Marielsa Gil F.
marielsagilfd@hotmail.com
Laboratorio de Diagnóstico Bacteriológico, Departamento de Microbiología, Escuela de Ciencias Biomédicas y Tecnológicas, Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad de Carabobo, Venezuela
Keidy Merchán B.
Laboratorio de Diagnóstico Bacteriológico, Departamento de Microbiología, Escuela de Ciencias Biomédicas y Tecnológicas, Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad de Carabobo, Venezuela
Guimarys Quevedo B.
Laboratorio de Diagnóstico Bacteriológico, Departamento de Microbiología, Escuela de Ciencias Biomédicas y Tecnológicas, Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad de Carabobo, Venezuela
Alexander Sánchez B.
Laboratorio de Diagnóstico Bacteriológico, Departamento de Microbiología, Escuela de Ciencias Biomédicas y Tecnológicas, Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad de Carabobo, Venezuela
Graciela Nicita R.
Departamento de Investigación y Desarrollo Profesional, Escuela de Bioanálisis, Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad de Carabobo, Venezuela.
Tomás Rojas F.
Laboratorio de Diagnóstico Bacteriológico, Departamento de Microbiología, Escuela de Ciencias Biomédicas y Tecnológicas, Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad de Carabobo, Venezuela
Julieta Sánchez V.
Laboratorio Clínico la Viña, Centro Policlínico la Viña. Valencia, Edo. Carabobo, Venezuela
Mariam Finol
Laboratorio Clínico la Viña, Centro Policlínico la Viña. Valencia, Edo. Carabobo, Venezuela
Microbiología Formación de biopelículas en aislados de Staphylococcus aureus según la susceptibilidad antimicrobiana y la procedencia clínica Fecha de recepción: 17/03/2015
Fecha de aceptación:
04/06/2015
El objetivo de la investigación fue estudiar la capacidad de formación de biopelículas en aislados de S. aureus según la susceptibilidad antimicrobiana y la procedencia clínica. Se estudiaron 141 aislados, 64 obtenidos de portadores asintomáticos y 77 de procedencia infecciosa. Se investigó la susceptibilidad antimicrobiana por el método de Kirby-Bauer y la formación de biopelículas por microplacas de poliestireno. El 92% de la población bacteriana fue capaz de formar biopelículas. Las cepas sensibles y resistentes mostraron un grado de formación entre débil y moderado indistintamente, mientras que las de procedencia infecciosa mostraron una inclinación a moderadamente formadoras 28% y las de portadores asintomáticos expresaron una tendencia débilmente formadora 27%. No existe asociación entre susceptibilidad antimicrobiana y procedencia clínica con la capacidad de formación de biopelículas (p>0,05), sin embargo, si existe asociación entre el grado de formación con respecto a la procedencia clínica (p<0,05) siendo un aporte de la investigación.
Palabras Claves:Biopelículas; susceptibilidad antimicrobiana; procedencia del aislamiento; origen clínica; portadores asintomáticos; Staphylococcus aureus.
Title Biofilm formation by strains of Staphylococcus aureus according to the antimicrobial susceptibility and clinical origin
Abstract
The objective of this research was to study the ability of biofilm formation on S. aureus isolates according to the antimicrobial susceptibility and its clinical origin. The study included 141 isolated of S. aureus, 64 obtained from asymptomatic carriers and 77 of infectious origin. The antimicrobial susceptibility was investigated by the Kirby-Bauer method and the biofilm formation by polystyrene microplates. 92% of the bacterial population was able to form biofilms. The sensitive and resistant strains showed a degree of biofilm production between weak to moderate, while those of infectious origin showed an inclination to moderate formation (28%) and isolates from asymptomatic carriers expressed weak biofilm production (27%.) There was no association between antimicrobial susceptibility and isolate origin with the capacity of biofilm formation (p> 0.05); however, there was an association between the degree of biofilm production for isolates of clinical origin (p<0.05).
Key Word Biofilms; antimicrobial susceptibility; source of isolates; clinical origin; asymptomatic carriers; Staphylococcus aureus.
