Infectología
Recomendaciones de la Sociedad Venezolana de Infectología para la prevención de enfermedades infecciosas con potencial epidémico como consecuencia de la Catástrofe nacional de diciembre de
Riesgo de incremento de la transmisión de Fiebre Amarilla, Dengue y Chagas
Cuando ocurren desastres naturales de grandes proporciones, se incrementa consecuentemente el riesgo de transmisión de las enfermedades metaxénicas (transmitidas por vectores), se alteran marcadamente las actividades de control de vectores y se hace necesario hacer operacionales los diversos planes de emergencia pre-existentes, los cuales deben ser adaptados a las circunstancias locales y a las limitaciones en la disponibilidad de recursos.
Si bien en el periodo inmediatamente posterior a las inundaciones y a deslaves se observa una destrucción en muchos de los sitios que funcionan como criaderos de vectores locales domésticos y peridomésticos, es probable la ocurrencia de cambios en la situación epidemiológica pocas semanas después.
Es necesario vigilar los efectos indirectos de los desastres. Tal es la situación producto de la destrucción del sistema de acueductos, la cual lleva a la población a acumular agua fresca en recipientes temporales que constituyen sitios de proliferación ideales de Aedes aegypti, el mosquito transmisor del dengue y fiebre amarilla urbana. Igualmente, las condiciones en centros de refugio temporario, favorecen el incremento del contacto con vectores de enfermedades humanas.
Aunque en términos generales la fiebre amarilla urbana comparte el mismo vector con el dengue, la fiebre amarilla es raramente transmitida en áreas urbanas excepto durante una epidemia. Por otro lado, la fiebre amarilla es prevenible mediante la aplicación de una vacuna efectiva y segura. Sin embargo, en vista de la evidencia reciente y actual de actividad ocasional de infección humana por el virus de la fiebre amarilla en Venezuela, parece prudente practicar una cobertura vaccinal amplia en aquellas áreas rurales afectadas por inundaciones y en pequeños o medianos núcleos de población próximos a zonas boscosas, en Estados tales como Miranda, Yaracuy, Falcón, Zulia y Táchira, en los cuales tradicionalmente se ha registrado circulación del virus en reservorios animales silvestres (monos).
Las víctimas producto de los deslaves y otros eventos traumáticos durante desastres naturales, pueden aumentar la demanda de transfusiones de urgencia en áreas endémicas de Enfermedad de Chagas, incrementando en consecuencia el riesgo de infección post-transfusional. Los riesgos ulteriores, están en relación directa con la interrupción o el incumplimiento de los programas rutinarios de control de la infección en las áreas afectadas. |