Enero-Marzo 2018 73
ISSN 1317-987X
 
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Odontología
Prevalencia de Quistes Odontogénicos en la población de pacientes que acudieron a la consulta de la Facultad de Odontología de la Universidad Central de Venezuela, en el período 2010-2015.

Discusión

De acuerdo con el presente estudio, la prevalencia de quistes odontogénicos fue de 6.9% del total de lesiones estudiadas en el “Laboratorio Histopatológico Dr. Pedro Tinoco Santaella”, para el periodo 2010-2015. Lo cual es consistente con múltiples investigaciones que establecen un rango de prevalencia que oscila entre 7 y 12%; entre los que se encuentra el realizado en la Ciudad de México, por Mosqueda et al., donde se obtuvo una prevalencia de 11.5% (1) . Por su parte, en el estudio de Ochsenius et al., llevado a cabo en el 2007 en Santiago de Chile, se encontró una prevalencia de 10%(8), sin embargo, en el mismo se consideró al queratoquiste odontogénico como parte de los resultados. En Brasil, la investigación realizada por Avelar et al., obtuvo una prevalencia de 9.4%); mientras que en Sheffield, Inglaterra, Jones et al., registró 7.8% de casos diagnosticados como quistes odontogénico.(10)

Según el género, las lesiones quísticas odontógenas se presentaron con mayor frecuencia en hombres, representando un 48.2% de los casos, frente a un 41.9% de entidades en pacientes femeninos (el 9.9% restante corresponde a aquellas microhistorias de las cuales no se obtuvo datos referentes al género del paciente que padecía la lesión quística). Dichos resultados concuerdan con Jones et al., Koseoglu et al. , Varinauskas et al., y Mosqueda et al., quienes obtuvieron de igual forma una mayor prevalencia del género masculino sobre el femenino (1,10,11,12). De acuerdo a Shear(12), se debe a que generalmente los hombres tienden a poseer un menor cuidado dental y una mayor susceptibilidad a traumatismos, al compararlos con las mujeres; sin embargo, no se ha podido establecer una significativa diferencia estadística entre ambos géneros.

En cuanto a la localización anatómica, 48.1% de los quistes se ubicaron en la mandíbula, mientras que en el maxilar se registraron 42.1%, vale resaltar que el 9.8% restante corresponde a aquellas microhistorias de las cuales no se obtuvo datos referentes a la ubicación de la entidad quística. Dicho resultados son consistentes con los estudios realizados por Meningaud et al. y Koseglu et al., quienes reportaron a la mandíbula como la zona más afectada(11, 14). No obstante, de acuerdo a la literatura, se establece al maxilar como la región con mayor afectación.(1, 11, 12,15)

Respecto a la edad, los quistes odontogénicos se presentaron en pacientes cuya edad se ubica en un rango de 6 a 82 años. El 38.2% de los casos se registraron en individuos de 31 a 60 años, en donde la edad promedio se ubicó en 35 años de edad. Dicho hallazgo, coincide con lo registrado por de Souza et al. (31 años de edad) (16) y Núñez et al. (42 años de edad) (17)

