Diagnóstico y tratamiento del embarazo ectópico. Reporte de un caso de aborto tubárico
Discusión
El objeto de efectuar el diagnóstico precoz es prevenir la ruptura tubárica y por ende, la gravedad del caso. En 1963, el índice de muerte materna por embarazo ectópico era de 9.2%, a pesar de ser tratadas en condiciones hospitalarias óptimas (2). Actualmente, los métodos diagnósticos modernos incluyen la determinación de la fracción ß de la gonadotrofina coriónica y ecosonograma, lo que ha contribuido de manera crucial a bajar estos porcentajes. Antes de 1975, el 80% de los diagnósticos se efectuaba posterior a la ruptura tubárica; actualmente el 70% de los diagnósticos se efectúa antes de ocurrida la misma (3).
Los embarazos tubáricos suelen romperse después de la semana 8, contando desde la fecha de última menstruación normal. En el presente caso, el diagnóstico fue efectuado en la fecha adecuada (7½ semanas), antes de que la trompa se rompiese. Hubiésemos esperando no encontrar sangrado intraperitoneal alguno; sin embargo, se corroboró la presencia de un hemoperitoneo importante ocasionado por el aborto tubárico.
Con anterioridad han sido reportados en la literatura otros casos de embarazos tubáricos, acompañados de un cuerpo amarillo contralateral (4). Por esta razón, nuestra preocupación cuando no apareció el embrión en la muestra enviada a anatomía patológica. Al comprobar que las gonadotrofinas habían descendido a los niveles normales, se dedujo que el embrión con latido cardiaco visto en el ecosonograma antes del acto quirúrgico, fue sin duda aspirado dentro de la sangre evacuada del hemoperitoneo.
La eventualidad de un aborto tubárico es poco usual. Ocasionalmente el embarazo sigue su curso hasta etapas más avanzadas, en la forma de embarazo abdominal, cuya placenta puede adherirse a cualquier estructura intraperitoneal o permanecer en la trompa (5). |