Rodolfo Devera
rodolfodevera@hotmail.com
Doctor en Medicina Tropical. Docente y Coordinador Grupo de Parasitosis Intestinales, Departamento de Parasitología y Microbiología, Escuela de Ciencias de la Salud, UDO-Bolívar. Estado Bolívar, Venezuela.
Yubimar Uzcátegui
Médico Residente del Postgrado de Especialista en Puericultura y Pediatría. Departamento de Pediatría, Complejo Hospitalario Ruiz y Páez, Ciudad Bolívar, estado Bolívar, Venezuela
Adacrist Cordero
Médico Residente del Postgrado de Especialista en Puericultura y Pediatría. Departamento de Pediatría, Complejo Hospitalario Ruiz y Páez, Ciudad Bolívar, estado Bolívar, Venezuela
Ytalia Blanco
Licenciada en Bioanálisis. Docente. Departamento de Parasitología y Microbiología, Escuela de Ciencias de la Salud, UDO-Bolívar. Estado Bolívar, Venezuela.
Iván Amaya
Licenciado en Bioanálisis. Docente. Departamento de Parasitología y Microbiología, Escuela de Ciencias de la Salud, UDO-Bolívar. Estado Bolívar, Venezuela.
Ixora Requena
Médico Cirujano. Docente. Departamento de Parasitología y Microbiología, Escuela de Ciencias de la Salud, UDO-Bolívar. Estado Bolívar, Venezuela.
Rosangela Aray
Licenciada en Enfermería. Docente. Departamento de Parasitología y Microbiología, Escuela de Ciencias de la Salud, UDO-Bolívar. Estado Bolívar, Venezuela.
José Nastasi-Miranda
Licenciado en Enfermería. Docente. Departamento de Parasitología y Microbiología, Escuela de Ciencias de la Salud, UDO-Bolívar. Estado Bolívar, Venezuela.
Parasitología Anquilostomosis en niños de una comunidad indígena del estado Bolívar, Venezuela Fecha de recepción: 20/07/2015
Fecha de aceptación:
18/01/2016
El objetivo del presente estudio fue establecer la prevalencia de anquilostomosis y determinar las principales manifestaciones clínicas y algunos parámetros hematológicos y serológicos en niños de la comunidad indígena Itopoicon, municipio Heres, del estado Bolívar, Venezuela. En junio de 2014, se les analizó una muestra fecal mediante las técnicas de examen directo, Kato, Willis y sedimentación espontánea, a los habitantes menores de 16 años. Se realizó un examen clínico y una anamnesis orientada. Se tomó una muestra de sangre para determinar hemoglobina, IgE y eosinofilia. Se evaluaron 65 niños, determinándose una prevalencia de parasitosis intestinales de 89,2% y de anquilostomosis de 9,2% (6/65). De esos seis casos, el 66,7% (4/6) tenía manifestaciones clínicas, siendo lo más común palidez cutáneo mucosa y diarrea. La mayoría de los habitantes (86,2%) tenía anemia, aumento de eosinófilos y de los niveles séricos de IgE, pero sin diferencias estadísticas con relación a los no parasitados. En conclusión, se determinó una baja prevalencia (9,2%) de anquilostomosis en los niños de la comunidad evaluada.
Title Ancylostomiasis in children from an indigenous community of Bolivar State, Venezuela
Abstract
The aim of this study was to establish the prevalence of hookworm infection and determine the main clinical and hematological and serological parameters in children of the indigenous community Itopoicon, municipality Heres, Bolivar state, Venezuela. In June 2014, we obtained of the people under 16 years old, a stool sample and it was analyzed by direct examination, Kato, Willis and spontaneous sedimentation. A clinical examination and oriented anamnesis was carried. A blood sample was taken to determine hemoglobin, IgE and eosinophilia. 65 children were evaluated, we determined a prevalence of intestinal parasites of 89.2% and hookworm infection prevalence was of 9.2% (6/65). Of these six cases, 66.7% (4/6) had clinical manifestations, being paleness and diarrhea, the more commons. Most people (86.2%) had anemia, increased eosinophils and elevated serum IgE levels, but there were no statistical differences in relation to non-parasitized. In conclusion, we determined a low prevalence (9.2%) of hookworm infection in the children evaluated.