Según el diagnóstico histopatológico, la lesión con mayor prevalencia fue el quiste periodóntico apical con un 45.8%. Lo cual concuerda con los hallazgos obtenidos por Mosqueda et al. (39.9%)(1); Ochsenius et al. (50.7%)(8); Avelar et al. (52.2%)(9); Jones et al. (52.3%) (10); Koseoglu et al. (59%) (11); Meningaud et al. (53.5%)(14); de Souza et al. (61.4%)(16) y; Ledesma et al. (47.8%) (18). El predominio de los quistes periodónticos apicales en cuanto prevalencia se refiere, se puede deber como bien señala Mosqueda et al., a que dicha lesión es de origen inflamatorio y por lo tanto se encuentra asociada a órganos dentarios desvitalizados como consecuencia de lesiones cariosas, traumatismos, o tratamientos indicados por razones estéticas en las estructuras afectadas(1). Entendiendo entonces que, esta entidad quística se desarrolla debido a una infección en el tejido pulpar del diente, provocando la salida de toxinas a nivel del foramen apical, infectando de esta forma al tejido conectivo del ligamento periodontal, evolucionando en una reacción inflamatoria que induce la proliferación de los restos de Malassez, dando como resultado a la entidad quística.(13) En cuanto a la prevalencia por género, se evidenció predilección por el género femenino, representando el 60% de los casos, lo cual coincide con Mosqueda et al. (55.8%)(1) y; Ochsenius et al. (51.8%)(8). No obstante, en diversos estudios, como los realizados por Jones et al.(10); Koseoglu et al.(11) y; Meningaud et al.(14); se obtuvo una mayor prevalencia de quistes periodónticos apicales en sujetos del género masculino. De igual forma, al observar la distribución de la entidad según el grupo etario, se pudo apreciar cómo el grupo correspondiente a edades que oscilan entre 31 y 60 años de edad, registró el 60% de los casos estudiados, con una tendencia mayoritaria hacia la tercera década de la vida. Ello concuerda con los hallazgos obtenidos por de Sousa et al.(16) y; Ochsenius et al.(8) ;en cuanto a su localización anatómica, se encontró con mayor frecuencia en el maxilar, con un 58.3% , demostrando una mayor predilección por la hemiarcada superior izquierda (33.3%). Lo cual se encuentra en concordancia con los resultados reflejados por Ochsenius et al(8); Jones et al. (10); Koseoglu et al.(11); Ledesma et al.(18); Bataineh et al.(15) Sin embargo difiere de Meningaud et al.(14), quienes registraron la zona postero-inferior, como la más afectada.

El quiste dentígero afecta la corona de un diente no erupcionado, y se encuentra ligado a la zona cervical de la estructura dentaria(13). Su origen se debe a alteración del epitelio adamantino después de la formación completa de la corona con acumulación de líquido entre las capas del epitelio del esmalte o entre éste y la corona dental(19). La mayoría de los estudios lo reportan como el segundo quiste con mayor prevalencia(1,8,9,10,11,12,14,18). Lo cual se encuentra en concordancia con el presente estudio, donde un 35.9% de los casos fueron diagnosticados como quiste dentígero. En cuanto a la distribución por género se notó mayor prevalencia en individuos del género masculino, con un 57.4%, similar tendencia fue encontrada en el estudio realizado por Mosqueda et al. (56.9%)(1); Ochsenius et al. (63%)(8); Koseoglu et al. (53.8%)(11); Meningaud et al. (70.1%)(14); Ledesma et al. (64.8%)(18). En el presente estudio se evidenció una mayor frecuencia de detección del quiste dentígero en mandíbula, con un 63.9%, denotando mayor afinidad por el cuarto cuadrante (36.2%); resultado que guarda relación con lo registrado por Ochsenius et al. (51.5%)(8); Avelar et al. (69%)(9); Jones et al. (73.2%) (10); Koseoglu et al. (69.2%) (11) quienes también señalan a la mandíbula como la zona predilecta por dicho quiste. En todos los estudios valorados se pudo comprobar que el tercer molar inferior es la estructura dentaria que presenta mayor relación con el quiste dentígero, seguido por los caninos superiores, motivado a que son las estructuras que presentan mayor grado de retención dentaria.(9) Los resultados obtenidos referentes a la distribución por grupo etario, coinciden con la mayoría de los estudios(8,11,15,18), observando predominio del grupo de individuos cuya edad se encuentra entre 19 y 30 años de edad (31.9%), apreciando por tanto que se trataría de la segunda década de la vida, periodo íntimamente asociado a la erupción de los terceros molares(8). No obstante, Jones et al.(10), señala como edad con mayor prevalencia a la quinta década de la vida, lo cual difiere sustancialmente de nuestro estudio y demás citas literarias mencionadas con anterioridad.

