Psiquiatría Transferencia. La dialectica de lo intrapsiquico versus lo intersubjetivo
El pensamiento dialéctico como patrón cognitivo básico
Enun
trabajo anterior (4) planteaba si la disputa actual entre las así llamadas
“medicina basada en evidencias” y “medicina basada en narrativas” o entre mente
y cerebro, no son sino nuevas visiones de la antiquísima dualidad cartesiana
entre mente y cuerpo que continua dividiendo a los “biologicistas” de los“psicologicistas” o si se debe a que la
tendencia a pensar en términos dialécticos o dicotómicos es un patrón cognitivo
básico. Para defender la tesis de que el ser humano
tiende a pensar de manera dialéctica – aunque no con ello quiero decir que es
el único modo de acceder al conocimiento, ni el único patrón cognitivo, como
después veremos - voy a apoyarme primero en ciertas conceptualizaciones
filosóficas y en una investigación publicada en elAmerican Journal of Psychiatry en 2006.
1)La dialéctica en filosofía
La disputa entre
los que consideran que existe una realidad intrapsíquica independiente de la
relación analítica y los que piensan que la realidad es intersubjetiva y creada
por la relación, es la heredera de la dialéctica entre conocimiento sensorial
versus conocimiento racional que ya plantearon los filósofos presocráticos y
posteriormente dividió a los filósofos en platónicos y aristotélicos.
Para Platón, como antes para Parménides, la
realidad se estructura en dos partes: el Mundo de las Ideas o Inteligible
(digamos, intrapsíquico), al que consideraba la auténtica realidad, y el Mundo
Sensible, que consideraba una realidad sólo aparente pues en el mundo de los
sentidos y en la naturaleza todo está en permanente cambio y, por tanto, tenía
que haber una realidad detrás del mundo sensorial. En La República, Platón relata
su “mito de la caverna” que resumidamente se refiere a un grupo de personas que
desde su nacimiento han permanecido atados y sólo han visto sombras en la pared
de la caverna en que están encerrados (esta sería la realidad sensorial). Ellos
creerán que así es el mundo porque su percepción los engaña al no saber que los
objetos reales están fuera y proyectan sus sombras. Finalmente uno de ellos
logra salir y al volver a relatarles a sus compañeros que la verdad no estaba
en la percepción de las sombras, sino en los objetos de la naturaleza que las
proyectan, encuentra tal rechazo a admitir la nueva idea que tiene que elegir
entre volver a negar la nueva realidad o correr el peligro de ser asesinado -
tal como se vio obligado a tomar el veneno su maestro Sócrates - (Platón, hacia
420 a. C.). Esta realidad de las cosas de la naturaleza fuera de la caverna es
el Mundo de las Ideas, de las “esencias”, “las cosas en sí”, inmutables y
trascendentes. Aristóteles no concordaba con su maestro Platón porque para él
lo fiable eran las percepciones (lo extrapsíquico), a partir de las cuales se
creaban las ideas por medio de la razón. Por tanto su ontología no comparte la
concepción dualista platónica de la realidad y considera que las “esencias” no
son trascedentes, sino inmanentes a las cosas concretas que percibimos y son la
verdadera realidad. Hanly (5) considera que
existen dos epistemologías psicoanalíticas: Primero, el idealismo crítico, según
el cual los elementos teóricos determinan lo que puede considerarse un hecho
clínico; en éste la conceptualización precede a la observación, ya que se duda
de la objetividad de la observación (en filosofía una epistemología es
idealista si postula que la base del conocimiento se encuentra ubicada en la
mente, al estilo platónico). Segundo, el realismo crítico, según el cual
el hecho clínico es una realidad que existe independientemente de la forma en
que lo percibimos o concebimos (al estilo aristotélico). Hanly es partidario de
una epistemología propia del psicoanálisis queincluya al idealismo crítico y al realismo crítico.El término dialéctica ha tomado distintas
significaciones a lo largo de la historia de la filosofía. Etimológicamente
proviene de dos términos griegos: dia (de lo uno a lo otro) y legein (razonar);
por tanto, un arte de diálogo en el que se oponen dos logos o razones.Ya antes de Platón, Heráclito de Éfeso formuló la base del
pensamiento dialéctico con su proposición de que todo fluye, todo está en
movimiento y todo está formado por opuestos que siempre están en estado de
tensión dinámica. Para no extenderme me veo en la necesidad de dar un salto
hasta el siglo XVII, en que confluyen las corrientes filosóficas del
Racionalismo (Descartes, Leibniz, Spinoza) y del Empirismo (Locke, Hume,
Berkeley). Para los racionalistas, las ideas son innatas y defienden la autonomía
del pensamiento sobre la experiencia, o sea, buscan el conocimiento dentro de
sí mismos. En cambio para los empiristas la experiencia es la fuente del
conocimiento al que buscan afuera; sin embargo, a pesar de que Hume señaló que