Key Word Ancylostomiasis; indigenous; anemia; children
Introducción
La anquilostomosis es la parasitosis intestinal causada por
helmintos nematodos de la familia Ancilostomatidae. Necator americanus y Ancylostoma
duodenale son los agentes etiológicos. Se estima que N. americuanus
es la especie más común (1-3). Ambos anquilostomideos pueden coexistir en un mismo hospedero y parece haber
poca competencia entre ellos debido a peculiaridades biológicas que los
diferencian. Una de las más importantes es que N. americanus ingiere menos sangre y causa menor pérdida de ella en
los puntos hemorrágicos de la mucosa (4).
Los anquilostomideos forman parte de los llamados
geohelmintos, junto con Ascaris
lumbricoides, Trichuris trichiura y
Strongyloides stercoralis, debido a que requieren pasar por la tierra para
completar su ciclo biológico. Una vez en el suelo si encuentran condiciones
apropiadas (humedad, sombra, detritus y temperatura superior a 10 °C) los huevos continúan
su desarrollo y en 24 a
36 horas ocurre la eclosión de las larvas rhabditoides características, las
cuales después de dos mudas se convierten en larvas filariformes que se constituyen
en la fase infectante para el hombre. Éste se infectará al entrar en contacto
su piel con estas larvas, las cuales penetran activamente. Las larvas pueden ser ingeridas y ocurrir también la infección por la orofaringe. Aunque se considera
que solo A. duodenale puede hacer eso pues N. americanus solo infecta por vía cutánea (3,4). Al
penetrar, las larvas alcanzan los vasos sanguíneos y linfáticos y así la
circulación general, para luego cumplir el ciclo de Looss y llegar a su hábitat
definitivo en el intestino donde culmina su maduración hasta adulto. Éstos pueden
vivir de 7 a 10 años en el caso de Necator
y de 1 a
3 años para A. duodenale(4,5).
En las zonas endémicas la población infantil es la más
susceptible a la infección por anquilostomideos ya que además de infectarse
fácilmente por el contacto con la tierra, los niños tienen un papel importante
en la contaminación del peridomicilio depositando sus heces allí. Además, el
hábito de andar descalzo que se observa en estas poblaciones, favorece la
ocurrencia de la infección (1).
Existe una relación entre anquilostomosis, pobreza,
analfabetismo y el deficiente saneamiento ambiental de las poblaciones. De allí
lo difícil que es eliminar o erradicar esta infección de las áreas pobres y con
saneamiento ambiental deficiente (6,7). Además, en años recientes la
anquilostomosis ha sido considerada una de las principales enfermedades
desatendidas causadas por helmintos en todo el mundo (7).
Los anquilostomideos son los principales parásitos
causantes de anemia y su infección crónica se asocia con trastornos de
crecimiento y desarrollo en los niños afectados (5,8-11). Igualmente
se ha determinado alteraciones de otros parámetros hematológicos en niños
infectados (10,11).
La confirmación de la sospecha clínica de anquilostomosis se realiza mediante
la observación de los huevos característicos de los helmintos en las heces.
Aunque éstos pueden observarse en el examen directo, debido a la relativa poca
cantidad de huevos que elimina una hembra adulta, suelen requerirse técnicas de
concentración y más si la infección es leve a moderada (menos de 100 adultos en
el intestino). De esas técnicas, la de Stoll y Kato-Katz permiten la
cuantificación de huevos por gramo de heces. Sin embargo, la mejor, aunque
cualitativa, es la de Willis debido a que son huevos muy livianos y flotan
fácilmente en la solución salina saturada (1,5).
Se considera a
las poblaciones indígenas uno de los grupos más vulnerables a las parasitosis,
debido a que tienen ingresos bajos, viven en condiciones deficientes y carecen
de acceso adecuado al empleo, educación, el agua potable, la alimentación y los
servicios de atención de salud (12).
