Genética Enfermedad de Fabry: Desde el Aminoácido a la Clínica
Aspectos Clínicos de la Enfermedad de Fabry
La incidencia de la enfermedad de Fabry no
se conoce de forma exacta pero oscila entre 1:40000 a 1:100000 sin diferencia
entre razas [11]. Para el año de 1999, en los Estados Unidos, se
estimaba la existencia de 5000 pacientes con esta enfermedad [16].
Según Pastores y col (2002) [8], esta enfermedad es un desorden
huérfano pan-étnico con una incidencia de 1:117000 nacidos vivos. Sin embargo,
dicha incidencia podría estar subestimada debido a que algunos pacientes con
anormalidades cardíacas presentan una actividad enzimática residual y tales
anormalidades no son extendidas a la enfermedad lisosomal. En otro estudio
realizado por Kai-Chung Tse (2003) la evaluación de los pacientes con
cardiopatía reveló en un 3.9% una deficiencia subyacente de la enzima α-galactosidasa
A. La patología clínica de la enfermedad de Fabry depende del órgano o los
órganos afectados [21].
A.- Enfermedad de Fabry Clásica.
El fenotipo de la enfermedad de Fabry
clásica en los pacientes de sexo masculino, con baja o casi ninguna actividad
enzimática de α-Gal- A, está caracterizado por acroparestesias,
angioqueratomas, hipohidrosis, y opacidad corneal y lenticular, desde la niñez
o la adolescencia. A medida que la enfermedad avanza, la acumulación progresiva
de Gb3 en los lisosomas del endotelio vascular, conduce a la
manifestación de una insuficiencia renal, enfermedad vascular cerebral y
cardíaca, y lo más seguro a una muerte prematura. En contraste, las mujeres
portadoras del fenotipo Clásico presentan compromiso clínico muy variado
que va desde ser asintomáticas o presentar manifestaciones moderadas, hasta
llegar a tener la enfermedad, en un estadio de gravedad al igual que en los
varones afectados [22].
En la siguiente sección se revisarán las
características clínicas de los sistemas afectados con mayor frecuencia en la
enfermedad de Fabry.
A.1.- Compromiso
Dérmico
Se observan angioqueratomas distribuidos
principalmente a nivel de hipogastrio y la zona del cinturón, genitales
externos, palmas y plantas. El angioqueratoma comprende un hemangioma
cavernoso dérmico con engrosamiento de la epidermis de revestimiento e
hiperqueratósis en la misma (Fig. 6). Clínicamente se presenta como nódulos de
color azul rojo ligeramente elevados, que raramente tienen más de 1 cm de diámetro [23]. Existen seis enfermedades de depósito
lisosomal que producen angioqueratomas corporis diffusum. Los angioqueratomas
más conocidos se advierten en los pacientes con enfermedad de Fabry, seguidos
por los observados en la fucosidosis y galactosialidosis; además se han
reportado en las enfermedades de Kansaki, beta-manosidosis y
aspartylglucosaminuria [24]. Como parte de la investigación de la
patogénesis de la hipohidrosis observada en la enfermedad de Fabry, Lao y col.
(1998) realizaron en glándulas sudoríparas de un paciente con enfermedad de
Fabry un estudio de microscopía electrónica, en el cual encontraron numerosas
inclusiones citoplasmáticas en las glándulas, con un patrón laminar variable,
en donde predominaron grandes inclusiones vacuolares en las células claras de
la cola secretora; además en los conductos se observaron menos vacuolas, y las
células basales del conducto mostraron figuras tipo mórula. Se observaron
inclusiones laminadas en los axones amielínicos que inervan las glándulas. Los
vasos sanguíneos que rodean a las glándulas exocrinas se mostraban con zonas
muy estrechas debido a la presencia de células endoteliales hinchadas con
inclusiones densas. La presencia de los depósitos intracitoplasmáticos podrían
ser los responsables de la reducción en la capacidad de sudar, que
muestran estos pacientes.
Figura No. 6.- Angioqueratoma en la Enfermedad de Fabry
(Cortesía Genzyme Corp)
Grupos de estas
angiectasias cuyo color oscila entre rojo y azul oscuro, se encuentran entre el
ombligo y el muslo de forma típica (?distribución en traje de baño?). Las
lesiones no blanquean y con la edad se hacen más numerosas y más grandes. Su
tamaño oscila desde pequeños puntos hasta varios milímetros (Tomado de Desnick
RJ., 1979) [26]
A.2.- Compromiso
ocular
Son comunes las lesiones vasculares de la
conjuntiva y la retina; se observan opacidades cornéales, que comienzan con un
patrón difuso y progresan hasta adquirir un patrón en espiral o radiado (Fig. 7);este último hallazgo, en los
pacientes hemicigotos con la forma clásica de la enfermedad se observa casi
invariablemente y en una alta proporción en las mujeres heterocigotas. Además,
en los pacientes afectados por la enfermedad de Fabry se han observado dos
tipos de opacidades lenticulares. Los depósitos color crema en la cápsula
anterior del cristalino (algunas veces distribuidos en forma de hélice) son
menos comunes que los depósitos granulares radiados, de color blanco,
observados en la parte posterior del cristalino (conocidos como catarata de
Fabry). Las cataratas posteriores de Fabry se encuentran en un 37% de los
hemicigotos y en un 47% de los heterocigotos [27].
