Gastroenterología
Evaluación del paciente asintomático con alteración de pruebas hepáticas
Elevación de la fosfatasa alcalina
La historia clínica puede orientar en la etiología de la elevación de la fosfatasa alcalina, así como la exclusión de dicha elevación como resultado del crecimiento óseo fisiológico (en niños y adolescentes), enfermedad ósea primaria como en la enfermedad de Paget, o la presencia de fracturas múltiples; además, en el tercer trimestre del embarazo la elevación de la fosfatasa alcalina se debe a la fosfatasa alcalina placentaria, de manera que antes de solicitar investigaciones adicionales, debe repetirse la determinación de esta, pues las elevaciones aisladas la misma no son frecuentes y pueden deberse a errores de laboratorio.
A continuación debe solicitarse la determinación de la gamma-glutamil-transferasa (GGT). Si los niveles de esta prueba son normales, es poco probable que la elevación de fosfatasa alcalina sea de origen hepático en este caso deben investigarse problemas óseos o renales.
Si la elevación de fosfatasa alcalina es de origen hepático y persiste, debe realizarse un ultrasonido para excluir obstrucción biliar o lesiones ocupantes de espacio. Si el ultrasonido es normal, esto orienta a la presencia de colestasis crónica o enfermedad hepática infiltrativa. Entre las enfermedades colestásicas se incluyen la colangitis esclerosante y la cirrosis biliar primaria; y entre las enfermedades infiltrativas deben ser excluidas la sarcoidosis y otras enfermedades granulomatosas.
|