Abril-Junio 2024 98
DOI:10.70024 / ISSN 1317-987X
 
Buscar




Artículos
 



Cirugía
Hernia del hiato diafragmático paraesofágica gigante un desafio en elabordaje diagnóstico y terapéutico. Reporte de un caso y revisión dela literatura

Introducción

Durante el desarrollo embrionario, el diafragma se conforma entre la séptima y la décima semana. asimismo, durante este tiempo, se forman el esófago, el estómago y los intestinos. Por lo tanto, una hernia de diafragmática se forma bien sea por una anomalía digestiva o por una malformación congénita del diafragma, o bien porque se desplazan el estómago y los intestinos y estos terminan apresados en la cavidad torácica durante la construcción del diafragma.

El hiato esofágico diafragmático es el orificio por el que el esófago atraviesa el diafragma y pasa de la porción torácica a la abdominal, donde llegará hasta el estómago introduciéndose en el cardia gástrico. El orificio se encuentra localizado entre las porciones musculares de los pilares de la porción vertebral del diafragma, y a nivel vertebral de T10.

El esófago ingresa a la cavidad abdominal a través del pilar derecho del diafragma a nivel de la décima vértebra torácica, abertura en el diafragma llamada hiato, es un anillo de músculos que forma una válvula en el extremo inferior del esófago, donde se une con el estómago, el cual se comporta como un esfínter esofágico inferior (EEI), normalmente está al mismo nivel que el diafragma. No es en sí un esfínter anatómico como tal, es un “esfínter fisiológico”, con músculo liso controlado de manera neurohormonal, mide 4 cm de longitud.(1)

Figura 1. Diafragma. Hiato esofágico o diafragmático (circulo punteado amarrillo)

El EEI es una zona que desarrolla una presión local elevada de que se comporta funcionalmente como un esfínter, tiene dos funciones: relajarse durante la deglución e impedir el reflujo del contenido gástrico al esófago en periodo postdeglutorio. Debido a que posee una porción inferior intraabdominal y una superior torácica, su comportamiento con los movimientos respiratorios es dispar, produciéndose incrementos pasivos de presión con la inspiración en la porción abdominal y disminuyendo la presión en la porción intratorácica.

Tras la deglución, se produce una relajación del EEI cayendo la presión hasta niveles similares a los del fundus gástrico lo que permite el paso del bolo alimenticio al estómago. Dicha relajación dura entre 5 y 10 segundos y se sigue de una fuerte contracción que impide el reflujo del bolo alimenticio. (2)

El mantenimiento de un tono correcto en el EEI es el principal factor para el mantenimiento de la continencia gástrica, pero no es el único, también son importantes las estructuras anatómicas que lo fijan en su posición, siendo de especial relevancia el mantenimiento de la posición intraabdominal del mismo. Por ello un desplazamiento esofágico como ocurre en las hernias de hiato desencadena un cambio en el mantenimiento del tono del EEI.

Sucede a veces, que, durante el desarrollo embrionario, el hiato esofágico es incapaz de cerrarse en torno al esófago, dando como resultado la conocida hernia de hiato, por la que una parte del estómago puede acceder a la cavidad torácica. Esto interfiere habitualmente con el papel esfinteriano que desempeña el esófago terminal, permitiendo el reflujo gástrico. (3)

¿Qué es una hernia del hiato o hiatal (HH)? La hernia hiatal es una condición de anomalía anatómica adquirida, donde el defecto del orificiohiato del diafragmático donde anatómico, en el cual se observa el estómago a nivel intratorácico por defecto en el hiato diafragmático, corresponden a la anormalidad más frecuente del tracto digestivo alto. Su etiología está ligada a cambios en la membrana de Laimer o ligamento esofágico que está encargada de la elasticidad intrínseca del esófago. Normalmente el esófago se desplaza cefálicamente en el proceso de deglución, su retorno a su posición anatómica normal depende de la elasticidad de la membrana de Laimer. Si la elasticidad de la membrana se ve alterada, el balance de fuerzas cefálicas y caudales puede estar comprometido causando mayor presión intraabdominal, que se manifiesta como hernias hiatales por deslizamiento. (4)

Es una condición anatómica anomalía anatómica adquirida en la que el orificio diafragmático (hiato) se ensancha esto provoca que la parte del estómago más cercana a él pueda migrar del abdomen al tórax, entonces se define como la protrusión o prolapso del estómago proximal o cualquier estructura no esofágica a través del hiato esofágico. De este modo, el estómago pierde la ayuda del diafragma para poder contener el alimento en su interior y este refluye hacia arriba provocando los problemas derivados de la acidez de los líquidos digestivos.