En América Latina se han realizado
diversos estudios de parasitosis intestinales en varios grupos indígenas
obteniéndose datos de prevalencias variables de una región a otra, de acuerdo
al grupo y técnicas diagnósticas empleadas (13-28). Con relación a
la anquilostomosis la prevalencia oscila entre cero en algunos lugares, a tan
elevadas como 75% en otros. Las razones son diversas y entre ellas se debe
incluir el subregistro producido por falta de uso de la técnica diagnóstica más
apropiada. Considerando los resultados de los estudios disponibles la media de
anquilostomiasis en Latinoamérica, sin incluir a Venezuela, es de 20% (13-28).
Algunos autores sostienen que en la actualidad las cifras parecieran estar
disminuyendo en determinadas áreas (29).
Los estudios sobre anquilostomosis en poblaciones indígenas
de Venezuela son escasos debido a que son poblaciones de difícil acceso, no
solo geográfico sino por su sistema de creencias mágico religiosas, que
determina que el abordaje médico
sea difícil de lograr dado por esas concepciones de los procesos de
salud-enfermedad y particularmente de la parasitosis (12). Los datos
disponibles muestran prevalencias variables de 0 a 79%, con una media de 29,8%,
dependiendo de varios factores como área geográfica, grupo evaluado, técnica
diagnóstica empleada, entre otros (10-12,30-36).
Considerando
lo anterior se decidió realizar un estudio en una comunidad indígena del estado
Bolívar, Venezuela, para establecer la prevalencia y algunos parámetros
hematológicos y serológicos, en niños con la anquilostomosis y de esta forma contribuir
con el conocimiento clínico-epidemiológico de esta infección en este grupo
poblacional tan particular.
Materiales y métodos
La investigación fue
descriptiva, de tipo transversal y se realizó en niños habitantes de la
comunidad indígena Itopoicon durante junio de 2014.
Área de estudio
El área estudiada fue la comunidad
indígena Itopoicon (8o 00' 63,9” N, -63o
55' 80,6” E) que se ubica a 7 kms al noroeste de Ciudad Bolívar, vía Ciudad
Piar, sector Cardozo, parroquia José Antonio Páez, municipio Heres, estado
Bolívar. Sus habitantes pertenecen a la etnia Pemón y son originarios de la
Gran Sabana, al sur del estado Bolívar.
Solo la calle principal
que se une a la carretera Ciudad Bolívar-Ciudad Piar, esta asfaltada. El resto
de las vías son de tierra. El tipo de vivienda más común en la comunidad es una
que tiene paredes de bloque, techo de zinc y piso de cemento. Todas las casas
tienen patio de tierra. La mayoría de ellas cuenta con animales domésticos y/o
mascotas siendo el más común el perro. La disposición de excretas se realiza
principalmente en letrinas y a cielo abierto, aunque algunas cuentan con pozo
séptico. No hay red de cloacas. La eliminación de los desechos sólidos se
realiza más comúnmente mediante la quema.
Universo
El universo
estuvo conformado por todos los habitantes menores de 16 años de la comunidad indígena Itopoicon, estado
Bolívar que según información proporcionada por el Consejo
Comunal, era de 260.
Muestra
Estuvo formada por los individuos menores de 16 años cuyos padres de forma
voluntaria aportaron la información para el llenado de la ficha de control, suministraron
una muestra fecal y sanguínea, firmaron el consentimiento informadoy fueron sometidos a
una evaluación clínica.
Recolección de datos
Se informó a la comunidad sobre la
importancia de la investigación a través de sus líderes comunitarios (“cacique
o capitán”) con la finalidad de obtener su colaboración.
Toma de muestras
biológicas:
Heces. A los
individuos que aceptaron participar se les instruyó sobre la correcta
recolección de las muestras fecales y se les entregó un envase previamente
identificado para la recolección de las mismas. Al momento de entregar las
muestras se tomaron de cada uno de los participantes los datos de
identificación e información clínico-epidemiológica. Cada niño junto con su representante fue
sometido a un anamnesis clínico orientado en busca de manifestaciones clínicas
sugestivas de anquilostomosis.
