Hilda Pérez Carvajal
Apasionada de la investigación
De los libros al salario
El primer trabajo de investigación que desarrolló Hilda Pérez, luego de obtener el título como Licenciada en Biología, fue un proyecto que se abrió a través del Consejo Desarrollo Científico y Humanístico de la UCV. Consistía en la caracterización de los elementos tóxicos del veneno de la serpiente cascabel (Crotalus).
Un estudio bioquímico que pretendía la caracterización de las toxinas, las cuáles eran separadas, purificadas y utilizadas para la preparación de lo que iban a ser posteriormente los sueros antiofídicos. Tal proyecto fue continuado en la Facultad de Farmacia por sus creadores, Oswaldo Grillo, de la Facultad de Ciencias, y Oscar Scannone, quienes todavía están muy ligados esa investigación.
Fue en 1969 cuando la investigadora se inició en la Parasitología. Fue seleccionada para trabajar como instructora de la cátedra de Fisiología en la Escuela de Biología y en esa época, dicho cargo también cumplía actividades de investigación. "A mí me tocó trabajar con el doctor Nicolo Ercoli, especialista en quimioterapia y enfermedades tropicales. Así tuve mi primer contacto con la investigación parasitaria, comencé a familiarizarme con los problemas de la bilharziosis y el schistosoma mansoni", especificó la entrevistada.
Ese primer contacto le abrió las puertas al mundo de los parásitos. Este universo la atrapó y decidió inclinar hacia él su vocación inicial por la inmunoquímica, hacia su búsqueda por la respuesta a cómo desde el punto de vista químico se podría comprender la defensa o respuesta de los organismos frente la invasión de otros organismos parásitos. Así, tomó la decisión de estudiar un postgrado de Inmunoparasitología, pero esa especialización no existía en el país. |