Edmundo Vallecalle Suegart: El maestro
Vallecalle, el docente
Como Docente
fue ejemplo y guía de sus alumnos. Por mi parte, conocí a Vallecalle
en mi época de estudiante en la “Universidad Centroccidental Lisandro
Alvarado” (UCLA) en Barquisimeto, de la cual era Profesor Invitado desde
su creación en 1963, a la par que contribuía a la formación
de los Profesores de Fisiología de esa universidad como fueron Teodoro
Meléndez y José Silva Bravo.
Vallecalle era un
docente excepcional, de una paciencia infinita, capaz de explicar el mecanismo
nervioso más complejo de la forma más sencilla y de captar siempre
el interés de sus alumnos. Fueron sus clases las que me hicieron apasionarme
por el sistema nervioso desde mis días de estudiante.
Dada su
extraordinaria cultura científica y humanística y su vocación
de enseñanza, los que tuvimos la dicha de estar cerca de él aprendimos
con su ejemplo, no sólo neurofisiología, sino ética, filosofía,
política y literatura. Guy de Maupassant, Flaubert, Daudet, Bodelaire,
Maurice Drujon, fueron algunos de los muchos autores que desfilaron por nuestras
conversaciones de sobremesa. A través de él pude tener una visión
de Francia mucho antes de tener la oportunidad de ir a París a realizar
mis estudios de doctorado.
También
nos enseñó a ser tolerantes. Pocos días después
de mi ingreso a la Cátedra, Vallecalle, me dio una de las mejores lecciones
de tolerancia, me dijo “Ud. va a estar aquí al menos veinte años
compartiendo con toda esta gente. Tiene que aprender a aceptarlos con sus virtudes
y con sus defectos porque vamos a estar más tiempo juntos que con nuestras
propias familias”. A lo largo de mi vida universitaria y en las distintas
posiciones que me ha correspondido ocupar he tratado de tener siempre presente
esta lección de Vallecalle.
Participó
en la creación y desarrollo de numerosos postgrados de las Escuelas de
Medicina, Farmacia y Psicología de la UCV y en el Postgrado de Bioingeniería
de la Facultad de Ingeniería, impartiendo docencia en los Cursos de Postgrados
de Medicina del Trabajo, Neurología, Psiquiatría, Neurocirugía,
Psicología, Farmacología, entre otros2, 3.
Vallecalle,
el investigador.
El Dr. Vallecalle dedicó la mayor parte de su vida a la Neurofisiología.
Sin embargo, en sus comienzos en la UCV, publicó varios trabajos junto
a Gabriel Trompiz como son: La Heparina, nuevas consideraciones sobre su mecanismo
de acción, conclusiones de interés práctico”, “Vitamina
B12 y Alergia” y “Aspectos de la Fisiología del Hueso”
3. Asimismo se ocupó de la relación entre las glándulas
endocrinas y la formación de histamina tisular, estudiando la influencia
de las hormonas tiroideas, sobre la formación de histamina. Posteriormente
estudió los efectos que sobre la misma tenían las hormonas cortisona,
ACTH, TSH, testosterona y progesterona11.
En su área
de interés estuvieron siempre diversos aspectos de la actividad eléctrica
del cerebro y las relaciones entre sistema nervioso y endocrino. De modo que
la influencia de hormonas tiroideas, sexuales y de glándulas suprarrenales
sobre la excitabilidad del sistema nervioso se convirtió en la línea
de investigación fundamental para el grupo. Estos trabajos dieron origen
a diversas presentaciones en congresos y publicaciones11.
Entre 1959
y 1961 trabajó en el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas
(IVIC) como investigador activo en el grupo de Neurobiología, compartiendo
con otros destacados investigadores como Gunnar Svaetichin con quien estudió
los potenciales en las células horizontales de la retina y las interacciones
entre neuronas y células gliales2, 12,13,14. De 1968 a 1970 publicó
varios trabajos con M. Verzeano sobre la actividad neuronal y respuestas evocadas
en el cuerpo geniculado lateral y la acción de algunos agentes farmacológicos15,
16, 17.
Vallecalle
era muy creativo y perseverante, características éstas que lo
llevaron a luchar siempre con optimismo, para superar las inmensas dificultades
que implicaba el hacer investigación en esa época, lo que debe
servir de ejemplo a las generaciones actuales y futuras.
Ante la
imposibilidad para el momento, de determinar niveles de hormonas tiroideas,
diseñó un aparato que permitía medir el consumo de oxígeno
en ratas para explorar de esta manera la función tiroidea. Para estudiar
la excitabilidad del sistema nervioso central, diseñó e hizo construir
en el Instituto de Medicina Experimental de la UCV un electroestimulador para
provocar electroshock en las ratas 11.
Un electroencefalógrafo
ALVAR tipo Reega, de 8 canales, desincorporado de la Unidad de Estudios Psicosomáticos
del Hospital Vargas y que había sido adquirido por gestión del
Dr. Mata De Gregorio18, sirvió para dar inicio al Laboratorio de Electroencefalografía
de la Cátedra de Fisiología de la Escuela “José María
Vargas”, y realizar los registros que llevaron a la elaboración
del mapa electrocorticográfico de la rata. Posteriormente, mediante proyectos
de CONICIT y CDCH, logra equipar el laboratorio de Potenciales Evocados obteniendo
una grabadora de cinta y un promediador muy moderno para su época que
permitía analizar las señales en tiempo real y diferido. Así
se estudiaron los potenciales evocados somestésicos en la rata y sus
modificaciones por alteraciones endocrinas.