La prevalencia exacta es desconocida, lo que puede deberse a la falta de estándares en la definición de las hernias, en la población en general la incidencia estimada es del 5 %, la prevalencia en el mundo occidental es elevada, hasta 50 %-100 %. Las hernias paraesofágicas son claramente más frecuentes en el sexo femenino. Las primeras descripciones de hernias diafragmáticas se realizaron en el año de 1580 por Ambrosio Paré, cirujano-barbero del Renacimiento que ocupó el cargo de primer cirujano del rey Carlos IX de Francia. (5)

En el siglo XVI fueron descritas las hernias diafragmáticas congénitas y traumáticas, pero la hernia de hiato esofágico o diafragmático, no fue reconocida como una entidad clínica relevante hasta la primera mitad del siglo XX. La primera descripción de hernia para esofágica corresponde a Henry Bowditch, quien publicó una revisión de los casos de hernias diafragmáticas publicados entre 1610 y 1846. Se define como hernia hiatal al pasaje de cualquier estructura abdominal no esofágica a través del hiato esofágico, cubierta por un saco peritoneal; quedando excluidas las excepcionales hernias parahiatales en las cuales el defecto muscular queda por fuera del hiato.

Esta suele suceder por malformaciones del hiato diafragmático, pero también pueden ser el resultado de algún trauma, o presión constante al nivel del diafragma como al toser, vomitar o levantar objetos pesados. Es importante notar que cambios en el diafragma a causa de edad también pueden resultar en la formación de hernias, por esta razón aquellas personas mayores de los 50 años tienen mayor riesgo de sufrir de esta condición. La obesidad también es un factor de riesgo. (6)

Es una afección común a partir de la edad media entre la 4ay 6adécada de la vida y no existe diferencia en cuanto al sexo, ya que su aparición aumenta con la edad. es la anormalidad más frecuente del tracto digestivo alto. Se calcula que en Estados Unidos el 10 % a 15 % de la población desarrolla hernia hiatal con una edad promedio de 48 años. Frecuentemente cursan en forma asintomática y eventualmente son diagnosticada por síntomas no vinculados a su existencia. En una revisión de 2000 pacientes, enviados por síntomas relacionados con posible enfermedad esofágica o dolor torácico, el 75 % tenía hernia hiatal. En adultos por encima de los 50 años, sin síntomas, se estima una frecuencia del 10 %. Cerca del 85 % de las HH verdaderas corresponden a las hernias de tipo I, las hernias de tipo II a un 14 %, el tipo III ocurren menos frecuentemente en un 0,8 % y las hernias tipo IV en menos del 1 %. La hernia de una parte del estómago a través del diafragma es frecuente. La gran mayoría de las hernias diafragmáticas consisten en hernias de hiato, es decir, hernias deslizantes del estómago a través del hiato esofágico. (7)


Figura 2. Clasificación de hernias hiatales. Fuente: Gimenez B. Onmeda. Hernias de hiato, (2012). Disponible en: https://www.onmeda.es/enfermedades/hernia_hiato--causas-3135-4. Html

Su fisiopatología es producto de que la membrana frenicoesofágica rodea la parte distal del esófago y lo fija al diafragma, de este modo se prevé la herniación gástrica sobre el hiato diafragmática hacia el tórax, si esta membrana se encuentra deficiente se produce una protrusión gástrica a la cavidad torácica. En las hernias por deslizamiento se produce un defecto en el tendón central del diafragma encontrándose el estómago en su mayor parte en la cavidad torácica, el estómago se coloca detrás del corazón como resultado del deslizamiento, la porción de los cardias normalmente se encuentra dentro del tórax, pero en ocasiones podría estar bajo el diafragma, la curvatura gástrica puede estar a la derecha o a la izquierda. Alteraciones anatómicas: cardias intratorácicos, alteración del diafragma crural, desplazamiento del ligamento freno esofágico. (6)

En la hernia paraesofágicas parte del estómago herniado se encuentra en el tórax por el defecto que sucede a nivel de la membrana frenicoesofágica, mientras que el cardia se encuentra en su posición normal en la cavidad intraabdominal. La porción herniada normalmente se encuentra anterior al esófago y la hernia normalmente no es reducible. Según los criterios de Allison se han identificado los siguientes tipos de hernias hiatales:

A.   Tipo I o por deslizamiento Es la más común (95 %). Se presenta un desplazamiento de la unión gastroesofágica por encima del diafragman quedando en la cavidad torácica, aparecen cuando existe un aumento de tamaño del hiato y laxitud del ligamento frenoesofágico (membrana freno-esofágica) no mantiene la unión gastro-esofágica (UGE) en la cavidad abdominal.Así pues, el cardia se desplaza entre el mediastino posterior y la cavidad peritoneal se asocia a reflujo.

