Cirugía de cabeza y cuello
Trauma cervical penetrante en la Primera Guerra Mundial
Trauma cervical penetrante en Venezuela
En la Plaza Mayor de Caracas, el militar venezolano
José Maria España fue decapitado el 8 de Mayo de 1799, por su conspiración
emancipadora contra la monarquía española. En el marco de la guerra de
independencia, Fortique relató que
durante la batalla de La Puerta a mediados de 1815, las tropas patrióticas del
Libertador fueron derrotadas por Boves y sus tartaricas huestes, y “pasadó a
cuchillo casi todo su ejército”. Termino empleado para resaltar que les
infligieron heridas mortales en el cuello (70).
La primera ligadura de la arteria carótida externa fue
practicada por Guillermo Michelena, durante la extracción de un proyectil que
comprimía el nervio vago en el año 1854 (71). En el
Hospital Vargas, Pablo Acosta Ortiz (72) y Domingo
Luciani (73) ejecutaron la misma maniobra por
aneurismas en los años 1905 y 1934, respectivamente. A finales de la década de
los sesenta, Oscar Rodríguez y Esteban Garriga (74)
removieron por vía transfaringea, un
proyectil alojado en la base de cráneo de un agente policial.
Desde la década de los ochenta el trauma asociado a la
violencia social ha venido
incrementándose progresivamente, ha
ascendido de la séptima causa de mortalidad en la población venezolana a ocupar el tercero y cuarto lugar en los
últimos diez años (75).Según Montalvo FR, representa la primera causa de
mortalidad entre los 5 y 44 años de edad y el trauma penetrante es el más
frecuente (76). La
recesión económica ha coincidido con el ascenso de la mortalidad por
agresiones. La tasa de mortalidad por homicidios de acuerdo a cifras
policiales, es más alta que la de las Américas para el año 2002. La violencia
social y recientemente la política, llenan los encabezados de los diarios,
convirtiendo a Caracas como una de las ciudades más peligrosas del mundo (77).
Varias instituciones capitalinas publicaron desde 1987, su experiencia en la
aplicación de la exploración quirúrgica con
o sin estudios adicionales, y observación. Indicaron el reto que significan
este tipo de lesiones, la factibilidad del manejo conservador, el valor del
examen físico y los estudios paraclinicos, y el desarrollo de protocolos
estandarizados (7,78-82) Recientemente dos instituciones de la capital,
señalaron en un estudio multidisciplinario, a la conducta selectiva, como viable
y segura en este tipo de lesiones(15).
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