La Cátedra
de Psiquiatría del Hospital Vargas, a través de Jesús Mata
De Gregorio, mantenía una relación muy estrecha con Vallecalle
y la Cátedra de Fisiología, y en la consulta de epilepsia de la
misma, existía mucho interés sobre los aspectos electrofisiológicos
de esta enfermedad.
En
mayo de 1963 tiene lugar en el Hospital un Coloquio sobre Epilepsia Abdominal,
y en 1964, Jesús Mata De Gregorio y Manuel Matute, publican una monografía
sobre el tema 18,19. Esta relación entre las Cátedras de Psiquiatría
y Fisiología llevan a Vallecalle y Manuel Matute a iniciar los trabajos
de Epilepsia Experimental en la rata, estudiando el desarrollo y efectos de
drogas sobre focos epilépticos provocados por Penicilina, Cobalto y 6-Hidroxidopamina.
En estos trabajos se incorporan Miguel Requena y Raúl Gómez inicialmente
y posteriormente Alida Alvarez, Becario Docente de la UCLA en ese momento y
Griseldina Durán de Bello, profesora de la Universidad de Carabobo20,
21, 22.
En 1973,
el Colegio de Médicos del Distrito Federal –hoy Colegio de Médicos
del Distrito Metropolitano- otorga la Mención Honorífica del Premio
“Luis Razetti” por el Trabajo "Estudio sobre la Epilepsia Experimental
(con especial referencia al Foco Epileptógeno) presentado por Matute,
M.; Gómez, R.; Alvarez, A.; Requena, M. y Vallecalle, E.
El estudio
de la maduración del Sistema Nervioso Central en la rata fue otra de
las líneas de investigación que se iniciaron en el laboratorio
bajo la dirección de Vallecalle23.
Junto con
Edmundo Chirinos, Miguel Requena y Otto Lima Gómez, fundó el laboratorio
de Neuropsicología (Actualmente Departamento de Neuropsicología)
en la Escuela de Psicología, el cual inició sus actividades en
la Quinta Mitakeri en Las Acacias, donde continúa funcionando. Allí
se desarrollaron diversos trabajos de investigación utilizando registros
electroencefalográficos, de P300 y variación de contingente negativo
(VCN) y técnicas de biofeedback.
Con la visión
de futuro que lo caracterizó consideraba fundamental el establecimiento
de grupos multidisciplinarios por lo que siempre fomentó los vínculos
con otros grupos de investigación y la incorporación de profesionales
en áreas diferentes a la medicina, esto en momentos en que las Cátedras
de las Escuelas de Medicina eran muy reacias a incorporar cualquier personal
no médico, situación que se mantiene todavía en muchos
casos. Es así como Vallecalle facilitó la incorporación
de biólogos, ingenieros y bioanalistas en la Cátedra de Fisiología,
lo que contribuyó, sin duda, al enriquecimiento de la misma.
Además de las relaciones con la Cátedra de Psiquiatría
señaladas anteriormente, mantuvo vínculos muy estrechos con la
Cátedra de Fisiología de la Escuela de Bioanálisis, en
especial con Jesús Alberto González Vegas, Alexis Ramos, Francisco
Hernández y Betty Pardey, realizando numerosos trabajos en conjunto.
Igualmente con la Cátedra de Neurología y Neurocirugía
de la Escuela de Medicina “José María Vargas” que
funcionan en el Hospital Vargas, compartiendo con Pedro Ponce Ducharne y Jesús
Mata De Gregorio, Jefes de las Cátedras de Neurología y Psiquiatría,
respectivamente, la idea de la necesidad de estrechar vínculos entre
las Ciencias Básicas y la Clínica.
En la década
de los 70 Manuel Matute, Alvaro Villegas y Yolanda Ricovery inician los trabajos
de sueño en el Hospital Vargas18.
En el año
72, Vallecalle, Manuel Matute, Miguel Requena y Jesús Mata De Gregorio
crean el Laboratorio de sueño. Se inician los trabajos de investigación
con el proyecto “Patrones de Sueño en Sujetos Normales y con Psiconeurosis.
Efectos de algunas Drogas”, financiado por el C. D. C. H.
Juan Félix
Del Corral y Seijiro Yazawa, profesores de la Cátedra de Neurocirugía
de la Escuela de Medicina “José María Vargas, también
realizaron trabajos de investigación en colaboración con la Cátedra
de Fisiología, en particular con Angel González Luque.
La necesidad
de realizar las fotografías para prestar apoyo a los profesores en sus
labores de docencia e investigación llevó a Vallecalle a crear
un laboratorio de Fotografía en la Cátedra, apoyo que poco a poco
se extendió a toda la Escuela. Es ésta la razón por la
cual este laboratorio está adscrito a la Cátedra de Fisiología.
A cargo de este laboratorio estuvo inicialmente un húngaro de nombre
Miklos Pery Nemeth (a quien todos llamaban Nicolás), quien renunció
en 1971. A partir de ese momento, se encarga Javier Briceño, quien hasta
hoy se mantiene al frente del mismo. Como auxiliar de Fotografía se incorpora
en 1989 José Parada quien se jubiló en 1997 1.
En los inicios
de las actividades de la Escuela Vargas, para la realización de los trabajos
de investigación y las prácticas de fisiología, los animales
de experimentación se mantenían en locales provisionales del piso
8 del recién inaugurado Edificio de Ciencias Básicas y en las
Cátedras, por lo que se hacía indispensable disponer de un bioterio.
La participación de Vallecalle fue decisiva para la creación del
primer bioterio en la Escuela Vargas en 1965 y luego para la construcción
y organización del actual, que estuvo coordinada por una Comisión
presidida por José Pierluissi y que, sin lugar a dudas, es uno de los
mejores del país1.
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