B.   Tipo II: o paraesofágica o rodantes representa el 14 % de las hernias y son paraesofágicas puras, es decir, es la verdadera hernia paraesofágica que la unión esófago gástrica queda en su sitio normal intraabdominal, lo que se desplaza es otra parte del estómago generalmente el fondo gástrico hacia el tórax. Se producen cuando la UGE está anclada al abdomen, pero el hiato, que suele ser grande, deja espacio para que las vísceras se desplacen al mediastino.La presión relativamente negativa del tórax facilita el desplazamiento visceral.Habitualmente, el fundus gastrico se desplaza al mediastino ha “rotado” o migrado al lado del esófago, al mediastino. En esta variante, la herniación del estómago, generalmente el fondo, se produce a través de un ligamento frenoesofágico muy delgado o roto. Este tipo de hernia progresa lentamente con el paso de los años(predominan los síntomas respiratorios o cardiológicos).

C.   Tipo III: también llamadas mixtas, posee los dos componentes anteriores; tanto la unión gastroesofágica como parte del estómago han migrado al mediastino, representa el 0,8 % de las hernias, son una combinación del tipo I y II, es decir, que tanto la UGE y el fondo se desplazan libremente por el mediastino. La tipo II y III son menos comunes y ocurren en 2 %-5 % de las hernias hiatales, pero pueden acompañarse de vólvulos gástrico en 20 % de ellas si los ligamentos gastrocólico y gastroesplénico son muy laxos y la curva mayor rota alrededor del eje órgano axial o mesentérico axial.

D.   Tipo IV: o paraesofágica grande, es de mayor tamaño y no solo comprometo al estómago en la cavidad torácica, correspondería a las tipos III con adición a través del hiato de otros órganos en el tórax, (bazo, colon o epiplón). (8)

Las hernias de hiato son adquiridas a través de soluciones de continuidad del diafragma se ocasionan como efecto de una compresión o fuerza condicionalmente prominente del abdomen que define en el acceso del contenido abdominal (el estómago) hacia la zona de baja presión del tórax. La hernia hiatal por deslizamiento se provoca, como resultado, del desplazamiento de la unión gastroesofágica, anexado con una porción del estómago, a través del diafragma. La disposición anatómica del estómago no se cambia ni se modifica. La mayor significancia clínica de estas hernias viene dada por su posibilidad de relacionarse con el reflujo gastroesofágico. Muy distinto, en las hernias paraesofágicas la unión gastroesofágica está en una ubicación indeterminadamente normal, aunque el fondo y la curvatura mayor del estómago se intercalan a través del hiato hacia el tórax. Este posicionamiento anómalo del estómago puede acarrear a desordenes del vaciamiento gástrico (7,8).

¿Qué síntomas produce la hernia de hiato? La mayoría de las hernias son descubiertas como hallazgo incidental en radiografías de tórax o tomografía computarizada sin pre sentar síntomas importantes. La inmensa mayoría de los pacientes con hernia de hiato deslizante simple se encuentran asintomáticos o padecen síntomas muy leves. Un elevado número, de pacientes experimenta, de manera inespecífica y eventual, trastornos posprandiales, pirosis tras copiosas ingestas de comidas o sensación de detención de alimentos en el esófago distal o disfagia, odinofagia, hematemesis y melena.Otras manifestaciones no relacionadas con reflujo son molestias bucofaríngeas, asma y dolor retroesternal. Aunque puede existir hernia hiatal sin reflujo y reflujo sin hernia, los pacientes que la sufren comparecen esofagitis en alrededor del 50% de los casos y los pacientes con esofagitis tienen una prevalencia de hernia de hiato significativamente elevada. Los mecanismos por los cuales esta anomalía estructural provocan el reflujo son diversos.

