Julio-Septiembre 2010 43
ISSN 1317-987X
 
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Cirugía
Corrección quirúrgica en el sí­ndrome postneumonectomí­a mediante prótesis de autoexpansión tisular de silicona tipo sur. Reporte de un caso.

Discusión

El término de sí­ndrome postneumonectomí­a fue utilizado por vez primera por Wasserman et al (4), para describir el cuadro clí­nico de un varón de 23 años con disnea y estridor inspiratorio un año después de una neumonectomí­a. La mayorí­a de los casos publicados, y especialmente los primeros se asocian a una neumonectomí­a derecha. Cuando se trata de una neumonectomí­a izquierda está presente un arco aórtico derecho. Más recientemente se han publicado casos secundarios a neumonectomí­a izquierda, con disposición aórtica normal (3,4,5). El sí­ndrome postneumonectomí­a es una complicación inusual de la neumonectomí­a, consecuencia del desplazamiento excesivo de las estructuras mediastí­nicos hacia el espacio pleural vací­o (3). El signo clí­nico omnipresente es la disnea, asociada en muchos casos a estridor y achacada por los autores a la compresión extrí­nseca del bronquio contra la columna vertebral o la aorta (4). Hay un caso descrito con asfixia y atragantamiento producido por la ingestión de sólidos, proponiéndose en este caso la compresión de la tráquea, al pasar el alimento, como motivo causante. Ninguna descripción refiere claramente problemas directos derivados de la tramlión de los grandes vasos, aunque excepcionalmente se ha descrito en lactantes (6). Nuestro paciente presentó deformidad de la pared costal del hemitórax derecho, disnea moderada, disfagia moderada más probablemente por incoordinación en la deglución, debida al excesivo desplazamiento, que por compresión y sobre todo, cansancio fácil. El diagnóstico debe realizarse por exclusión, cuando se asocia desplazamiento mediastí­nico, disnea y/o colapso vascular y se descartan enfermedades como un embolismo pulmonar, la exacerbación de una EPOC, infecciones del tracto respiratorio, recurrencias del cáncer o un fracaso cardí­aco de otro origen. Las dificultades respiratorias pueden oscilar entre una mí­nima presencia de estridor y la insuficiencia respiratoria grave por la implicación del mediastino desviado, pues en estos casos la compresión bronquial puede no existir. Las técnicas de imagen ayudan a establecer un diagnóstico, pues siempre evidencian una hiperinsuflación del pulmón, junto con una marcada desviación del mediastino, llegando el corazón y la aorta a contactar con la pared costal, y el bronquio, traccionado y comprimido, contra la columna vertebral. El tratamiento actual ofrece dos posibilidades: a) intervención abierta con recolocación del mediastino y su mantenimiento con una prótesis intratorácica, y b) colocación endobronquial de una prótesis autoexpandible. La primera modalidad recupera la fisiologí­a del paciente y es la más adecuada cuando existe afectación de la pared torácica junto con sintomatologí­a cardiovascular, esofágica y no sólo una malacia traqueobronquial (5,6,7). í‰sta fue la circunstancia de nuestro paciente y no dudamos en la elección de este tratamiento. Respecto al acto quirúrgico, es importante liberar cualquier tipo de fibrosis que impida la correcta recolocación del mediastino, evitando al tiempo que las prótesis ejerzan una presión excesiva contra los órganos mediastí­nicos. Si ha transcurrido poco tiempo, estas adherencias pueden no haberse formado, pero en nuestro caso debido al tiempo de la neumonectomí­a, más de un año, estaban presentes por lo que hubo que retí­ralas. En cuanto a las prótesis intratoracicas se han descrito buenos resultados con prótesis mamarias de silastic (6,7,8). Recientemente, también se han implantado expansores tisulares, de los utilizados en cirugí­a plástica. La ventaja de estos últimos está en la posibilidad de añadir o extraer lí­quido después de la cirugí­a (a través del puerto subcutáneo) y en la ausencia de silicona. El inconveniente está en el riesgo de presentar fugas y no tener garantizada una durabilidad predeterminada. La cantidad de solución salina a introducir en la prótesis para conseguir la reposición óptima del mediastino se desconoce, aunque la mayorí­a de los autores utiliza, para la población adulta, volúmenes entre 750 y 1.300 ml, con buenos resultados (6,7). La prótesis de auto expansión tisular utilizadas por nosotros contení­an algo menos de los 1000 ml teóricos de capacidad, sin que fuera preciso extraer lí­quido en el postoperatorio. En el momento actual parece