Introducción
Los
acontecimientos actuales reflejan que Staphylococcus
aureus representa una de las principales causas de morbi-mortalidad para el
hombre en el mundo (1). Su potente actividad infecciosa, virulencia,
versatilidad y marcada patogenicidad lo convierte en uno de los principales
agentes que ocasionan diversas patologías en el ambiente intra y extrahospitalario(2,3).
Presenta una resistencia importante a las condiciones ambientales normales; es
capaz de sobrevivir hasta tres meses en un cultivo a temperatura ambiente,
además provoca procesos infecciosos en piel, tracto respiratorio, genitourinario,
septicemia, impétigo y shock tóxico. A esto se le suma la capacidad del
microorganismo de encontrarse como flora habitual en fosas nasales, piel y
faringe sin desencadenar patología alguna, pero constituyendo un riesgo
epidemiológico, ya que puede transmitirse de un individuo a otro, conociéndose
esta condición como portador asintomático(4), así mismo esta
bacteria es considerada un gran problema de salud mundial por la dificultad que
implica el tratamiento, además de su alta incidencia y prevalencia en los
ambientes hospitalarios (5-7). A lo largo del tiempo, S. aureus ha desarrollado diferentes
mecanismos de supervivencia, entre los que se encuentran, la resistencia a los
antibióticos y la capacidad de formación de biopelículas, mostrando así su
habilidad de adaptarse al entorno (4,8).
En cuanto a la
resistencia frente a los antibióticos, en S.
aureus, se han descrito varios mecanismos, entre ellos, la producción de
enzimas betalactamasas (plasmídicas, inducibles y extracelulares), la aparición
de modificaciones que impiden la llegada del fármaco al punto diana (mutaciones
de las porinas o alteración del sistema de transporte), la alteración del propio sitio blanco (como
la alteración a nivel del ARNr 23S y de la modificación de la proteína fijadora
de penicilinas PBPs transformada a una proteína adicional denominada PBP2a
codificada por el gen mecA (4, 6, 9 – 12).
En adición a lo
expuesto, se suma la capacidad de S. aureus
de formar biopelículas, las cuales son agrupaciones microbianas de constitución
compleja caracterizadas por células que están adheridas a un substrato vivo o
inerte, pertenecientes o no a un mismo género, en donde existe una alteración
de fenotipo en relación con la tasa de crecimiento y transcripción génica (13-15).
Esto le confiere a las bacterias cualidades para sobrevivir que no
desarrollarían en su estado individual, favoreciendo la permanencia de la
bacteria en el hospedador y
desarrollando cronicidad en los procesos infecciosos. Por tanto, está
directamente relacionada con el aumento de la resistencia antimicrobiana (16,17).
Todo esto
gracias a la presencia de una matriz de sustancias poliméricas extracelulares
que está constituida por agua, proteínas, ácidos nucleicos y exopolisacárido,(13,18)
siendo este último diferente para cada género bacteriano y en ocasiones para cada
especie, en el caso de S. aureus el
exopolisacárido está conformado principalmente por poli-N-acetil-glucosamina (13,15).
Esta matriz actúa como una barrera física y química que imposibilita la llegada
de concentraciones adecuadas de antibiótico a la bacteria (13).
Esta investigación pretende asociar la capacidad
de formación de biopelículas en aislados de Staphylococcus
aureus según la susceptibilidad antimicrobiana y su procedencia clínica.
Materiales y métodos
El estudio está
enmarcado en una investigación de tipo descriptivo correlacional, de corte
transversal, prospectivo y con un diseño no experimental (19,20). La
población estuvo representada por 141 aislados de Staphylococcus aureus, de las cuales 64 provenían de portadores
asintomáticos y 77 de procedencia infecciosa, estos aislados fueron
recolectados posterior a la permisología otorgada por el Laboratorio de
Diagnóstico Bacteriológico del Departamento de Microbiología de la Universidad de
Carabobo y por el Laboratorio Clínico La Viña (Centro Médico Privado, Valencia, Venezuela)
respectivamente, entre mayo-noviembre del año 2013, cumpliéndose con el
requisito del consentimiento informado de los pacientes involucrados. La
muestra estuvo constituida por el total de las cepas que conformó la población.
