Microbiología
Staphylococcus aureus y alergias. ¿Mito o realidad?
Patrón de secreción de citocinas en la reacción inmunitaria
Patrón de secreción de citocinas en la
reacción inmunitaria: Respuestas de
tipo TH1, TH2 o TH3 Ante la aparición de un antígeno, el sistema
inmunitario tiende a secretar un conjunto de citocinas que producirán tipos de
respuesta muy diferentes, las cuales determinarán el curso de la reacción. El
patrón de secreción varía de un individuo a otro y está determinado por
variaciones en los genes codificantes de las moléculas responsables de la
respuesta inmunitaria, organizados en el Complejo Mayor de Histocompatibilidad
(HLA) y otros cromosomas como el 5 y el 13, entre otros; además intervienen en
este aspecto una serie de factores de gran complejidad y aún en proceso de
dilucidación, tales como: naturaleza del antígeno (antígenos solubles o
de pequeño tamaño suelen producir respuestas de tipo humoral TH2,
mientras que antígenos insolubles, células y complejos moleculares tienden a
generar respuestas celulares de tipo TH1), factores hereditarios
(los niños nacidos de padres que presentan patologías atópicas tienen menor
capacidad de producir citocinas derivadas de la respuesta TH1,
mientras que los hijos de padres que no presentan patologías atópicas sí
producen dichas citocinas), factores ambientales como vía de acceso del
antígeno o nivel de exposición al mismo, así como la presencia de infecciones
subyacentes15. Es importante
destacar que el microambiente de secreción de citocinas durante la reacción
inmunitaria primaria determinará el curso de la diferenciación de células TH.
De este modo, las enfermedades atópicas involucran dos fases, una de inducción
producida por la interacción TH1/TH2 y una segunda
fase derivada hacia TH2 mediadora de la inflamación. Los principales componentes celulares de la respuesta inmunitaria
adaptativa son los linfocitos T, linfocitos B y los monocitos capaces de
diferenciarse en macrófagos. Las células presentadoras de antígeno (células
dendríticas, monocitos o macrófagos) procesan y presentan los antígenos unidos
a moléculas del Complejo Mayor de Histocompatibilidad clase II (MHC II). Las células T ayudadoras (TH) CD4+
reconocen este antígeno presentado y con las señales co-estimuladoras
apropiadas desencadenan entonces la secreción de Interleuquina 2 (IL-2), que
produce a su vez la estimulación autocrina y paracrina y células TH
y T citotóxicas CD8+ (TC). Posteriormente a la secreción inicial de
IL-2 ocurre la secreción de diversas citocinas que promueven la diferenciación
de estas células TH, llamadas TH0, hacia tres tipos de
linaje: TH1, TH2 o TH315.
Regulación de la producción de IgE por
las células T: Patrón de secreción de
citocinas en células TH1, TH2 y TH3 Las
células T juegan un papel fundamental en la producción de IgE y por lo tanto en
la aparición de Hipersensibilidad inmediata; este hecho está documentado en
estudios que describen la deficiencia de células T relacionada con niveles
extremadamente elevados de IgE, los cuales pueden retornar a sus cifras
normales después de realizar transplantes de Médula Ósea5. Otro
proceso molecular que produce reacciones de Hipersensibilidad de tipo I por
elevados niveles de IgE involucra la deficiencia de producción de Interferón γ
(IFN-γ), citocina clave de la respuesta TH115. Conceptualmente,
las células TH1 están asociadas a respuestas citotóxicas o de
Hipersensibilidad Retardada, las cuales involucran secreción de IFN-γ e IL-12,
mientras que las respuestas TH2 son de tipo inflamatorio e implican
la secreción de IgE, así como la producción de IL-4 e IL-5. Las células TH1 generan respuestas inmunitarias que
proporcionan una defensa efectiva contra infecciones virales y otros patógenos
intracelulares, dependiente de la interacción con células presentadoras de
antígeno. Las células TH2 poseen acción efectiva contra parásitos
especialmente y producen aumento de la inflamación debida a producción de IgE
con infiltración eosinofílica, además del papel fundamental que juegan en ella
los mastocitos y basófilos. En un estudio de la regulación de la respuesta
inmunitaria de individuos atópicos y no atópicos, se aislaron células T CD4+ específicas
para alergenos derivados del polvo. Las
células provenientes de individuos atópicos produjeron secreción de IL-2, IL-4
y TNF-β, pero no IFN-γ y permitieron la producción sostenida de IgE in vitro.
Los clones de individuos no atópicos secretaron IL-2 e IFN-γ pero muy bajas
cantidades de IL-4, lo cual suprimió la producción de IgE16.
Paralelamente, las citocinas secretadas por las células TH3 son TGF-
β e IL-10; la evidencia sugiere que las células de tipo TH3 poseen
un papel regulador de la respuesta inmunitaria16. De este modo, las células TH1 estimulan
macrófagos con avidez para fagocitosis, linfocitos CD8+ citotóxicos que cumplen
funciones líticas y células B productoras de anticuerpos opsonizantes.
Constituyen así una respuesta eminentemente celular, cuyo producto general es
el de resolución de la respuesta, autolimitación y daños menores.
Contrariamente, la reacción de tipo TH2 está caracterizada por la
generalización del proceso inflamatorio, debida a la naturaleza humoral y no
autolimitada de las funciones efectoras puestas en marcha gracias a la acción
de las citocinas secretadas. Una respuesta de tipo TH2 normalmente
se traduce en procesos de cronicidad y repetición de la sintomatología,
progresión y daño tisular grave sin autolimitación. Es este el tipo de
respuesta que se observa en el caso de hipersensibilidades. Como se ha
explicado anteriormente, la Hipersensibilidad Inmediata es mediada por
secreción de tipo TH2 o por deficiencias en la limitación de la
respuesta inmunitaria por bajas secreciones de tipo TH3, que
involucra de modo característico niveles séricos elevados de IgE.
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