A.3.- Compromiso renal
En los hombres con Enfermedad de Fabry
durante la tercera década de su vida, se desarrolla una azotemia y proteinuria,
no obstante antes de los 20 años de edad pueden ser detectados depósitos
renales, excreción renal de Gb3, y la disfunción tubular. En pacientes
masculinos de más de 50 años de edad la proteinuria es casi universal, y la
progresión hacia la insuficiencia renal es tan alta como la observada en los
pacientes diabéticos. Antes de que fuese necesario llevar a cabo los
procedimientos que conllevan a la diálisis, los hombres afectados por la Enfermedad de Fabry
Clásico, morían antes de los 50 años de edad [28].
A B
Figura 7.- Compromiso Ocular en la Enfermedad de Fabry. A:
Dilatación vascular en la conjuntiva ocular. B: Cornea verticilata (cortesía GenzymeCorp)
La gráfica A muestra el daño típico de la
conjuntiva, en done se observan los vasos similares a unas salchichas y
marcadamente dilatados. La gráfica B muestra la opacidad corneal la cual
es visible únicamente mediante microscopía con lámpara de hendidura. Esto no
afecta la visión pero es un indicador útil, estando presente en los hemicigotos
y en un 70-90% de los heterocigotos (Tomado de Desnick RJ, 1979) [26]
Compromiso
cardíaco
En los pacientes con enfermedad de Fabry
se ha descrito hipertrofia del ventrículo izquierdo y un aumento de la presión
pulmonar sistólica, la cual se correlaciona íntimamente con la edad; igualmente
se ha observado la presencia de lesiones valvulares tanto aórtica como mitral,
así como anormalidades electrocardiográficas del segmento ST y falla en la
conducción. Se puede presentar en ambos sexos una insuficiencia cardiaca,
arritmias y cardiopatía isquémica, y los pacientes pueden desarrollar arritmias
cardíacas complejas repetitivas, antes del desarrollo de la hipertrofia
ventricular izquierda [28]. La hipertrofia ventricular se debe a
depósitos en los miocitos cardíacos de glucoesfingolípidos y a un incremento
absoluto en la masa muscular cardiaca [21]. La enfermedad de Fabry ha sido considerada
causa de hipertrofia ventricular izquierda en el 6% de los hombres que
presentan cardiomiopatía hipertrófica de aparición tardía, y es la causa de
miocardiopatía hipertrófica de aparición tardía en el 12% de las mujeres,
siendo ellas posibles candidatas a recibir el tratamiento de reemplazo
enzimático [29].
A.5.- Compromiso
neurológico
La expresión clínica de la enfermedad a
nivel del sistema nervioso puede presentarse en forma temprana en el curso de
la misma, y se caracteriza por ataques isquémicos transitorios, lesiones de la
sustancia blanca, hemiparesia, vértigo, diplopia, disartria, nistagmus,
tinnitus, hemiataxia, amnesia e hipoacusia [28]. Estas
manifestaciones son debidas a ectasia de grandes vasos, enfermedad oclusiva de
los grandes y pequeños vasos. La diátesis vascular tiene una distribución
vertebrobasilar. Las acroparestesias, son dolores neuropáticos que afectan a las
terminaciones nerviosas distales [21]. Además, se ha considerado que la
hipohidrosis afecta al sistema nervioso autónomo a nivel de las glándulas
sudoríparas. Mac Dermon y col. (2001) estudiaron
98 hombres con enfermedad de Fabry y observaron el dolor neuropático en 93 de
ellos (77%), con un promedio de soporte del dolor en un valor de 5 (escala de 0 a 10). Adicionalmente,
encontraron complicaciones cerebrovasculares en el 24.2% de los individuos
estudiados. La hipoacusia sensorioneuronal para sonidos de alta
frecuencia se presentó en el 78% de las audiometrías realizadas. Igualmente, Germain DP, (2000) [29]
observó que la
hipoacusia progresiva es un hallazgo frecuente en la enfermedad de Fabry; por
otra parte también investigó la función coclear en 22 varones homocigotos con
enfermedad de Fabry Clásico (con edades entre 19 y 64 años), encontrando
alteraciones auditivas en 12 de los pacientes (54.5%), de los cuales en 5 de
ellos fue la pérdida progresiva de la audición y en los otros 7 una sordera
aguda. En 7 de los 10 pacientes restantes se observó hipoacusia para los tonos
de alta frecuencia, sin compromiso clínico, a pesar de ser jóvenes al momento
del examen. La incidencia de hipoacusia parece estar significativamente
aumentada en pacientes con daño renal (p<0,01), o daño cardíaco (p<0,01),
mientras que no encontraron correlación con la hipertrofia ventricular
izquierda.
NOTA:Toda la información que se brinda en este artículo es de carácter investigativo y con fines académicos y de actualización para estudiantes y profesionales de la salud. En ningún caso es de carácter general ni sustituye el asesoramiento de un médico. Ante cualquier duda que pueda tener sobre su estado de salud, consulte con su médico o especialista.
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