Una vez
recolectados los aislados de S. aureus provenientes
de portadores asintomáticos y de procesos infecciosos, se realizaron las pruebas
bioquímicas convencionales para confirmar su identificación como lo describe la
literatura (21). Posteriormente se conservaron en la bacterioteca hasta
agotar el tiempo establecido de recolección, seguidamente se procedió a repicar
las bacterias almacenadas en caldo BHI (Infusión Cerebro Corazón) y luego en
agar manitol salado, con la finalidad de obtener cepas frescas o recién
cultivadas.
Prueba de susceptibilidad antimicrobiana
De colonias aisladas, se preparó una suspensión bacteriana ajustada
al patrón 0,5% Mc Farland equivalente a 1.5 x 108UFC/mL,
en solución salina fisiológica con el cual se ejecutó
la prueba de susceptibilidad antimicrobiana por el método cualitativo Kirby
Bauer. Se usaron discos de sensibilidad marca BD BBLR de oxacilina
(OX: 1 µg) y cefoxitín (FOX: 30 µg), para detectar cepas de S. aureus resistentes a meticilina (SARM),
clindamicina (CC: 2 µg ) y eritromicina (E: 15 µg) teniendo en cuenta la
colocación frente a frente de estos discos para realizar el D-test, con la finalidad
de evidenciar cepas con resistencia a macrólidos y lincosamidas de los
siguientes fenotipo: 1) cMLSB resistencia
constitutiva a E y CC (D-test negativo), 2) MSB resistencia
constitutiva a E y sensible a CC sin achatamiento (D-test negativo) y 3) iMLSB resistencia a E y sensible a CC con achatamiento (D-test positivo),
resistencia exclusiva a lincosamidas por presencia de enzimas
nucleotidiltransferasas (E- Lnu) poco frecuente. Finalmente para la detección
de cepas con resistencia a vancomicina (VRSA) y cepas con resistencia intermedia
a vancomicina (VISA), se utilizó el método de dilución en Agar BHI suplementado
con 6 µL/mL de vancomicina (CMI ≥ 8µL/mL)
y método de dilución en caldo en (CMI ≤ a 4µL/mL). Todas las lecturas se interpretaron según los criterios
establecidos por la CLSI
(Instituto de Estándares Clínicos y de Laboratorio) (11,22).
Para evaluar el buen funcionamiento de los discos de antibióticos y
del Agar Muller Hinton se utilizó la cepa de referencia S. aureus ATCC 25923 adquirida en el Centro Venezolano de Colección
de Microorganismos, cuyos halos fueron comparados con los rangos establecidos
por la CLSI. Para
evaluar el agar BHI suplementado con vancomicina se utilizaron las cepas de
referencia Enterococcus faecalis ATCC
29212 y ATCC 51299 (22,23).
Una vez obtenidas las lecturas se
clasificaron las cepas en dos grandes grupos, un primer grupo constituido por
cepas sensibles a todos los antibióticos mencionados y un segundo grupo que
estuvo conformado por cepas resistentes a al menos un antibiótico o más, con
los cuales se realizó la asociación en cuanto a la formación de biopelículas en
ambos grupos.
Cuantificación de la capacidad de
formación de biopelículas
Se efectuó mediante la técnica de microplaca en pozos de
poliestireno (método colorimétrico) descrita por Al-Shuneigat et al. citado en Rojas y col (2012). Se preparó
una suspensión bacteriana ajustada al patrón 0,5% Mc Farland en caldo soya tripticasa. De
esta suspensión se dispensó 20 μL en cada pozo, más 180 μL de caldo soya
tripticasa con glucosa al 0,25% (dilución 1:10) para luego incubar en cámara
húmeda por 24 horas a 37°C.
