El aumento de peso a menudo se considera un efecto
secundario de los anticonceptivos orales (ACO) combinados y muchas mujeres como
también médicos creen que existe tal asociación, lo cual limitaría el uso de un
contraceptivo sumamente eficaz, puesto que puede impedir su inicio o causar la interrupción
de forma temprana(4). Entre las estadounidenses la percepción de
ganancia de peso es la razón más común para suspender los ACO, superando las molestias
debido a náuseas, cefalea o anormalidades menstruales; aunque no se ha
encontrado una asociación entre su uso y la ganancia de peso o el incremento de
la grasa corporal(5). Asimismo, una encuesta canadiense reveló de 68%
de las usuarias habían recibido asesoramiento de su médico sobre el aumento de
peso y la pastilla(6); mientras que un estudio francés revelo que el
30% de las participantes alegaban haber aumentado de peso debido al uso del ACO(7).
Aunque no ha sido establecida una
relación causal, se han formulado hipótesis sobre diversos mecanismos por los
cuales los ACO combinados podrían causar un incremento en el peso corporal,
como sería el aumento de uno o más factores: retención de líquido, masa
muscular y depósitos de grasa. La retención de líquido podría ser inducida por
la actividad mineralocorticoide que se produce cuando el etinil estradiol (EE) se
introduce en el sistema renina-angiotensina-aldosterona; de igual forma, el
estrógeno se ha asociado con un aumento de la grasa subcutánea, especialmente
en mamas, caderas y muslos. Las propiedades anabólicas de los ACO podrían dar
lugar a una mayor ingesta de alimentos mediante un efecto fisiológico sobre la
saciedad y el apetito; mientras que los andrógenos pueden estimular la
retención de nitrógeno y aumentar la masa muscular, aunque es poco probable que
los ACO causen tal aumento de peso(4).
No obstante, el impacto de la
aplicación de estos preparados contraceptivos sobre el peso corporal es
multietiológico, pues estaría sujeto a una gran variabilidad individual, en
dependencia de la sensibilidad de la usuaria al EE; a lo cual debería añadirse el
factor edad, dado que en muchas ocasiones son mujeres jóvenes que aún ostentan
un potencial de crecimiento, mas la acción androgénica del gestágeno y su posible
influencia en el tejido muscular y adiposo(3).
Al respecto, se han introducido nuevos progestágenos con
mejor perfil de efectos secundarios y beneficios adicionales, surgiendo una
cuarta generación de ACO compuesta por combinaciones de estrógenos y Drospírenona
(DRSP); un análogo de la espironolactona, con efecto antiandrogénico y
natriurético que le permite contrarrestar los efectos de retención de sal y
agua de los estrógenos, evitando la ganancia de peso, efecto colateral que es
causa frecuente de abandono del método (3,8–12).
Esta progestina puede utilizarse con seguridad y eficacia no solo en anticoncepción
sino también en una amplia gama de condiciones clínicas tales como el síndrome
de ovario poliquístico, hiperandrogenismo, acné, síndrome premenstrual, trastorno
disfórico y como tratamiento para los síntomas relacionados con la menopausia y
sus complicaciones(8,12).
Sin embargo, no debe administrase a pacientes con
insuficiencia renal, disfunción hepática o insuficiencia suprarrenal y debe tenerse
precaución en mujeres que estén en tratamiento con inhibidores de la enzima
convertidora de angiotensina, antagonistas del receptor de angiotensina II,
antiinflamatorios no esteroides, diuréticos ahorradores de potasio, heparina y
otros medicamentos que puedan incrementar las concentraciones de este mineral(13).
La combinación de EE/DRSP está
disponible tanto en formulación monofásica de
30mcg/3mg (21/7 píldoras) como de 20mcg/3mg (24/4 píldoras) (11,14).
Esta combinación presenta un índice de Pearl ajustado de 0,09 y ha demostrado
que ejerce un efecto positivo, sobre el control del ciclo y la hemorragia por
deprivación, reduciendo tanto su duración, como su cantidad, en comparación con
la menstruación normal (3,15,16).
Se ha reportado un efecto positivo con la
combinación EE/DRSP sobre diversas variables antropométricas, puesto que previene
el aumento de peso, mejorando tanto el ICC como el IMC(17); a
diferencia de otros contraceptivos como el acetato de medroxiprogesterona el
cual ha sido relacionado con aumento de peso (18-20). Ante
estas controversias, surgió el propósito de evaluar los efectos de la anticoncepción
combinada con EE/DRSP sobre las mediciones antropométricas en mujeres en edad
reproductiva atendidas en la consulta de planificación familiar de la
Maternidad “Dr. Armando Castillo Plaza”, en Maracaibo, Venezuela.