Abril-Junio 2018 74
ISSN 1317-987X
 
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Bioquímica
Adherencia al tratamiento farmacológico para la diabetes e hipertensión en sujetos de dos comunidades del Municipio Sucre. Estado Miranda. Venezuela

Introducción

En la literatura se pueden encontrar diversas aproximaciones al concepto de adherencia y a pesar de que difieren en muchos aspectos, la mayoría de los autores coinciden en que esta puede ser definida como la medida en que los pacientes son capaces de seguir las recomendaciones para los tratamientos prescritos(1), sin embargo, este concepto es meramente simplista y se aproxima más bien al término “cumplimiento” el cual era utilizado anteriormente, mientras que la adherencia, más allá del apego y cumplimiento del tratamiento farmacológico de una manera sumisa, involucra el consentimiento del paciente por las recomendaciones recibidas y una participación activa y recíproca entre el profesional de salud (que prescribe un tratamiento farmacológico y no farmacológico) y el paciente, en la toma de decisiones, lo que redunda en la salud del mismo(2). Es por ello que para el año 2003, la Organización Mundial de la Salud (OMS) define el termino adherencia, como “el grado en que la conducta de un paciente en relación con la toma de medicación, el seguimiento de una dieta o la modificación de los hábitos de vida, se corresponde con las recomendaciones acordadas con el profesional sanitario”(3).

Se ha descrito que la Adherencia al Tratamiento (AT) es mayor en sujetos que sufren enfermedades graves como el cáncer y menor en los que padecen enfermedades crónicas(4), en donde se reporta que la tasa de AT es cercana al 50% en países desarrollados, mientras que es mucho menor en los países en vías de desarrollo, por lo que la OMS cataloga a la No Adherencia al Tratamiento (NAT) como un problema mundial de gran magnitud(3), ya que ocasiona el incremento de la morbimortalidad, así como del gasto público(5).

Dentro de las enfermedades crónicas con baja AT figuran la Hipertensión Arterial (HTA) y la diabetes, las cuales son consideradas como unas de las primeras causas de muerte a nivel mundial (6). A pesar de que la HTA ha sido catalogada como uno factor de riesgo corregible de las Enfermedades Cardiovasculares (ECV), está reportado que más de mil millones de personas en el mundo la padecen, diez millones aproximadamente mueren al año por dicha causa(7) y esto último puede ser atribuido en gran medida a la NAT Farmacológico y no Farmacológico (NATF y NATNF)(8).

Cuando un paciente no responde a 3 fármacos antihipertensivos, de los cuales uno es un diurético, estamos en presencia de una hipertensión refractaria(9). En ciertas ocasiones, la NAT puede pasar desapercibida e identificarse más bien como falla terapéutica(10), por lo que es recomendable descartarla, ante la sospecha de un posible caso de hipertensión refractaria(11), debido a que la mortalidad en sujetos que la padecen es mayor que en el resto de los hipertensos(10).

En la misma medida que la AT Farmacológico (ATF) es importante para lograr un control de la HTA, la AT No Farmacológico (ATNF) también lo es. De esta manera, está demostrado que la reducción de la ingesta de sal(12), la disminución del peso corporal(13), la moderación en la ingesta de alcohol(14) y el incremento de la actividad física(15), contribuyen notablemente a una disminución significativa de la Presión Arterial (PA) y es por ello que la vigilancia de la AT en pacientes hipertensos, también debe contemplar estos aspectos(16).

Por otra parte, la diabetes mellitus es otra de las enfermedades crónicas que presenta una baja tasa de ATF. Está reportado que alrededor de 415 millones de adultos en edad productiva, padecen de esta patología(17). Se estima que sólo cerca de 45% de los pacientes con diabetes tipo 2, logra tener un control adecuado de la glicemia y uno de los principales factores que contribuye a este hecho, es la poca AT(18), lo cual se traduce en última instancia, en un incremento significativo de la tasa de mortalidad y del gasto público(19,20).

Intentar establecer un valor de la tasa de AT en pacientes diabéticos, resulta una tarea compleja debido a la gran diversidad de metodologías empleadas para tal fin. De esta manera, los reportes hechos en diferentes investigaciones arrojan valores muy variados de AT que van desde 38% hasta 93% (21,22,23). Además, en determinadas ocasiones el tratamiento farmacológico puede ser complejo e involucrar a varios fármacos con diferentes dosis e incluso puede estar acompañado de la administración de insulina, lo que hace aún más compleja la medición de la AT(24).

Al igual que sucede con la HTA, al medir la AT en pacientes diabéticos es necesario tomar en cuenta el tratamiento no farmacológico. En este sentido, la Asociación Americana de Diabetes (AAD)(25) propone ciertas recomendaciones orientadas al cambio en el estilo de vida que deben acompañar al tratamiento farmacológico, las cuales incluyen una dieta adecuada, el ejercicio físico y la ausencia del hábito tabáquico y alcohólico. Además, hoy en día se acepta que la AT en la diabetes, es un problema multidimensional que debe contextualizarse en un entorno psicológico, cognitivo y educativo, el cual incide en gran medida en los resultados obtenidos en las intervenciones en el estilo de vida de los sujetos diabéticos, sobre todo en comunidades de bajos ingresos(26).

Es necesario el reforzamiento simultáneo de la AT tanto farmacológico como no farmacológico, para lograr el efecto terapéutico deseado, ya que existen interacciones recíprocas entre ambos tipos de adherencia. En este sentido, se ha demostrado por ejemplo, que los fármacos antihipertensivos y los hipoglicemiantes, además de provocar disminución de la PA o de la glicemia respectivamente, producen otros efectos benéficos en el organismo. Así, está descrito que la metformina es capaz de inducir pérdida de peso(27,28), inhibir la lipogénesis(29) y disminuir el estrés oxidativo(30) entre otros, mientras que algunos antihipertensivos como los Antagonistas de los Receptores de Angiotensina II (ARA II), disminuyen el estrés oxidativo y la inflamación (31) y los Bloqueantes de los Canales de Calcio (BCC), son capaces de disminuir los niveles sanguíneos de algunos marcadores de inflamación(32,33).

Por todo lo mencionado anteriormente, resulta evidente la importancia del estudio de la AT en pacientes diabéticos o hipertensos, sobre todo en poblaciones de bajos recursos, ya que por lo general sus habitantes tienen menos acceso a los servicios de salud y a los medicamentos, por lo que en el presente trabajo nos propusimos calcular la tasa de AT y determinar su efecto en los parámetros antropométricos y cardiometabólicos, en sujetos que habitan en dos comunidades de bajos recursos: Caucagüita y Petare (municipio Sucre, estado Miranda, Venezuela), que manifestaron estar diagnosticados con este tipo de patologías y que fueron seleccionados de una población que acudió a unas Jornadas de Despistaje de Diabetes e Hipertensión (JDDH) entre enero y julio de 2015, como parte de las actividades del Servicio Comunitario de nuestra Facultad.



Continua: Metodología

Adherencia al tratamiento farmacológico para la diabetes e hipertensión en sujetos de dos comunidades del Municipio Sucre. Estado Miranda. Venezuela
Introducción
Metodología
Resultados
Discusión
Conclusión
Bibliografía

NOTA: Toda la información que se brinda en este artículo es de carácter investigativo y con fines académicos y de actualización para estudiantes y profesionales de la salud. En ningún caso es de carácter general ni sustituye el asesoramiento de un médico. Ante cualquier duda que pueda tener sobre su estado de salud, consulte con su médico o especialista.





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