Sangre. Se tomaron
muestras de sangre en dos tubos: uno sin anticoagulante (3-4 ml) y otro (5-7 ml) con anticoagulante (EDTA)
mediante punción de la vena cubital, previa asepsia con alcohol isopropílico.
Procesamiento de las muestras
Heces. El procesamiento de las muestras se llevó a cabo en
dos fases, la primera incluyo su estudio en la propia comunidad mediante examen
directo y métodos de concentración de Kato y Willis (37). Una
porción de la muestra fecal fresca se preservó en formol al 10% en envase
adecuado y se almacenó en cavas de anime a temperatura ambiente. La segunda
fase se realizó en el Laboratorio de diagnóstico coproparasitológico del Dpto.
de Parasitología y Microbiología de la Escuela de Ciencias de la Salud “Dr.
Francisco Batistini Casalta”, de la Universidad de Oriente, Núcleo Bolívar,
donde se realizó la técnica de sedimentación espontánea a los preservados (5).
Sangre.Con la
sangre completa se determinaron los parámetros hematológicos (Hemoglobina,
cuenta y formula blanca) de forma automatizada en equipo Rayto N902i. Se consideró anemia valores inferiores a 12
gr/dl en las niñas y de 14 gr/dl en niños. En el caso de los eosinófilos, el
porcentaje normal es de 0-4%. Para obtener el Valor Absoluto de Eosinófilos
(VAE) se multiplicó el porcentaje de eosinófilos por los leucocitos totales y
se dividió entre 100. Se consideró normal hasta 500.
Para la determinación de la Inmunoglobulina E
(IgE) total se empleó el suero y se usó el estuche comercial del GrupoMex que
consiste de un ensayo inmunoenzimático (ELISA) cuantitativo. Para su ejecución
se siguieron las instrucciones del fabricante. Se
consideró como normal valores de hasta 90 unidades.
Aspectos bioéticos. Para
poder ser incluido en el estudio alguno de los padres o el representante legal
del niño debió otorgar su aprobación mediante la firma del Consentimiento
Informado. La investigación se desarrolló apegada a las normas éticas
internacionales según la declaración de Helsinki (38) y fue aprobada
por el Comité de bioética en Investigación de la Universidad de Oriente. Posterior
al estudio, cada habitante recibió por escrito el resultado de su estudio y
tratamiento específico gratuito así como las orientaciones y/o referencias necesarias.
Análisis estadístico. Con los resultados se realizó una base de datos con el auxilio del
programa SPSS. Para la comparación de las variables respectivas se usó, en aquellos
casos que lo ameritaron, la prueba Ji al cuadrado (χ2) con un
margen de seguridad del 95%.
Resultados
Fueron incluidos en el estudio 65 niños (35 hembras y 30
varones), con edades entre 4 y 12 años (7,43 ± 2,32 años). Un total de 58 niños presentaron
infección por uno o varios parásitos intestinales para una prevalencia de
89,2%. Se encontraron seis casos de infección por anquilostomideos para una
prevalencia de 9,2%. El reducido número de casos encontrados de anquilostomosis
no permitió realizar otros análisis como la distribución por edad y/o género.
Sin embargo, en la Tabla
1 se muestra esa información además de los parásitos asociados y las
manifestaciones clínicas. Cuatro niños tenían síntomas, destacando la diarrea, pérdida
de peso y palidez cutáneo-mucosa. De esos seis casos, cinco ocurrieron en el
género femenino y cinco tenían otros parásitos intestinales asociados, siendo
el más común Blastocystis spp., que
fue el parásito más prevalente entre los niños estudiados con 75,4%.
