La
piel es la principal barrera estructural del organismo, y todo proceso que
produzca una alteración en la misma favorece el desarrollo de infección.(1)
Las infecciones de piel y tejidos blandos incluyen a todas las que afectan a
piel y anexos cutáneos, tejido celular subcutáneo, fascias y musculo estriado y
son, junto con las infecciones de las vías respiratorias, las infecciones más
frecuentes en seres humanos. Dentro de este grupo se incluyen la celulitis,
fascitis necrosante, gangrena cutánea, linfadenitis, linfangitis aguda y
abscesos cutáneos.(2) Durante
los últimos años, se ha registrado un aumento importante de pacientes con
infecciones de piel y tejidos blandas. A pesar de ello, se cree que la
incidencia de abscesos subcutáneos en sensiblemente mayor que la reportada, especialmente
en países como Venezuela donde existen barreras difíciles de superar en el
manejo adecuado de la información epidemiológica oficial, sumándose a esta
problemática la alta frecuencia de automedicación en la población y el
insuficiente acceso a los servicios de salud.(3-5) En
el año 2005 se registraron 14.2 millones de visitas a centros de medicina
ambulatoria en Estados Unidos por infecciones de piel o partes blandas, en
comparación con las 8.6 millones de visitas registradas para 1997. El 95% del
aumento de las visitas correspondió a celulitis y abscesos subcutáneos, pasando
de 4.6 millones de visitas anuales en 1997 a 9.6 millones de visitas en 2005.
La tendencia al alza en el aumento de las visitas ocurrió en todos los grupos
de edad, reportándose la mayor incidencia entre los menores de 18 años donde
pasó de 10.1 a 27.6 visitas por cada 1000 habitantes entre 1997 y 2005,
respectivamente.(6) De
igual forma, la tendencia al alza en la incidencia de infecciones de piel y tejidos
blandos se registró también en el Ambulatorio Rural Tipo II "Dr. Luís Pérez
Carreño" en la población de Montalbán, Edo. Carabobo, para el trienio
2009-2011. Es así como durante el año 2011 se registraron 133 abscesos
subcutáneos, lo que representa un aumento del 23% en comparación con el año
2009 cuando se registraron 108 casos.(7-9) El
aumento en la incidencia de infecciones de piel aunado a la creciente resistencia
a los antibióticos que han desarrollado los diferentes patógenos del cuerpo
humano hace del manejo de estas infecciones un reto cada vez más desafiante.
Alrededor del mundo son cada vez más frecuentes las guías para el manejo de las
infecciones de piel, especialmente los abscesos subcutáneos los cuales
presentan una alta variabilidad clínica que complica el manejo tanto en adultos
como en niños.(10-12)
Los
mecanismos patogénicos fundamentales de las lesiones de la piel de causa
infecciosa son tres: inoculación directa con respuesta inflamatoria local
(origen exógeno); exotoxinas circulantes liberadas desde lugares en el cuerpo diferentes
de la piel (origen endógeno); y la invasión a través del torrente sanguíneo,
con multiplicación local posterior (diseminación hematógena). Podría incluirse
un cuarto mecanismo, indirecto, el desarrollo de reacciones inmunológicas.(2,12) Los
gérmenes más frecuentemente implicados en las infecciones de la piel son S.
aureus y S. pyogenes, y hacia ellos debe dirigirse la antibioterapia empírica
administrada cuando esté indicada. Además, estudios muestran que la mayoría de
estas infecciones son monomicrobianas, no dejando de lado que hasta el 30% de
los abscesos cutáneos, el 50% de las heridas traumáticas y el 47% de las
infecciones necrotizantes de tejidos blandos tienen una flora polimicrobiana
aerobia y anaerobia.(12-13) Los
abscesos subcutáneos son colecciones localizadas de pus entre la dermis y los
tejidos profundos. Se presentan clínicamente como nódulos rojizos, dolorosos,
fluctuantes y rodeados de un halo eritematoso. La incisión y el drenaje de la
colección purulenta es el tratamiento de elección universalmente aceptado.(14-17) Existe
controversia en el uso de anestesia en el manejo del dolor, la necesidad de
tomar cultivo de las secreciones, la indicación de antibioticoterapia empírica,
así como del cierre de la incisión por primera o segunda intención. Especialmente
controvertido resulta la toma de cultivo y la antibioticoterapia empírica
debido al aumento en la incidencia de infecciones adquiridas en la comunidad por
Staphylococcus aureus meticilino resistentes.(13) Existe
evidencia suficiente para recomendar el uso de anestesia local en la piel que
recubre el absceso así como en la piel que lo rodea para mejorar el manejo del
dolor por el paciente durante el proceso de incisión y drenaje.(18-19)
Del mismo modo, en cuanto a la toma de cultivos, diversos estudios no mostraron
diferencias en el manejo de los abscesos o en la evolución clínica, aunque
ayudan en la práctica clínica a definir los patrones de resistencia locales y
determinar las terapias antibióticas adecuadas.(20-23) La Sociedad Americana
de Enfermedades Infecciosas (2005) no recomienda de rutina el cultivo de las
secreciones de abscesos subcutáneos, excepto casos de celulitis extensa,
gangrena o signos de infección sistémica severa.(14) En
el caso del cierre del absceso por primera o segunda intención, existen
estudios a favor y en contra de cada opción. Sin embargo, los reportes de
recurrencias y fallas en la sanación cuando se procede en primera intención, señalan
que el manejo bajo segunda intención, con curas sucesivas, es la mejor opción
terapéutica.(14,24-27) Sattler
y col. (2002) y Prego y col. (2004) en sus investigaciones sobre infecciones causadas
por Staphylococcus aureus e infecciones de piel y partes blandas en pacientes ambulatorios,
señalan como factores de riesgo para estas patologías: deficiente aseo
personal, baja calidad de vida, hacinamiento, contacto con pacientes portadores
de infecciones de piel, asistencia a guarderías en el caso de pacientes
pediátricos, exposición a antimicrobianos durante los últimos 6 meses,
traumatismos de piel, hospitalización en unidades de cuidado intensivo;
internación hospitalaria prolongada; hemodiálisis; comorbilidades (diabetes,
cáncer, inmunodepresión); procedimientos invasivos; presencia de catéteres;
exposición prolongada o recurrente a antibióticos y contacto estrecho con
personal de la salud.(28-29)
En
el municipio Montalbán del estado Carabobo se ha registrado un aumento en la
presentación de pacientes con abscesos subcutáneos a la consulta de emergencia
del ambulatorio rural de referencia. Por lo tanto, la presente investigación
tiene como objetivo presentar las estadísticas epidemiológicas de las
infecciones de piel y tejido subcutáneo durante el periodo 2009-2011, así como
también describir las características demográficas de los pacientes, las
características clínicas de las lesiones y la terapia antimicrobiana seleccionada
en los pacientes con diagnóstico de absceso subcutáneo atendidos en la consulta
de emergencia del Ambulatorio Rural tipo II "Dr. Luís Pérez Carreño" en la
población de Montalbán, Estado Carabobo, Venezuela, durante el periodo
comprendido entre el 27 de febrero y el 16 de marzo de 2012.