Pasada la incubación, en cada pozo se realizaron dos lavados con solución
buffer fosfato salino estéril (PBS, pH
7,2). Se añadieron 200 μL de solución de cristal violeta al 0,01 %
manteniéndose a temperatura ambiente por 30 min y posteriormente se realizaron
dos nuevos lavados con solución PBS. Seguido a esto se adicionó 200 μL de etanol al 95% para
solubilizar el colorante adherido a las paredes, cuantificándose su densidad
óptica (DO) como una estimación de la capacidad de formación de biopelículas,
la medición se realizó a 490 nm utilizando un lector de micro ELISA (Stat Fax
303 Plus) (24).
Cada aislado se
evaluó por cuadruplicado, incluyendo en cada ensayo ocho pozos sin inocular
interpretándose estos como controles negativos y adicionalmente se introdujeron
ocho pozos con aislados conocidos por sus altas capacidades de formación de
biopelículas tomados de la bacterioteca del Laboratorio de Diagnóstico
Bacteriológico (cuatro pozos para Klebsiella
pneumoniae y cuatro pozos para Pseudomonas
aeruginosa), estos últimos se interpretaron como controles positivos.
Para la clasificación de cada aislado, en cuanto a su capacidad de
formación de biopelículas, se utilizaron ecuaciones matemáticas que contiene la DO de los pozos control
negativo como lo cita Rojas y col, adicionándose una variante que
incluye la DO de los controles positivos tal como sigue: se calculó la media
aritmética () de las DO obtenidas a 490nm de los controles
positivos y de los controles negativos para ser utilizados en las siguientes
tres fórmulas:
VM: DOc (+) – DOc (-)/2
PC1: VM – DOc(-)/2 + DOc (-)
PC2: DOc(+) –VM/2 + VM
Donde
las siglas significan:
VM: valor medio; DOc (+):() de las densidades óptica
a 490 nm de los controles positivos; DOc (-): () de las densidades
ópticas a 490 nm de los controles negativos; PC1: primer punto de corte; PC2:segundo punto de corte.
A partir de los
valores de VM, PC1 y PC2 obtenidos se establecieron los rangos para la
clasificación de la capacidad de formación de biopelículas en cuatro
categorías: fuerte, moderada, débil y no formadora. Interpretado de la
siguiente manera: serán no formadoras cuando los valores se ubiquen entre la DOc
(-) hasta cifras ≤ PC1, débilmente formadora cuando los valores se encuentren
> PC1 ≤ VM, moderadamente formadoras cuando los valores sean > VM ≤ PC2 y
fuertemente formadora con valores > PC2.
Análisis de los datos
El análisis
descriptivo de los datos se expresó mediante tablas y gráficos de barra en
porcentaje. Por otra parte, la asociación de la capacidad de formación de
biopelículas con la susceptibilidad antimicrobiana y con la procedencia clínica
se efectuó mediante la prueba Chi2 de Pearson, con un nivel de confianza de 95 %.
Resultados
El número de
cepas evaluadas fueron 141 representando el 100% de la población, estas fueron
agrupadas de dos maneras, la primera según los patrones de susceptibilidad antimicrobiana
51,8% cepas sensibles y 48,2% cepas con patrones fenotípicos de resistencia
adquirida, entre estas últimas se encuentra un 22,6% de cepas SARM, 12,7% con
resistencia constitutiva a CC y E (cMLSB), 14% resistencia
constitutiva a E (MSB), 13,4% aislados con resistencia inducible a
CC (iMLSB), 1,4% de resistencia
a CC (E Lnu) y 0% de VISA y VRSA (Tabla1) y la segunda según el origen de procedencia, 54,7%
pertenecientes a procedencia infecciosa y 45,3% de portadores asintomáticos.
Tabla 1.
Distribución de los patrones fenotípicos de resistencia de los aislados de S. aureus de procedencia clínica y de
portadores sanos.
El 92% de la
población bacteriana fue capaz de formar biopelículas. Al realizar la
asociación entre la formación o no de biopelículas y la susceptibilidad
antimicrobiana, a través de la prueba de
Chi2 se obtuvo un valor de 0,10 y un valor de p = 0,7574, lo que
indica que no hubo asociación entre ambas variables.