Considerando los valores
de referencia normales se aprecia que 56 niños (86,2%) tenían hemoglobina baja y
solo 13,8% estaba dentro de los valores considerados normales para la edad y el
género. El porcentaje de eosinófilos y el VAE resultaron elevados en 46,2% y
38,5% de los casos; mientras que la IgE estaba elevada en el 84,6% de los
casos. Los niños del género masculino presentaron más
anemia que los del femenino (96,7% contra 77,1%), siendo esta diferencia estadísticamente
significativa (χ2 = 3,65 g.l.= 1 p<0,05). Sin embargo, con relación
a la edad no hubo diferencias (χ2
= 8,67 g.l.= 4 p>0,05) ya
que el porcentaje de anemia osciló entre un mínimo de 66,7% entre los de 12-13
años a un máximo de 100% entre los de 4-5 años.
Cuando se comparan algunos parámetros
hematológicos (Hb, porcentaje de eosinófilos, VAE), serológicos (IgE) y las manifestaciones
clínicas de los niños con y sin anquilostomiasis, ninguno de estas variables
fue significativamente más frecuente en los niños con la parasitosis (Tabla 2).
Discusión
En Venezuela hay pocos
estudios sobre anquilostomosis en comunidades indígenas y menos aún donde se evalúen
parámetros hematológicos (10,11), como en el presente estudio. Generalmente en las comunidades indígenas de América Latina (16,
18-20, 23-25,28,39-42) y de Venezuela (11,12,34-36,43-45),
las cifras de prevalencia de parasitosis intestinales y en especial de
geohelmintos suelen ser elevadas, debido a las características climáticas,
ecológicas, sanitarias y socioeconómicas de esas comunidades (11,12,45).
Si bien en el presente estudio la prevalencia global de
enteroparasitosis fue elevada (89,2%), la de anquilostomosis fue baja (9,2%) lo
cual contrasta con estudios realizados en América Latina (16,18-20,22-24,40-42,46)
y Venezuela (10,11,31,34-36,43-45).
Se debe resaltar que de esos estudios, muy pocos se
realizaron exclusivamente en niños (10,12,17,18,46) y se refieren a
resultados en la población total. Cuando se consideran solo niños, las prevalencias
de anquilostomosis generalmente son muy elevadas (entre 22 y 88%) entre
indígenas (10,17,18,19,22,46); aunque en algunos casos han sido
bajas (menos de 10%) (12,28,39,44,47,48), teniendo relación
posiblemente, con el hecho de que no se usaron técnicas de concentración para
el diagnóstico de helmintos en esas investigaciones.
Pero vale señalar que en algunos estudios se ha encontrado
una mayor prevalencia de anquilostomosis entre adultos jóvenes e incluso en
algunas regiones puede ocurrir el pico de prevalencia en adultos mayores (2,6,19,31),
pero esos estudios no se refieren necesariamente a poblaciones indígenas como
es el presente caso.
Con relación al estado Bolívar, este resultando es variable
cuando se compara con los estudios disponibles pues en uno la prevalencia fue
baja (33) y en otro elevada (30). Tal vez la razón más
importante de esa variación sea el uso de técnicas no adecuadas para el diagnóstico
de estos helmintos en esos estudios.
La baja prevalencia aquí encontrada sorprende si se considera
que es una comunidad con todos los factores socio sanitarios, económicos y
ecológicos para que esta parasitosis ocurra (35). No tenemos una
explicación satisfactoria para este hallazgo. Tal vez el amplio uso de drogas
antihelmínticas sea una razón, máximo si se considera que la comunidad cuenta
con un ambulatorio con médicos permanentes, donde los habitantes, según
dijeron, suelen asistir con frecuencia. Además, también acuden a la vecina
Ciudad Bolívar en procura de asistencia médica. También se pudo verificar que
toda la población usa calzado y pocos dijeron colocar las heces a cielo abierto
(datos no presentados), lo cual son factores que disminuyen la trasmisión de
esta parasitosis (5). Lo anterior denota cierto grado de transculturización,
lo cual obedece a la cercanía (7 Km) de la ciudad capital del municipio y del
estado. Lo anterior contrasta con la realidad de otras comunidades indígenas
que no tienen fácil acceso a los sistemas de salud o simplemente no les agrada ese
tipo de medicina optando por la tradicional indígena (35,45).