Los síntomas atípicos producidos por reflujo gastroesofágico se presentan en un tercio de los pacientes y simulan una enfermedad respiratoria (disnea, tos, expectoración, ronquera), cardíaca (precordalgia), pancreática (dolor hemicinturón), gástrica (disfagia) o duodenal (dispepsia).Asimismo, en pacientes con el estómago intratorácico puede presentar o manifestar obstrucción esofágica esporádica debido al viraje que se ha generado a la disposición en que el órgano emigrar o inmigrar hacia el tórax y se asocian manifestaciones respiratorias, tales como disnea por la compresión mecánica y neumonías recidivantes a causa de la aspiración de contenido gástrico. Lo más importante es estar consciente de que las hernias hiatales causan reflujo gastroesofágico, que a la vez puede desarrollar otras complicaciones como estenosis (reducción del lumen esofágico), esófago de Barrett, o úlceras de Cameron, entre otras, alteraciones funcionales: dificultad de vaciamiento del saco herniario (9).

¿Como puede hacerse el diagnóstico de la hernia de hiato? La mayoría de las hernias hiatales son encontradas como hallazgos incidentales en las radiografías de tórax de rutina. Con la aparición de la radiología clínica esta patología se hizo más manifiesta que la hernia diafragmática, es una anormalidad referentemente común, y no constantemente se vincula con síntomas.La incidencia real de la HH en la población general es dificultoso y complicada de determinar debido a la carencia de síntomas. Pero las hernias de hiato de mayor tamaño pueden reconocerse asimismo en la imagen radiológica simple del tórax se puede visualizar como una masa con un nivel hidroaéreo (gas) detrás del corazón (estructuras retrocardiacas), la burbuja gástrica por debajo del diafragma tiende a estar ausente. Usualmente la hernia se encuentra a la izquierda de la columna vertebral, sin embargo, las hernias de gran tamaño (particularmente las encarceladas) se pueden extender más allá de la silueta cardiaca y producir una mínima cardiomegalia. Estas hernias además del nivel hidroaéreo en su interior tienen contenido gástrico (10) (figura. 3).



Figura 3. Radiografía de tórax anteroposterior (PA) Fuente: autor.

El diagnóstico de la hernia de hiato deslizante se basa principalmente en el estudio radiológico con contraste de bario (deglución de bario), comprobándose cómo los pliegues gástricos ascienden por encima del diafragma, evalúa el tamaño de la hernia y la presencia de rotación axial o longitudinal y estenosis. Endoscopia digestiva alta, esta prueba de diagnóstico por imágenes juega un rol menor en el diagnóstico de hernia hiatal, se utiliza un dispositivo de visualización (endoscopio) que se guía hacia el esófago, para medir la distancia de la unión gastroesofágica del hiato y examinar la mucosa (cualquier anormalidad debe ser biopsiada). Su mayor utilidad radica en confirmar obstrucción gástrica y descartar lesiones mucosas concomitantes que puedan sugerir isquemia (Figura. 4).


Figura 4. Endoscopia digestiva alta (Fuente: autor.)

Manometría es un tipo de endoscopia en la que se utilizan sensores de presión para medir las contracciones musculares al deglutir, ayuda a identificar desórdenes en la motilidad esofágica pero no siempre es técnicamente posible realizarla. Estudio de impedancia de pH de 24 horas o Phmetría. se mide la cantidad de reflujo que ingresa al esófago durante 24 horas para ver si el reflujo ácido está causando sus síntomas, se considera innecesaria o no confiable en casos de hernia hiatal gigante.

Prueba esofágica Bravo con esta prueba se mide la cantidad de ácido que ingresa al esófago desde el estómago, se coloca una pequeña cápsula en la pared del esófago esta cápsula mide la cantidad de ácido y envía la información a un receptor. Sonda de imagen luminal funcional endoscópica (EndoFLIP®) se utiliza un tubo flexible con un globo en el extremo, que está equipado con sensores. La prueba mide la distancia a través del esófago y la presión dentro de él, esto informa sobre la rigidez de los músculos esofágicos (11).

Tomografía computarizada (TC) la hernia hiatal es vista en la TC de manera incidental al ser practicado por alguna otra indicación. Aparece como una masa retrocardiaca con o sin nivel hidroaéreo, cuyo origen puede ser localizado por medio de cortes seriados en el hiato esofágico. Es útil para la demostración precisa de la anatomía de la porción de estómago intratorácico (figura. 5).

