Cirugía de cabeza y cuello
Trauma cervical penetrante en la Primera Guerra Mundial
La gran guerra
La Primera Guerra Mundial fue un
conflicto militar que comenzó como un
enfrentamiento localizado entre el Imperio austrohúngaro y Serbia a mediados de
1914 y se transformo en un enfrentamiento armado a escala europea cuando la
declaración de guerra austrohúngara se extendió a Rusia el 01 de Agosto de
1914; finalmente paso a ser una guerra mundial en la que participaron 32
naciones. Veintiocho de ellas, denominadas aliadas
o potencias asociadas en las que se encontraban Francia, Gran Bretaña,
Rusia, Italia y Estados Unidos, combatieron contra la coalición de los llamados
imperios centrales, integrada por
Alemania, Austria-Hungría, Imperio otomano y Bulgaria (39).
Aunque la causa inmediata del inicio de las hostilidades entre
Austria-Hungria y Serbia fue el asesinato del archiduque Francisco Fernando de
Habsburgo, heredero del trono austrohúngaro, cometido en Sarajevo, el 28 de
Junio de 1914, las razones profundas del conflicto se enraízan en el posicionamiento del Segundo Reich alemán como
gran potencia, la rivalidad política entre las distintas naciones y la vertiginosa carrera armamentista entre
las dos alianzas enfrentadas (1,39).
Un mes después del atentado, Austria declaro la guerra a Serbia. A partir
de ese momento, una sucesión de advertencias, movilizaciones de tropas, rotura
de tratados, nuevas declaraciones de guerra y cruces de fronteras entre las
naciones comentadas, siguieron a una escalada de batallas, frentes estáticos y estrategias
de desgaste (39,40).
Numerosos escenarios en orden cronológico como Tannenberg, Marne, Gallípoli,
Ypres, Verdún, Somme, Passchendaele, Amiens, entre otros hasta la rotura de la
Línea Hindenburg, permanecen como el recuerdo de interminables ofensivas y
contraofensivas, victorias momentáneas, innumerables bajas, luchas de
agotamiento, surgimiento y caída de los frentes. En la región de Verdún, un
pueblo cambio de manos en quince ocasiones en tres semanas. Junto al río Somme,
el 01 de Julio de 1916 y en la batalla de Amiens, el 08 de agosto de 1918, fallecieron
19.240 tropas británicas en uno y 27.000 bajas en el bando alemán en el otro,
catalogándose como el día más sangriento y el más negro de la historia de los ejércitos
mencionados (41-43).
Alrededor de Alemania se establecieron dos frentes principales, el
Occidental y el Oriental. El primero enfrentó a los ejércitos francés, belga,
británico y en 1917, el estadounidense. El otro contra las tropas del Zar (41). El fuego de
granadas y obuses, los ataques con gas venenoso, y la lucha de trincheras
transformaron la frontera con Francia en una geografía del infierno. Una
grotesca parodia de la naturaleza, una tierra de pesadilla (1,44). Un
oficial recordaría su posición en el
frente occidental como “un paisaje lunar
con cráteres, árboles retorcidos, huecos de cañoneo inundados y cadáveres
putrefactos, con permanentes ráfagas de metralla que volaban sobre tu cabeza a
cada minuto” (45). En once
meses de combates en Verdún, ambos bandos dispararon más de 23.000.000 de
proyectiles de artillería; entre setecientos mil franceses y alemanes
fallecieron, fueron heridos o desaparecieron (42). Esta batalla
seria conocida como “la maquina de moler
carne” de los ejércitos
(44) (Figura 2a).
Figura 2. La geografía del infierno en el Frente Occidental: a. Cráteres y muñones de árboles por el
cañoneo (44,45). b. Algunas sotisficaciones tecnológicas
de los ejércitos alemán y francés. Los cascos Stahkhelm y el Adrian
diseñados para proteger el área de
cabeza y cuello del soldado (42). Las ametralladoras
Maschinegewehr y la Chauchat,que infringirían severos traumatismos mutilantes (6,46) c. “ La tierra de nadie”, el área comprendida entre la alambrada de ambos
bandos. Los heridos junto a los cadáveres descompuestos, podrían permanecer
hasta días, antes de ser rescatados ó removidos (44-46,53). d. Las explosiones de
granadas de mano ocasionarían severas infecciones por la entrada de esquirlas con polvo y ropa
dentro de las lesiones (46,53).
e. Un paramédico ejecuta la maniobra
digital de compresión sobre una herida cervical y recibe sabanas tibias para
mantener la temperatura del paciente (16,53,55) f. Traslado en camilla (53,55). Esquema propio del autor.
El uso de gases de sulfuro de dicloroetileno en Ypres (43), los
cascos de protección,
el lanzallamas móvil y las
ametralladoras en Verdún, y los carros de combate en el Somme señalan a la Gran Guerra como la primera de
alto nivel técnico en la que la moderna maquinaria bélica desempeñó un papel
decisivo (1,41-46) ( Figura 2b). A
su vez, bajo la presión del elevado
número de bajas, la comunidad médica de varios países respondió con avances científicos
y médicos. Las vacunaciones masivas contra el tifus y el tétano (2,3), el
nacimiento de la cirugía plástica en los hospitales de Francia
(47), la organización en los sistemas de evacuación de los heridos (2,6,31,48-52), los
inhaladores de éter en anestesiología (3), los
estudios relativos al shock, su diagnostico y la resucitación con soluciones
salinas, coloides o transfusiones sanguíneas, seguido de la creación de los
bancos de sangre (2,5,6,32,34,53), simbolizan el
desarrollo de nuevas ideas y técnicas que contribuyeron a la transformación de
varios campos de la medicina (2,6,46-51). Se
establecieron los primeros servicios de Capellanía, para brindar apoyo
espiritual y religioso a los soldados.
La ofensiva de Verano de 1918 por parte de los aliados
en el Frente Occidental, la salida del káiser Guillermo II a Holanda y la firma
del armisticio entre oficiales del Alto Mando británico, francés y alemán, el
11 de noviembre de 1918 en un vagón de
tren al norte de París, pusieron fin a los enfrentamientos en la Primera Guerra
Mundial. El Tratado de paz se firmaría el 28 de Junio de 1919 en Versalles, (1,39). |