Otra posible explicación de la baja prevalencia de
infección por anquilostomideos pudiera ser errores en el diagnóstico, lo cual
tampoco consideramos sea la razón primaria toda vez que se emplearon tres técnicas
de concentración entre ellas Willis, que ha mostrado ser la más adecuada para
la búsqueda de huevos de anquilostomideos (5,37).
Desde el punto de vista clínico y dependiendo de la carga
parasitaria, puede haber un amplio espectro de manifestaciones clínicas en la
anquilostomosis, desde los casos asintomáticos hasta algunos con anemias
severas (3,8,9,49). En el presente estudio no se determinó la carga
parasitaria de los infectados pero, considerando las manifestaciones clínicas encontradas,
puede inferirse que las cargas eran variables y posiblemente algunos estén
infectado crónicamente. Como lo demuestra el hecho que dos casos estaban sin
síntomas. La anemia que es el hallazgo clínico más llamativo en anquilostomosis
(10,49) y se observó en 5 de los 6 casos. Para que la disminución de
la hemoglobina sea evidente suele requerirse no solo una infección intensa sino
que sea prolongada en el tiempo. De esos cinco casos, dos tuvieron correlación clínica
con los hallazgos de laboratorio, pues clínicamente tenían palidez
cutáneo-mucosa. Es por ello que debe prestarse atención a las manifestaciones
clínicas en estos pacientes pues si bien no son únicas o específicas pueden orientar
el diagnostico. Resultados similares fueron señalados por Guilarte et al. (11).
Otras manifestaciones encontradas no son comunes o propias
de la anquilostomosis y posiblemente se deban a otros agentes que infectan
simultáneamente a estos niños.
La media de hemoglobina entre todos los evaluados fue de
11,6 gl/dl, mostrado que la comunidad o por lo menos la población infantil
presenta anemia, lo cual ha sido informado en niños de otras comunidades
indígenas venezolanas (10,11). Raramente en se encuentran en
indígenas, cifras normales de hemoglobina, como en el estudio de Rivero de Rodríguez
et al. (45) que no encontró
relación entre geohelmintosis y anemia entre 37 indígenas Yukpa del estado
Zulia. Entre indígenas Waraos del estado Sucre, Guilarte et al. (11) encontraron una relación positiva entre
cifras bajas de hemoglobina y anquilostomosis. Mientras que entre Yanomamis del
estado Amazonas, Verhagen et al. (10)
también encontró bajas cifras de hemoglobina entre los niños con
anquilostomosis con diferencias estadísticamente significativas.
El reducido número de casos no permitió realizar un estudio
estadístico de la distribución de casos de anquilostomosis según edad o género.
Aunque llamó la atención que la mayoría de los casos ocurrieron en niñas.
Además es de resaltar que a pesar de ello, los niños del género masculino
presentaron más anemia, lo cual indica que no es solo la helmintosis la que
está causando los niveles bajos de hemoglobina. En ese sentido, otro factor a
considerar es el elevado porcentaje de poliparasistimo entre los parasitados (87%).
Hallazgos similares han sido encontrados en otros estudios en comunidades
indígenas (10,11,42).
En el presente estudio, la anemia posiblemente sea
multifactorial (no solo parasito dependiente), destacando las deficiencias
proteico-calóricas y deficiente consumo de hierro lo cual es frecuente en
comunidades rurales e indígenas (10,11,42,50,51).
Es sabido que en personas parasitadas por helmintos (algunos
intestinales y otras tisulares) y también en giardiosis, puede ocurrir aumento
de los eosinófilos en sangre y una elevación de los anticuerpos de tipo IgE
como un reflejo de estas infecciones (52-57). En el presente
estudio, se intento relacionar la eosinofilia y los niveles elevados de IgE con
los casos de anquilostomosis en niños de la comunidad. En muy pocos trabajos se
ha evaluado esta relación. Viera-Silva et
al. (56) establecieron que estos dos parámetros pueden ser
usados como factores predictivos o de riesgo para algunas enteroparasitosis.