El quiste residual se presentó como la tercera lesión quística con mayor prevalencia (5.3%), recordando entonces que dicha entidad se trata de aquél que permanece en el maxilar luego de la exodoncia.(4) Tendencia semejante fue reflejada por Avelar et al(9); Varinauskas et al.(12) y Bataineh et al.(15) Sin embargo, la prevalencia descrita difiere de estudios realizados por Mosqueda et al. (1), Ochsenius et al.(8) ; Jones et al. (10); Meningaud et al.(14) ; quienes lo describieron como la cuarta entidad más frecuente. No obstante, se debe tener presente que dichas investigaciones tomaron en cuenta al antiguamente denominado Queratoquiste Odontogénico, el cual como se mencionó con anterioridad, a partir de la clasificación efectuada en el año 2005 por la OMS , se clasificó como una lesión de carácter neoplásico (5,6). Ahora bien, la distribución por género denotó un ligero predominio del quiste residual en individuos masculinos; lo cual difiere en gran medida de los datos obtenidos por Ledesma et al. (18); quien señala que la mayor prevalencia de esta entidad se presenta en mujeres. Empero concuerda con lo expresado por Mosqueda et al.(1); Ochsenius et al. (8); Jones et al. (10); Meningaud et al.(14) y Bataineh et al.(15); cuyos resultados reflejan la misma tendencia que el presente estudio. La mandíbula fue la zona más afectada por el quiste residual, representando el 57.2% de los casos, siendo el tercer cuadrante el área en la que se denotó una mayor predilección por parte de la entidad (42.9%); coincidiendo con lo registrado por Avelar et al.(9). Sin embargo, dicho resultado se distancia de lo obtenido por Ochsenius et al. (8) y Jones et al. (10); quienes establecen al área anterior del maxilar, como el sitio predilecto por el quiste residual. Su diagnóstico fue otorgado con mayor frecuencia en sujetos cuya edad se encontraba en un rango entre 31 y 60 años de edad (43%), concordando por tanto, con Ochsenius et al. (8); Bataineh et al.(15) y Ledesma et al.(18). Difiriendo a su vez de Avelar et al.(9), quien señala que la edad con mayor prevalencia se ubica entre 11 y 20 años. El hecho de que los pacientes que padecen de quistes residuales, suelen ser mayores que aquellos que presentan quistes periapicales, se puede deber a que los residuales se encuentran en el hueso maxilar, propiamente dicho; no causan síntomas o signos posterior a la exodoncia, y son solo detectados después de meses o incluso años, a través de un examen radiográfico de rutina. (1)

CONCLUSIONES

Se pudo demostrar a través del presente estudio que la prevalencia de quistes odontogénicos en la población estudiada fue de 6.9%, siendo el quiste periodóntico apical la variable histopatológica diagnosticada con mayor frecuencia, seguido por el quiste dentígero y el residual.

La zona más afectada fue la mandíbula, denotando una ligera predilección por la hemiarcada inferior izquierda. En cuanto al género, se evidenció una mayor prevalencia en sujetos masculinos. Según el grupo etario, se observó que los individuos cuya edad se ubicaba entre 31 y 60 años fueron los más afectados.

Existe una amplia variedad de quistes odontogénicos, donde cada tipo de ellos posee cierta predilección en cuanto a género, localización anatómica y edad se refiere. Así como también se debe tener presente que estas lesiones pueden llegar a ser recurrentes y mostrar un comportamiento agresivo. Es por ello que resulta de gran importancia, considerar que los quistes odontógenos suelen ser asintomáticos y por lo tanto su diagnóstico se logra gracias a radiografías control, siendo ésta una de las grandes razones por las que el odontólogo debe solicitarlas previo a cualquier evaluación o procedimiento. Logrando un diagnóstico temprano de la lesión, minimizando las consecuencias de la misma.




Continua: Referencias

Prevalencia de Quistes Odontogénicos en la población de pacientes que acudieron a la consulta de la Facultad de Odontología de la Universidad Central de Venezuela, en el período 2010-2015.
Introducción
Pacientes y métodos
Resultados
Discusión
Referencias

NOTA: Toda la información que se brinda en este artículo es de carácter investigativo y con fines académicos y de actualización para estudiantes y profesionales de la salud. En ningún caso es de carácter general ni sustituye el asesoramiento de un médico. Ante cualquier duda que pueda tener sobre su estado de salud, consulte con su médico o especialista.





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