Abril-Junio 2013 54
ISSN 1317-987X
 
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Artículos
 



Parasitología
Balantidium spp en cerdos y sus criadores: Prevalencia en comunidades de dos Estados de Venezuela.

Discusión

La prevalencia de 65% y 67% de Balantidium spp., en los cerdos provenientes de la granja porcina ubicada en Mariches y en los cerdos criados domésticamente en las comunidades criollas y Panares de Maniapure respectivamente, coinciden con reportes en diferentes poblados de la provincia de Yunnan (China)(14), en los cuales encontraron una tasa de infección en cerdos entre 62,4% y 94,76%. A su vez la prevalencia en este estudio fue mayor que la reportada en un estudio realizado en cerdos del Edo, Bolí­var, donde reportan 33% de prevalencia de B. coli (13). Por otra parte, se pudo observar que la prevalencia superior al 60%, encontrada en ambos grupos de cerdos, no pareciera tener relación con el tipo de alimentación y condiciones de crianza de estos animales.

En relación con los métodos empleados para el diagnóstico parasitológico, se observó que todas las muestras positivas para Balantidium spp, fueron detectadas mediante el cultivo en el medio de Boeck-Drbohlav (mod). Todas las muestras positivas en el examen microscópico directo también resultaron positivas en el cultivo, pero, no todas las muestras positivas en el cultivo, habí­an sido detectadas en el examen microscópico directo. Estos resultados nos permiten resaltar la importancia del cultivo como método de investigación de este protozoario, para aumentar la probabilidad del hallazgo parasitológico de Balantidium spp y obtener resultados de prevalencia más ajustados a la realidad.

En cuanto a la identificación, mediante el examen microscópico directo se puede visualizar el movimiento del ciliado, el tamaño y la morfologí­a caracterí­stica, tanto en el examen en fresco con solución salina, como coloreado con lugol y Giemsa. Con estas caracterí­sticas se pudo hacer la identificación del género Balantidium, pero dado que B. coli y B. suis son morfológicamente idénticos, no se pudo diferenciar entre ambas especies.

Todas las personas examinadas en el estudio, tanto las que tení­an contacto directo con cerdos como las que no lo tení­an, resultaron negativas a la investigación para B. coli, lo cual coincide con la baja prevalencia reportada en el mundo (0,02 -1%) (9,12), pero discrepan de otros en comunidades rurales de Bolivia (1,0 -5,3%) (12), una comunidad indí­gena de Delta Amacuro- Venezuela (5% en niños Warao menores de 12 años) (32), una comunidad rural del Edo. Bolí­var- Venezuela, (12%) (13) y de un caso aislado reportado en Venezuela, con antecedente de contacto estrecho con cerdos (21).

La infección con B. coli en humanos está asociada a una dieta baja en proteí­nas y alta en carbohidratos, aclorhidria, ingesta de alcohol e infección con bacterias u otros parásitos, a factores ambientales como la humedad y la temperatura, ya que ambientes húmedos favorecen la supervivencia de los quistes durante varias semanas (1-3,9,24) y su baja prevalencia se ha explicado en parte, por las diferencias antigénicas (5), ya que el hombre es con frecuencia altamente resistente a la infección por B. coli, aún cuando viva en contacto cercano con cerdos y condiciones sanitarias deficientes(1,9). Se ha propuesto que los humanos tienen una fuerte resistencia, natural o adquirida a B. coli y no muestran ningún signo después de la infección(14,16), lo cual se apoya en la baja prevalencia encontrada en adultos que han tenido estrecho contacto con cerdos. Una vez que B. coli se ha establecido en el hombre, la infección puede tornarse epidémica, siempre que las condiciones sanitarias del medio sean deficientes y la higiene personal escasa (1).

En la literatura se hace referencia a la manipulación de cerdos como un factor predisponente a la infección con este protozoario(1-3,5,13,21). No obstante, en algunos estudios realizados no se han encontrado B. coli en individuos que laboran en la crianza de cerdos y que además viven bajo condiciones sanitarias deficientes, lo cual coincide con el presente resultado. Sin embargo, sí­ se han reportado hallazgos en sitios donde no hay crianza de cerdos, tales como hospitales psiquiátricos(17-19), en los cuales la higiene personal y ciertos hábitos, como la coprofagia, pueden ser consideradas como forma de transmisión. Esto apoyarí­a la tesis de que la especie que infecta al hombre no es igual a la del cerdo.  El contacto estrecho de las personas cuidadoras de cerdos y de los niños con estos animales, observado en las comunidades estudiadas, deberí­a ser un factor que favoreciera la transmisión de Balantidium a las personas. No obstante, en este estudio no se determinó ningún caso de balantidiasis en las personas examinadas. Siendo un protozoario que comúnmente infecta al cerdo y éste a su vez es un animal relacionado con el hombre, la ausencia del protozoario, en este estudio no permiten establecer una relación directa entre el contacto con estos animales y la transmisión al humano, lo cual abre la necesidad de realizar estudios para investigar cual es la especie que infecta al cerdo mediante técnicas como la biologí­a molecular.