todo dato a partir del cual se conoce proviene de la experiencia y de los
sentidos, también puntualizó que toda conexión que hagamos para construir el
conocimiento como un todo complejo, no es otra cosa que una relación que, por
su propia naturaleza, establece la mente humana, por lo que no se puede afirmar
que las cosas son como aparecen sino que se cree que son de ese modo. Por esa
razón cuando Hume habla de experiencia, no se refiere a algo supuestamente
externo al sujeto, sino a la interpretación que éste hace de impresiones que se
generan en sus sentidos (6).Al llegar la
Ilustración del siglo XVIII, inclinándose por Hume, Kant critica al realismo
que hacía girar al conocimiento en torno a los objetos y dice que son los
objetos los que tienen que regirse por el conocimiento. Esto se ha llamado el
giro copernicano o idealista. Kant, utilizando la división dialéctica platónica
entre Mundo de las Ideas y Mundo Sensible, separa el “fenómeno” (percepción y
representación de las cosas en el espacio-tiempo) del “noúmeno” o “la cosa en
sí” que son inaccesibles para el conocimiento, pues una vez conocidas son
transformadas por la subjetividad y por tanto solo accesible a la intuición
intelectual. Sin embargo, en la estructura del conocimiento Kant conjuga lo que
llama los “elementos a posteriori” (que provienen de las impresiones
sensoriales) y los “elementos a priori” que provienen de nuestra facultad de
conocer y entre las cuales están: las ideas trascendentales (el universo como
totalidad, Dios y el alma), el clasificar en categorías, y el espacio y el
tiempo.
Más adelante, Hegel señaló que la verdad es
subjetiva y que todo conocimiento es conocimiento humano, por lo que no podía
existir una verdad por encima o fuera de la razón humana y que esta razón es
“progresiva”, esto es, que la razón es un proceso dinámico que evoluciona con
la historia. Por tanto, lo bueno y lo malo, lo verdadero y lo falso, dependen
del contexto histórico y sólo lo que es sensato tiene posibilidad de
sobrevivir. Así, cada idea será contradicha por otra, produciéndose una fusión
entre dos maneras opuestas de pensar, que daría lugar a una tercera, y así
sucesivamente. Es a esto a lo que llamó “evolución dialéctica” y definió tres
fases del conocimiento a las que llamó “tesis”, “antítesis” y “síntesis”, que
son precisamente los pasos con los que Lacan describió al proceso
psicoanalítico, como luego veremos. Gaarder dice “la dialéctica de Hegel no es aplicable sólo a la Historia. También
cuando discutimos algo pensamos dialécticamente. Intentamos trazar los fallos
de una manera de pensar, lo cual, en palabras de Hegel, es .Pero al buscar fallos
en una manera de pensar conservamos a la vez lo mejor” (7). Hegel concibe
la realidad dinámicamente como una oposición de contrarios. Posteriormente, Marx planteó una
dialéctica en torno a la materiay no a
la idea, mientras que Engels fundamentó el materialismo dialéctico en tres
leyes, siendo la primera, la Ley de unidad y lucha de los contrarios, según la
cual todo en la naturaleza está compuesto por parejas de opuestos que residen
en la materia y están en continua lucha causando los movimientos y cambios. El
carácter de lucha y oposición de contrarios es, según Engels, universal y se manifiesta
no sólo en la sociedad y en la Naturaleza, sino también en las matemáticas.En cambio, David Hume
planteó una posición contraria, según la cual, todo razonamiento humano es inductivo
o deductivo; por tanto, no dialéctico sino monoléctico. Es decir que según
Hume, toda prueba científica o filosófica debe ser construíble desde un único
punto de vista. Freud también solía
pensar en términos duales, por ejemplo, consciente – inconsciente, narcisismo -
relación objetal, instintos de conservación - sexuales; instintos de vida -
muerte, principio de placer - realidad, angustia señal - automática, Tr. -
Contratr., resistencia – resistido, etc.Por otra parte, desde el comienzo del racionalismo, incluso antes de
Platón y Aristóteles,ya la filosofía
abordaba el concepto de “principio de causalidad”, según el cual todo lo que
comienza a existir tiene una causa. Este principio, para relacionar causa y
efecto, requiere además de otros principios, como son el de “contigüidad” (en
el espacio), el de “continuidad” (en el tiempo) y el de “uniformidad” (de la
naturaleza) y el de “coherencia”. Hasta el siglo XVIII la causalidad era algo
fundamentado sin ninguna objeción y uno de los grandes méritos de Hume fue
cuestionar la causalidad, llegando a la conclusión de que la causalidad no es
sino el modo que la mente tiene de conectar los sucesos mentales. Su
cuestionamiento de la prioridad temporal de la causa respecto al efecto, del
determinismo y el tiempo absoluto de Newton, fue el antecedente directo de la
ruptura con la modernidad para dar paso a la post-modernidad en la ciencia, con
la aparición de la mecánica cuántica y la física relativista (Hernández et al, 2004).