En la figura 1, se observa el grado de formación de biopelículas de la población
bacteriana de acuerdo a la susceptibilidad antimicrobiana, destacando que las
cepas de S. aureus que expresaron un patrón sensible mostraron una
inclinación a ser débilmente formadoras, mientras que las cepas con patrón
resistente no mostraron una inclinación específica de capacidad formadora, ubicándose
entre un grado débil y moderadamente formador. En relación, a la asociación
entre el grado de formación de biopelículas y la susceptibilidad antimicrobiana,
al realizar la prueba de Chi2 se obtuvo un valor de 0,85 y un valor
de p = 0,3560, lo que indica que no hay asociación entre ambas variables.
Figura 1. Susceptibilidad antimicrobiana en cepas de Staphylococcus aureus, versus la capacidad de formación de biopelículas.
En cuanto, a la asociación de las cepas de S. aureus en formar o no biopelículas y
la procedencia clínica, al realizar la prueba de Chi2 se obtuvo un
valor de 0,09 y un valor de p = 0,7613, lo que indica que no existe asociación.
Mientras
que, en la figura 2, se evidencia el grado de formación de biopelículas de la
población bacteriana de acuerdo a la procedencia clínica,resaltando que las
cepas obtenidas de portadores asintomáticos presentaron una tendencia a ser
débilmente formadoras (27%), en tanto que las cepas provenientes de procesos
infecciosos mostraron una inclinación a una formación moderada (28%). En
relación, a la asociación entre el grado de formación de biopelículas y la procedencia
de las cepas, al realizar la prueba de Chi2 se obtuvo un valor de
6,72 y un valor de p = 0,0095, lo que indica que sí hay asociación entre ambas
variables.
Figura 2. Procedencia de las cepas de Staphylococcus aureus versus la capacidad de formación de biopelículas
Discusión
Los aislados
de S. aureus provenientes de los procesos infecciosos expresaron un 93%
de capacidad en formar biopelículas, lo cual coincide con la investigación
realizada por Arteaga y col en el año 2010, donde analizaron la formación “in vitro” de biopelículas y sus
características moleculares en cepas de SARM de procedencia infecciosa,
obteniendo un 96% de cepas capaces de formar biopelículas; datos cercanos
a los hallados en esta investigación, con la diferencia que Arteaga y col
reportan una tendencia de grado de formación
entre débil y fuerte (25) y en la presente investigación la tendencia fue en
rango moderado.
Así mismo, Cháves y col. en el año 2000, analizaron la
capacidad de formación de biopelículas en cepas de origen infeccioso y de
pacientes asintomáticos en dos especies
bacterianas S. aureus y S. epidermidis, encontrando que las cepas
de procedencia infecciosa de S. aureus expresaron menor capacidad de
formar biopelículas 45% que las de
portadores asintomáticos 74% (26). Estos datos resultan diferentes con lo observado en
el presente estudio, en el que no hubo diferencia significativa en este
aspecto, obteniendo 93% y 92% respectivamente.
Por otra parte, Ibarra
y col en el 2012 estudiaron la formación y cuantificación de
biopelículas de Complejo C. albicans,
S. aureus y de ambas (mixtas). Obteniendo
mayor grado de formación de biopelículas en S.
aureus aislados de proceso infeccioso, que el obtenido por la cepa de
referencia utilizada como control. Estos resultados se acentuaron aún más con
la cepa de Complejo C. albicans. Los
autores concluyeron que lo anterior probablemente se debe a que los
aislamientos clínicos presentaban factores de virulencia activados y por ello
se desarrollan con mayor patogenicidad que la cepa de referencia, viéndose
reflejado en la formación de biopelículas (27). Aunque esta teoría no es comprobable con esta
investigación, la misma podría ser útil en explicar los resultados obtenidos en
la presente investigación, en la que se observa un grado moderado de formación
de biopelículas en los aislados provenientes de procesos infecciosos en
comparación con un grado débil de formación en los aislados de portadores
asintomáticos.