Mientras que B. coli puede ser transmitido experimentalmente del hombre al gato, al mono y al cerdo, los intentos por infectar voluntarios humanos con Balantidium del cerdo y del mono han fracasado (15), lo cual podrí­a ser explicado por la existencia de diferencias antigénicas y genéticas, entre las cepas de humanos y cepas de B. coli porcino. Se ha demostrado que los trofozoí­tos de cepas que se adaptan y reproducen con mayor rapidez en el cultivo, generan más sí­ntomas, además las condiciones fí­sicas del hospedero juegan un papel importante para que se manifieste la balantidiasis(5).

Se observó una alta prevalencia de Blastocystis spp, tanto en cerdos como en humanos, lo cual  puede sugerir que quizá se esté dando una infección de este parásito entre animales y el hombre, tal como lo reportan algunos estudios(33), por lo cual serí­a interesante evaluar en próximos estudios, los genotipos de Blastocystis presentes en las personas y en los cerdos y esclarecer sí­ ambos hospedadores están compartiendo la misma fuente de infección, existiendo la posibilidad de transmisión directa del cerdo al humano y viceversa.  La mayorí­a de las parasitosis intestinales humanas producidas por protozoarios y helmintos, así­ como algunas extraintestinales, se originan por los hábitos y costumbres higiénicas deficientes, así­ como la práctica de defecación en campo abierto, donde quedan expuestos junto con la materia fecal los quistes de protozoarios y huevos de helmintos, que pueden ser infectantes desde el momento de su expulsión o requerir de cierto tiempo para tornarse infectantes(1-3,5). De igual manera, en las comunidades del Edo. Bolí­var estudiadas, se observó a los niños descalzos, jugando en la tierra y manteniendo contacto directo con los cerdos y con otros animales como perros, pavos, gallinas, loros y gatos, que se encontraban alrededor de las viviendas o dentro de las mismas. En la mayorí­a de las viviendas el agua utilizada se tomaba del rí­o y su consumo se hací­a sin tratamiento previo, de igual manera que algunos alimentos no eran procesados con las medidas higiénicas adecuadas. Además de las condiciones anteriormente descritas, la temperatura cálida y la excesiva humedad en estas localidades del Edo. Bolí­var son factores que favorecen la transmisión de las parasitosis intestinales.  

En cuanto a los organismos identificados en las personas estudiadas, se puede notar que los protozoarios se presentaron en mayor número con respecto a los helmintos tanto en las personas de la granja y sus alrededores, así­ como en las personas de las diferentes comunidades del Edo. Bolí­var, siendo los más frecuentes: Blastocystis spp, G. duodenalis y E.nana.  De los helmintos, el primer lugar lo ocupa en el caso de la granja, Ascaris lumbricoides con un 6% y en las diferentes comunidades del Edo. Bolí­var están los Ancylostomideos con un 17%, siguiendo con Strongyloides stercoralis con un 11% y finalmente T. trichiura y A. lumbricoides ambos con 6%, siendo esto consecuencia directa de las condiciones deficitarias del medioambiente y del saneamiento ambiental (eliminación inadecuada de excretas y falta de agua potable), factores dependientes del parásito y también debido a las caracterí­sticas del hospedador: bajo nivel educacional y cultural y carencias nutricionales multifactoriales. Además se puede observar que resultaron parasitadas con Ancylostomideos y S. stercoralis, únicamente las personas provenientes de las diferentes comunidades rurales del Edo. Bolí­var, atribuyéndose este hecho a que las personas pertenecientes a las comunidades Panares mantienen mayor contacto con la tierra, al encontrarse en su mayorí­a descalzos y realizar actividades agrí­colas, lo que facilita la infección con este tipo de parásitos, a diferencia de las personas de la granja donde la mayorí­a de las veces los niños usaban zapatos.  

Si bien, en este trabajo no se pudo establecer ninguna relación en cuanto a la transmisión de Balantidium spp. al humano, sí­ se podrí­a inferir la importancia que podrí­a tener la infección con Blastocystis spp. en los cerdos y su posible transmisión al hombre, dada la elevada frecuencia del mismo en ambos hospedadores, tal como ya ha sido previamente planteado (33).

Estos resultados muestran la necesidad de realizar estudios similares en diversas regiones del paí­s, para establecer con certeza la prevalencia de Balantidium spp., tanto en cerdos como en humanos, así­ como confirmar mediante biologí­a molecular si la especie es B. coli o B. suis.

Agradecimiento. A las personas que participaron en este estudio quienes dieron su consentimiento para que se les practicara el examen parasitológico, así­ como a los propietarios y trabajadores de la Granja y los propietarios de los cerdos criados domésticamente en las comunidades rurales del estado Bolí­var, quienes facilitaron el acceso y toma de muestra de los animales.

Este Trabajo fue financiado por los ingresos propios del Laboratorio de Amibiasis, Cátedra de Parasitologí­a, Escuela de Bioanálisis, Facultad de Medicina, UCV.




Continua: Referencias

Balantidium spp en cerdos y sus criadores: Prevalencia en comunidades de dos Estados de Venezuela.
Introducción
Materiales y métodos
Resultados
Discusión
Referencias

Video Balantidium coli

NOTA: Toda la información que se brinda en este artículo es de carácter investigativo y con fines académicos y de actualización para estudiantes y profesionales de la salud. En ningún caso es de carácter general ni sustituye el asesoramiento de un médico. Ante cualquier duda que pueda tener sobre su estado de salud, consulte con su médico o especialista.





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