Si bien ambos parámetros resultaron elevados entre los
niños con anquilostomosis, en los individuos sin anquilostomideos, también se
encontraban elevadas. Otros autores han encontrado elevados porcentajes de eosinofilia
entre individuos parasitados por helmintos intestinales (45,52,58).
Específicamente entre indígenas, Verhagen et
al. (10) en Yanomamis de Venezuela, demostró una asociación estadísticamente
significativa entre los parasitados con helmintos, especialmente con anquilostomideos,
y altos niveles de eosinófilos. También entre indígenas Yukpa del estado Zulia,
se encontró que la mayoría de los parasitados con helmintos tenia eosinofilia y
niveles por encima de lo normal de IgE (45).
El elevado porcentaje de eosinofilia entre los estudiados
puede también explicarse por el poliparasitismo, pues otros parásitos como los
helmintos Toxocara sp., S. stercoralis, A. lumbricoides y T.
trichiura y el protozoario Giardia
lamblia pueden llevar a eosinofilia; pero también hay otras causas no
parasitarias especialmente aquellas de tipo alérgicos (10,11,53,56,57)
que no han sido consideradas en este estudio.
El 46,2% de los niños tenia eosinófilos aumentados en
sangre, pero la diferencia no fue significativa cuando se comparan los que
tenían anquilostomideos y aquellos no parasitados. Contrastando con otros
estudios donde si fue encontrada esa relación (11,56). Habría que
ampliar el tamaño de la muestra para obtener resultados más concluyentes.
Por otro lado, la presencia de otros geohelmintos pudiera
explicar la elevación de los niveles de IgE, pero ese no es el caso en esta
comunidad ya que se diagnosticaron pocos geohelmintos. Sin embargo, se pudo
constatar in situ una gran cantidad
de perros que conviven con las personas por lo que otra posible causa para
estos elevados valores en las pruebas de laboratorio sea la presencia de
toxocariosis. Pero se requieren de otros estudios para poner en evidencia
anticuerpos contra Toxocara canis en
la población estudiada así como su presencia entre la población canina.
De los seis casos de anquilostomosis, cinco tenían otros
parásitos asociados, destacando Blastocystis
spp. (4 casos) y G. lamblia (dos
caso). Es por ello que la clínica del niño no puede ser atribuida únicamente a
un único parásito sino posiblemente a un efecto sinérgico entre ellos.
En anquilostomosis, como demostrado en otros estudios, el
simple tratamiento con antihelminticos no es la única medida a ser
implementada, pues hay que combatir la anemia y para ello se requiere realizar
un suplemento a base de hierro en la dieta de estos niños lo cual ha demostrado
lleva a un aumento en los niveles de hemoglobina y mejora la calidad de vida de
esos niños (59,60). Aunado a esas medias hay que promover la
educación sanitaria y procurar cambios en los hábitos y comportamiento de las
personas así como mejoras en el saneamiento ambiental de la comunidad (42).
En conclusión, se
determinó una baja prevalencia de anquilostomosis entre los niños evaluados,
los cuales presentaban en su mayoría anemia, eosinofilia y aumento de la IgE,
pero sin diferencias significativas comparado con los niños sin
anquilostomosis.
Agradecimientos
A los Sres. José Gregorio Álvarez y Carmelo Luces,
auxiliares del Laboratorio de Parasitología del Departamento de Parasitología y
Microbiología de la Escuela de Ciencias de la Salud UDO-Bolívar, por la
asistencia técnica. A los estudiantes de la asignatura Parasitología del VIII
semestre de Bioanálisis (Periodo I-2014), por su participación en las
actividades de campo. A toda la comunidad Itopoicon en especial a los niños
participantes y sus padres. Financiamiento: Consejo de Investigación de la
Universidad de Oriente. Proyecto: CI-05-040102-186313
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NOTA:Toda la información que se brinda en este artículo es de cará
cter investigativo y con fines académicos y de actualización para estudiantes y profesionales de la salud. En ningún caso es de carácter general ni sustituye el asesoramiento de un médico. Ante cualquier duda que pueda tener sobre su estado de salud, consulte con su médico o especialista.