Octubre-Diciembre 2006 29
ISSN 1317-987X
 
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Personajes
 


 
 

Rafael Rangel
Científico venezolano de primera clase

Peste bubónica: el último caso de Rangel

En La Guaira, en 1908, surgió una enfermedad muy antigua y temida por los habitantes de esa localidad, llamada Peste bubónica. Una vez más Rafael Rangel fue llamado para diagnosticar de qué se trataba el mal, cómo podría ser solventado.

El investigador asume nuevamente el reto y se traslada hasta el Litoral, donde desplegó toda una actividad de logística para evaluar la zona, sin sospechar que esta misión lo marcaría para siempre y lo conduciría a la muerte.

Rangel atendió dos casos de enfermos que presentaban como síntomas fiebre y bubones, con evolución de 14 y 19 días respectivamente. Los bubones de uno de ellos ya estaban abiertos al exterior, fistulizados y exudaban pus. Posteriormente, Rangel hizo frotis con el pus de los ganglios, lo sembró en cultivos e inoculó a algunos animales (ratas).
 
 
                         Las ratas fueron los agentes transmisores de la peste

Cuando Cipriano Castro lo llama para pedir el reporte, Rangel le explica que aún no había hallado la presencia del bacilo pestoso. La prensa comenzó a hacer presión y publicaban que el científico Rangel tenía un pronóstico reservado.

Días después, luego de ver que los animales a los cuales había inoculado estaban sanos y parecían normales, Rangel concluyó en forma definitiva que no se trataba de peste bubónica.

Sin embargo, una vez retornado a su laboratorio, Rangel seguía recibiendo información acerca de casos de peste bubónica, por lo que decide bajar nuevamente a La Guaira para estudiarlos de cerca. Luego de investigar, le informó al General Castro que en esa oportunidad sí había conseguido el bacilo específico de la peste.
 
Mancha de sangre que contiene bacteria  de la peste
 

Inmediatamente, Rangel se aboca a implementar las medidas necesarias para limitar los estragos que la enfermedad había causado, y vacunó a los habitantes con suero profiláctico, desinfectó los cuartos de los enfermos, quemó la ropa y los objetos, lavó el piso, los muebles y las paredes, hasta dos metros de alto con sublimado, tapó con tiras de papel las rendijas de las habitaciones y quemó con azufre los cuartos herméticamente cerrados. Como medida curativa se planteó la extirpación de los ganglios.

Días más tarde, el Puerto de La Guaira fue cerrado  para que la Junta Médica y Rangel se encargaran de inspeccionar a fondo la enfermedad durante 15 días, luego se presentó un informe al Gobierno, en el cual se comunicaba a Cipriano Castro que ciertamente se trataba de peste bubónica. Rangel puso todo de su parte para resarcir la peste.

El 18 de mayo la enfermedad comenzó a desaparecer y se reabrió el puerto de La Guaira. Terminada la peste, Rangel regresó a su laboratorio, pero no con el mismo ánimo ni con las mismas ganas de seguir investigando. Una campaña de desprestigio cae sobre su persona a consecuencia de la peste que azotó a La Guaira. Fue severamente cuestionado por no haber diagnosticado a tiempo la enfermedad y no haber detectado que las ratas, los animales que utilizó como conejillos de indias, eran los agentes transmisores de la peste. También se le acusó de haber malversado los recursos para controlar la peste.

Rangel admitió su culpa y sin emplear como excusa que le habían asignado una responsabilidad propia de médicos experimentados. Sin embargo, pidió disculpa al Gobierno y a la sociedad venezolana. Pero esa situación lo consumió poco a poco. Esos eventos sacudieron su vida, desestabilizaron su mayor pasión que era el laboratorio, y lo sumergieron en una depresión aguda. La estocada final fue cuando el Gobierno de Juan Vicente Gómez le negó la beca que se había ganado para estudiar Patología Tropical en Europa.

La suma de estos factores llevó a Rafael Rangel, un virtuoso investigador de la medicina venezolana al suicidio, el cual consumó en el lugar donde pasó los mejores años de su vida y donde se sentía como en su propia casa: el Laboratorio de Bacteriología del Hospital Vargas.

Introducción
Desde el laboratorio: Su gestión en el Hospital Vargas
Hallazgos: Anquilostomiasis como causa de anemia
La Peste Boba: dos formas de la enfermedad, un sólo agente
Peste bubónica: el último caso de Rangel
De la tumba a la historia
Trabajos científicos y documentos de Rafael Rangel
Bibliografía consultada

NOTA: Toda la información que se brinda en este artículo es de carácter investigativo y con fines académicos y de actualización para estudiantes y profesionales de la salud. En ningún caso es de carácter general ni sustituye el asesoramiento de un médico. Ante cualquier duda que pueda tener sobre su estado de salud, consulte con su médico o especialista.





Instituto de Medicina Tropical - Facultad de Medicina - Universidad Central de Venezuela.
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