En conclusión,
los resultados obtenidos sugieren que la susceptibilidad antimicrobiana no
interviene en que las bacterias sean capaces o no de formar biopelículas, así
como tampoco afecta en el grado de formación de las mismas. De igual manera, la procedencia de las cepas
de S. aureus, tampoco influye en la
capacidad de formar o no biopelículas, sin embargo, el grado de formación (débil,
moderado o fuerte) se ve afectado de manera directa por la procedencia de las
cepas, donde las de origen infeccioso muestran un mayor grado de formación en
comparación con las provenientes de portadores asintomáticos.
Este dato es
relevante ya que el grosor de la biopelícula está directamente relacionado con
la dificultad de erradicarla, por lo que es interesante conocer la capacidad
del microorganismo en formar biopelículas y en qué grado lo hace, para
futuramente inclinar los estudios hacia tratamientos específicos para cada
caso.
Así mismo, es de
interés conocer que las cepas de portadores asintomáticos aun cuando muestran
un grado débilmente formador, son capaces en su mayoría de presentar este
mecanismo de supervivencia y si a ello se le suma que en este grupo se encontró
S. aureus con diversos patrones
fenotípicos de resistencia adquirida (Tabla 1), esto sugiere la necesidad de
extremar las medidas de asepsia en procesos de venipunción e implantación de
catéteres, así como también en la escogencia del tratamiento, ya que se trata
de individuos sanos con cepas con
potencialidad para colonizar superficies y con importantes mecanismos de
resistencia.
Finalmente, estos
resultados aluden, que la diseminación de cepas que provienen de procesos
infecciosos aporta un riesgo adicional como factor de virulencia, debido a que
están más dispuestas a formar biopelículas en un nivel mayor, lo cual
representa una variable importante a considerar en el control de este
microorganismo.
Agradecimientos
Los autores agradecen al Laboratorio Clínico La Viña, al Departamento de
Microbiología de la Universidad de
Carabobo, al Lcdo. Luis González, a la Dra. Eogracia Guzmán a la Lcda. Greysy Ochoa y al T.S.U. Esther Perozo por la colaboración,
asesoramiento y apoyo técnico brindado a esta investigación.
Referencias
1.Sánchez
C. ¿Antibióticos, ayer hoy, mañana? Química Viva. 2006; 5(2):63-67. Link
2.Zendejas G, Avalos H,
Soto M.Microbiología general de Staphylococcus aureus:
Generalidades, patogenicidad y métodos de identificación. Rev Biomed 2014; 25:129-143. Link
3.Figueroa
G, Navarrete P, Caro M, Troncoso M, Faúndez G. Portación de Staphylococcus aureus
enterotoxigénicos en manipuladores de alimentos. Rev méd Chile.
2002; 130(8):859-864. Link
4.Bustos
J, Hamdan A, Gutiérrez M. Staphylococcus aureus: la reemergencia de un
patógeno en la comunidad. Rev Biomed2006; 17, (4): 287-305. Link
5.Nodarse
R, Del Campo A. Staphylococcus aureus resistente a meticilina como causa
de infección de piel y partes blandas. Rev Cub Med Mil. 2013; 42(1):
116-123. Link
6.Mella S. Staphylococcus aureus resistente
a vancomicina. Rev.
chil. infectol.
2002; 19(3): 186-187. Link
7.Benavides-Plascencia
L, Aldama-Ojeda A, Vázquez H. Vigilancia de los niveles de uso de antibióticos
y perfiles de resistencia bacteriana en hospitales de tercer nivel de la Ciudad de México. Salud
Pública Méx. 2005; 47(3): 219-226. Link
8.Castrillón
L, Ramos A, Desgarennes M. Importancia de las biopelículas en la práctica
médica. Dermatología Rev Mex. 2010; 54(1): 14-24. Link
9.Tibavizco
D, Rodríguez J, Silva E, Cuervo S, Cortés J. Enfoque terapéutico de la
bacteriemia por Staphylococcus aureus. Biomédica. 2007; 27(2):
294-307. Link
10.Tamariz
J, Cruz J, Atencia A, Figueroa J, Horna G, Guerra H. Resistencia a clindamicina
inducida por eritromicina en Staphylococcus aureus aislados de tres
hospitales de Lima, Perú. Acta Médica Peruana.2009; 26(1): 12-16. Link
11.Morosini
M, Cercenado E, Ardanuy C, Torres C. Detección fenotípica de mecanismos de
resistencia en microorganismos grampositivos. Enferm Infecc Microbiol Clin. 2012; 30 (6):325-332. Link
12.Gordillo
M, Mejía C, Cortés R. Resistencia Antimicrobiana en el Hospital Roosevelt del
Período Enero 2009 a
Junio 2011.Col Med. 2011; 4(3):8-20. Link
13.Nazar
J. Biofilms bacterianos. Rev. Otorrinolaringol. Cir. Cabeza Cuello.2007;
67(1): 161-172. Link
14.Serrano
J, Herrera D. La placa dental como biofilm: ¿Cómo eliminarla? RCOE.2005;10
(4): 431-439. Link
15.Lasa
I, del Pozo L, Penadés J, Leiva J. Biofilms bacterianos e infección. An.