desaconsejado utilizar prótesis mamarias (de volumen fijo) de silicona, aunque están apareciendo algunas de este tipo, sin silicona, que podrí­an ser útiles, sin tener los inconvenientes de las pérdidas o la durabilidad. Baldini y Cesaro (1), reportaron un caso de una paciente femenina de 32 años de edad, quien inició su enfermedad a finales de mayo de 1995, con diagnosticó de neumoní­a de lóbulo superior derecho. A pesar de su tratamiento, la evolución fue tórpida, con hallazgo radiológico de atelectasia del lóbulo superior derecho. Se le practicó una fibrobroncoscopia en la que se observó la presencia de lesión de aspecto tumoral con obstrucción total del bronquio lobar superior derecho, con extensión al bronquio intermedio. Por lo que se le practicó neumonectomí­a derecha, con reporte de anatomí­a patológica de tumor carcinoide tí­pico. Un año después de la cirugí­a, la paciente comienza a presentar sí­ntomas de disnea progresiva, estridor y cuadros infemliosos respiratorios, que remití­an con antibióticos. En la radiografí­a de tórax pósteroanterior, realizada se evidencia un gran desplazamiento del corazón, grandes vasos, tráquea y bronquio principal izquierdo, hacia el hemitórax derecho. Este desplazamiento y rotación en el mediastino, ocasiona un severo aplastamiento anteroposterior del bronquio principal izquierdo, entre la arteria pulmonar izquierda y la aorta y la columna vertebral, provoca una retención de aire con la consecuente sobredistensión del pulmón izquierdo y su salida al hemitórax derecho. Como se puede observar los sí­ntomas comienzan a aparecer después del año de haberse practicado la cirugí­a, tal como ocurrió en nuestro caso. Aunado a esta situación nuestro paciente no presentaba malacia a pesar de ser una neumonectomí­a derecha, esto puede estar relacionado con el poco tiempo transcurrido, y que según Grillo et al (9), sólo aparecerí­a en las neumonectomí­a derechas con compresión del bronquio entre la aorta y la arteria pulmonar. No sucederí­a cuando el bronquio queda situado entre la columna vertebral y la arteria pulmonar. Granero y col (10), Presentaron dos casos de pacientes a los que se les implantó una prótesis auto expandible de Silicona rellena de suero fisiológico tras la realización de neumonectomí­a derecha para evitar la hiperexpansión del pulmón contralateral y migración de las estructuras mediastí­nicas. La prótesis se rellena periódicamente manteniendo columna vertebral, diafragma y mediastino en su posición anatómica mientras los niños están creciendo. Las prótesis autoexpandibles de silicona son una buena opción para evitar el Sí­ndrome de Postneumonectomí­a en niños. Por ultimo Casanova y col (11), presentaron el caso de un varón de 72 años que, tras ser sometido a una neumonectomí­a izquierda por una neoplasia de pulmón, desarrolló un cuadro de disfagia y fatigabilidad progresiva, junto con un signo de hipotensión arterial por bajo gasto cardí­aco, entre otros, y tras comprobar el excesivo desplazamiento del mediastino, se diagnosticó de sí­ndrome postneumonectomí­a. Se intervino quirúrgicamente, introduciéndose dos prótesis de expansión tisular de 1.000 ml y 400 ml, para mantener la recolocación del mediastino, corrigiéndose el cuadro de forma inmediata.

Conclusiones: El sí­ndrome postneumonectomí­a tras la neumonectomí­a bien sea derecha o izquierda es una complicación inusual, pero su frecuencia puede ser más elevada de lo comunicado, especialmente cuando se trata de una neumonectomí­a izquierda ya que el cuadro puede quedar enmascarado como un shock cardiogénico y conducir a la muerte del paciente, sin llegar a realizarse un diagnóstico etiológico. Sin embargo su diagnóstico temprano permite planificar la corrección quirúrgica la cual es sencilla y determina la desaparición de los sí­ntomas y que con las prótesis de expansión tisular puede realizarse de forma segura y eficaz.





Continua: Referencias

Corrección quirúrgica en el sí­ndrome postneumonectomí­a mediante prótesis de autoexpansión tisular de silicona tipo sur. Reporte de un caso.
Introducción
Presentación del caso
Resolucion del caso
Discusión
Referencias

NOTA: Toda la información que se brinda en este artículo es de carácter investigativo y con fines académicos y de actualización para estudiantes y profesionales de la salud. En ningún caso es de carácter general ni sustituye el asesoramiento de un médico. Ante cualquier duda que pueda tener sobre su estado de salud, consulte con su médico o especialista.





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