Enero-Marzo 2019 77
ISSN 1317-987X
 
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Monografías docentes
Morfogénesis maxilo-mandibular

Osificación de la mandíbula

Ofrece un mecanismo de osificación llamado yuxtaparacondral en el que el cartílago de Meckel, denominado cartílago primario, sirve como guía o sostén pero no participa. La osificación se efectua en forma de una estructura paralela y ubicada al lado del cartílago, de ahí su nombre. Está formada por una gruesa capa de tejido compacto y de tejido esponjoso, precedida en su formación, a cada lado de la línea media, por un esbozo cartilaginoso, el cartílago del primer arco o de Meckel, el centro de osificación principal se desarrolla en el tejido conjuntivo, en la cara lateral del cartílago, al iniciarse el segundo mes de vida embrionaria (11), después se forman otros centros de osificación a cada lado: uno mentoniano para la sínfisis mandibular, otro para el cóndilo y un tercero para el proceso coronoides (13). (Ver fig. 5)

Figura 5. Centros de osificación mandibular. Dibujo inspirado en literatura previa

El conducto mandibular recorre la mandíbula, desde la cara medial de su rama y se dirige inferior y anteriormente, describiendo una curva cóncava anterior y superior; puede ser un conducto de paredes bien delimitadas o un simple trayecto a través de las mallas de tejido esponjoso. Independientemente de su disposición, el conducto mandibular se divide anteriormente en un conducto mentoniano y un conducto incisivo: si el nervio mentoniano emerge por su foramen, ubicado en la mayoría de los casos entre el primer y segundo premolar, el nervio incisivo continúa su camino hacia adelante, no en un conducto de paredes definidas sino a través de celdillas del tejido esponjoso (16) (12) (13) (17).

En el feto y en el niño pequeño, la mandíbula está recorrida por otro conducto llamado conducto de Serrés, subyacente al anterior, que contiene únicamente vasos y que luego del nacimiento tiende a obliterarse y a desaparecer; sin embargo, se encuentra a veces en el adulto su orificio posterior ubicado debajo y atrás del agujero mandibular y su orificio anterior situado delante del foramen mentoniano (19) simulando una duplicación de éste último.

En la semana 24 del periodo fetal, el nervio mandibular o nervio alveolar inferior no es una rama nerviosa única, y por lo tanto no existe un foramen mandibular, sino un surco abierto que contiene nervios y vasos sanguíneos. El aporte nervioso para la mandíbula en el área del cuerpo consiste al menos de tres ramas nerviosas periféricas que se desarrollan en períodos diferentes y que han sido evidentes en restos óseos. La primera rama que se encierra dentro de tejido óseo es la que alcanza los incisivos, luego aparece una para la región del agujero mentoniano y otra para el primer molar permanente, que ha sido visualizada en la semana 30 de vida intrauterina. Todas esas aperturas se forman por medio de encerramientos óseos al curso de vasos y nervios. Esto significa que inicialmente no hay un solo agujero, sino un canal con apertura inferior y con varios orificios, luego son delimitados por hueso y finalmente se aprecia el foramen mandibular. (Ver fig. 6)

Figura 6. Formación del foramen mandibular. Material cadavérico mandibular
Morfogénesis maxilo-mandibular
Introducción
Osificación craneofacial
Osificación del hueso maxilar
Osificación de la mandíbula
Referencias bibliográficas

NOTA: Toda la información que se brinda en este artículo es de carácter investigativo y con fines académicos y de actualización para estudiantes y profesionales de la salud. En ningún caso es de carácter general ni sustituye el asesoramiento de un médico. Ante cualquier duda que pueda tener sobre su estado de salud, consulte con su médico o especialista.





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