Parece ser que el ser humano no sólo piensa de
manera dialéctica, sino que tiende a establecer relaciones de causa-efecto y a
asignar responsabilidades. Estos modos de pensar o patrones cognitivos son
similares a lo que antes comenté sobre las “ideas” innatas platónicas o los
“elementos a priori” de Kant (el clasificar en categorías, y el espacio y el
tiempo). Estos patrones cognitivos, si queremos llamarlos así, parecen
demostrarse en el trabajo experimental que mostraremos a continuación.
2)La dialéctica en un trabajo
experimental
Como he señalado en
otro artículo (4), en apoyo de la teoría de que el hombre tiende a pensar de
manera dicotómica, Miresco y Kirmayer (8) estudiaron a 127 psiquiatras y
psicólogos, comprobando que la persistencia de la dicotomía mente – cerebro en
psiquiatría se debe a que es una tendencia al pensamiento dual propia del
humano. En su estudio validan la hipótesis de Weiner según la cual existe un
esquema cognitivo básico que es usado intuitivamente para entender y hacer
“juicios de responsabilidad” sobre la conducta humana. Varios estudios señalan
que este esquema comienza a desarrollarse al año de edad y va alcanzando cada
vez mayor sofisticación durante la vida, persistiendo patrones de pensamiento
dual según los cuales se juzgan los actos de los demás como intencionados o no
intencionados. A los juzgados como intencionados se les tiende a dar una
explicación psicológica, mientras se considera que los no intencionados siguen
leyes físicas y están fuera de la responsabilidad humana.En este interesante estudio se pidió valorar
9 viñetas clínicas a un grupo de profesionales representativos de la academia
de psiquiatría de Norte América, con un promedio de 53 años y entrenados el 73%
en farmacoterapia y el 96% en psicoterapia (incluso 32% en psicoanálisis). Los
casos clínicos incluían tres patologías (episodio maníaco inducido por ISRS;
trastorno de personalidad narcisista; y dependencia de heroína) que combinaban
con tres tipos de conducta (gastos excesivos y bancarrota; contraer VIH por
conductas sexuales de riesgo; y apuñalar a la esposa). Los resultados de
análisis factorial reportaron que había una clara tendencia a responsabilizar
al paciente de sus conductas si se consideraba que la patología era más
psicológica (a pesar de que por definición se supone que el trastorno de
personalidad tiene conductas difícilmente controlables por esfuerzo consciente)
e, inversamente, se consideraba que las conductas en la manía estaban
totalmente fuera de la responsabilidad del paciente (ocupando la dependencia a
heroína un lugar intermedio). Los análisis de multivariancia también
confirmaban la conclusión de que, a pesar que en la ciencia médica ya no es
creíble que la mente y el cerebro sean entidades distintas, los profesionales
de la salud mental continúan empleando la dicotomía mente – cerebro al razonar
casos clínicos. Además, los resultados no se diferencian mayormente de los
obtenidos en otros estudios con diferentes poblaciones, lo cual apoya la idea
de que el pensar de manera dicotómica es un patrón cognitivo básico (Figura 1).
Figura
1. Principales puntuaciones biológicas, psicológicas y
de responsabilidad basadas en tres condiciones descritas en tres viñetas
clínicas.
Miresco,
M & Kirmayer, L.The
Persistence of Mind-Brain Dualism in Psychiatric.
Me
he detenido en esta revisión sobre la tendencia a pensar dialécticamente porque
considero que cuando oponemos el concepto de Tr. como repetición de contenidos
intrapsíquicos infantiles al de construcción interpersonal en el aquí y ahora
de la sesión, estamos pensando dicotómicamente y buscando una u otra verdad
cuando seguramente ambas son complementarias, como pretendo mostrar en la
siguiente revisión del concepto. Hay que recordar que la definición de
dicotomía es tanto división en dos partes, como bifurcación de un tallo o una
rama.
NOTA:Toda la información que se brinda en este artículo es de carácter investigativo y con fines académicos y de actualización para estudiantes y profesionales de la salud. En ningún caso es de carácter general ni sustituye el asesoramiento de un médico. Ante cualquier duda que pueda tener sobre su estado de salud, consulte con su médico o especialista.
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