Witremundo Torrealba
El jóven Torrealba
Witremundo Torrealba creció en San Juan de los Morros, entre esteros, bancos y bajíos. Desde pequeño manifestó ser muy inquieto. Su hermana Ana Teresa, evoca aquellos años cuando dice: "Witremundo era un muchachito extraño desde pequeño Mi mamá decía que en una época, cuando él tenía entre cuatro y cinco años, todos los días se ponía a llorar a las 11 de la mañana, entonces no hallaban qué hacer y cuando le preguntaban ¿Por qué lloras Witremundo?Un día mi papá le dio cinco , él no respondía. bolívares que en aquella época era muchísimo dinero y le dijo más, él agarró su toma, esto es para que no llores dinero, lo tuvo guardadito y aguantó y aguantó, hasta que después de un buen rato, le devolvió la moneda y le dijo Tome papá aquí está su dinero porque yo voy a llorar otra vez.
Después recuerdo que cuando Witremundo tenía 15 años y estaba en el liceo, quiso pasar unas vacaciones conociendo Venezuela, ¿por qué mi papá se lo permitió?, no sé, lo cierto es que se fue en autobús, con una cantidad de dinero mínima, de pueblo en pueblo, recorrió no sé ni cuantos lugares. Él decía que llegó a Cagüa, con real y medio, pero como los autobuses eran baratos, había calculado hasta el más mínimo detalle del paseo inmenso que hizo por toda Venezuela en autobús."
Ya en su juventud después de terminar su educación básica, Witremundo viajó a Caracas para cursar el segundo ciclo de sus estudios secundarios en el Liceo "Fermín Toro". De esa época el Dr. José Vicente Scorza también tiene preciados recuerdos: "Terminando el bachillerato, lo veía consecuentemente en el Viejo Trapiche de la Ciudad Universitaria de Caracas, donde iniciaba mi curiosidad por los parásitos del hombre del medio rural. En aquellas tardes de 1954 percibí claramente que tenía ante mí una extraordinaria inteligencia y una gran conciencia analítica. Germinaba una entrañable amistad que se expresaba cotidianamente en nuestro laboratorio del cerro San Agustín del Sur".
|