Sist. Sanit. Navar.2005; 28(2): 163-175. Link
16.Vanegas M. Resistencia a antibióticos
de bacterias aisladas de biopelículas en una planta de alimentos. MVZ
Córdova.2009; 14(2):1667-1676. Link
17.Naves
P, Prado, G, Huelves L, Gracia M, Ruiz V, Blanco J, Rodriguez-Cerrato V, Ponte
M, Soriano F. Measurement of biofilm formation by clinical isolates of Escherichia
coli is method-dependent. Journal of Applied Microbiology.2008; 105
(1) 585-590. Link
18.Nathan
K, Mazaitis M, Costerton J, Leid M. Staphylococcus aureus biofilms.
Properties, regulation and roles in human disease. Virulence. 2011;
2(5): 445-459. Link
19.Sierra
C. Estrategias para la elaboración de un proyecto de investigación. Venezuela.
2004.
20.Lerma H. Metodología de la
investigación. Propuesta, anteproyecto y proyecto. Colombia. 2005.
21.Koneman E, Winn W, Allen S, Janda W,
Procop G, Schreckenberger P, et al. Diagnóstico
microbiológico. 6ta ed. Madrid-España: Editorial Médica
Panamericana; 2008.
22.Clinical
and Laboratory Standards Institute (CLSI). Performance Standards for
Antimicrobial Susceptibility Testing: Twenty-third Informational Supplement
M100-S23E.Wayne PA, USA: 2013. Link
23.Cona E.
Condiciones para un buen estudio de susceptibilidad mediante test de difusión
en agar. Rev. Chil. Infect. 2002, 19 (2): 77-81 Link
24.Rojas
T, Montoya A, Moreno A, Mujica R, Vásquez Y. Formación de biopelículas y
susceptibilidad antimicrobiana entre coliformes aislados en agua potable
embotellada en Carabobo, Venezuela.
Bol Mal Salud Amb.2012; 52(1): 87-97. Link
25.Arteaga
H, Escobar J, Leal L, Vanegas N. Análisis “in
vitro” de la formación de biofilm y sus características moleculares en
aislamientos clínicos de Staphylococcus aureus resistentes a meticilina
(SARM), provenientes de punta de catéter y bacteriemia. Rev. Méd. 2010;
9(1):1-9. Link
26.Chaves
E, Rojas A, Rivera P, Hernández F. Prevalencia de Cepas de Staphylococcus productoras
de biopelículas y con receptores FC aislados de muestras clínicas y de
individuos sanos. Rev. costarric. cienc. méd. 2000; 21(1-2):51-56. Link
27.Ibarra
C, Villar M, Gaitán L, Pozos A,
Mendoza R y Sánchez L. Ensayo de formación y cuantificación de
biopelículas mixtas de Candida albicans
y Staphylococcus aureus. Rev
Iberoam Micol. 2012;
29(4):214–22. Link
NOTA:Toda la información que se brinda en este artículo es de cará
cter investigativo y con fines académicos y de actualización para estudiantes y profesionales de la salud. En ningún caso es de carácter general ni sustituye el asesoramiento de un médico. Ante cualquier duda que pueda tener sobre su estado de salud, consulte con su médico o especialista.