Figura 5. Tomografía computada de tórax y abdomen con contraste, cortes axial, sagital ycoronal en paciente con hernia hiatal gigante con estómago intratorácico (cortesia González-Munera y col )

Resonancia magnética nuclear (RMN) ayuda al diagnóstico de hernia paraesofágica en casos donde una masa retro cardíaca podría corresponder a un tumor de grasa con extensión a los vasos sanguíneos abdominales dentro de la porción torácica. Sin embargo, no es el estudio de rutina para el diagnóstico de hernia hiatal pues no ofrece ninguna ventaja sobre el estudio dinámico con medio de contraste baritado. (12)

Ecografía o ultrasonido torácico la unión gastroesofágica en corte transversal tiene un diámetro de 7.1- 10.0mm a nivel del hiato diafragmático en ausencia de hernia hiatal. Pero en los casos de pacientes con sospecha de hernia del hiato diafragmático, la unión gastroesofágica no puede ser delimitada, y el diámetro o calibre determinado es de aproximadamente entre 16,0- 21,1 mm, y este se corresponde al diámetro o calibre de la víscera herniada a nivel del hiato diafragmático. El valor predictivo de la ecografía o ultrasonido es de un 100 %. El valor predictivo negativo del diámetro o calibre visceral es de 90 % y el fallo o defecto en la demostración y/o comprobación de la unión gastroesofágica como valor predictivo negativo es de 94,7 %. La ultrasonografía es un estudio no invasivo que se puede emplear para el diagnóstico de hernia de hiato diafragmático y reflujo gastroesofágico.

Por último, también se puede emplear la angiografía la hernia hiatal y la esofagitis en raras ocasiones causan hemorragia masiva del tracto digestivo, sin embargo, si esto ocurriese la angiografía es el método diagnóstico para localizar el sitio de hemorragia y posteriormente detenerlo. (10-13)

A medida que el estómago se hernia hacia el tórax, este va rotando. Más de dos tercios de las rotaciones gástricas se encuentran asociadas a hernias diafragmáticas. La rotación más común es la rotación anterior órgano-axial, donde el estómago rota a lo largo de su eje longitudinal, con movimiento hacia anterior y luego hacia cefálico de la curvatura mayor. El estómago también puede rotar en forma mesenterio-axial, es decir, en un eje perpendicular a su eje longitudinal, con movimiento hacia anterior y luego hacia la izquierda del antro. El término “vólvulo gástrico” se reserva para aquellos casos en que la rotación anormal determina estrangulación y obstrucción del órgano.(4) A pesar de esto, en la literatura este término es usado muchas veces inadecuadamente como sinónimo de “rotación gástrica”. (13,14)

¿Cuál es la terapéutica de la hernia de hiato? La terapéutica médica en la HH es poco eficaz en esta clase de anomalía ya que implica un vasto cambios o alteraciones orgánicas funcionales. Este incluye una extensa gama de medicamentos como lo son los antagonistas de los receptores H2 o los inhibidores de la bomba de protones que mitigan o atenúan en mayor o menor grado los síntomas. Es por ello que un gran numero autores convergen que el tratamiento definitivo de la HH es quirúrgico y se basa en dos elementos esenciales: la restauración del hiato diafragmático y la funduplicatura gástrica con el objetivo de crear un manguito de presión antirreflujo. Sin embargo, las indicaciones para la resolución quirúrgica son: hernia hiatal encarcelada, dolor torácico asociado a hernia hiatal mixta, paciente con severa deficiencia de hierro secundaria a erosiones o ulceraciones en la hernia hiatal, y hernia paraesofágica. (15)

El abordaje quirúrgico se convierte en el tratamiento definitivo y este puede ser transabdominal o transtorácico ya sea en forma abierta o laparoscópica con un alivio de los síntomas en un 80 % al 100 % de los pacientes. Dentro de las técnicas quirúrgicas la cirugía abierta presenta una alta tasa de complicaciones y precisa un tiempo de recuperación prolongado mientras que la cirugía laparoscópica ha demostrado dentro de las ventajas en estos pacientes, se cuenta tiempo operatorio corto, seguridad, buen control de síntomas, menor estancia hospitalaria, bajas tasas de recurrencia y menores tasas de complicaciones.

Con respecto al tratamiento de los pacientes sintomáticos con hernia hiatal gigante con estómago intratorácico es quirúrgico. En caso de complicaciones, como vólvulo, obstrucción o perforación, la cirugía debe ser de urgencia. El abordaje quirúrgico puede ser a través del tórax o el abdomen. La cirugía laparoscópica puede ser usada tanto para hernias con rotación gástrica órgano-axial como mesenterio-axial. En la cirugía de este tipo de hernias el primer paso es la reducción del estómago herniado seguido de la extirpación del saco herniario, la remoción de este saco herniario puede ser la parte más difícil del procedimiento quirúrgico, por lo que en ocasiones no se hace o se hace de manera incompleta. Pero es necesario resecarlo y liberar todas las adherencias circunferencialmente para evitar recurrencias de la hernia (14,15).

El objetivo principal del mismo en casos sin compromiso pulmonar es evitar o minimizar la sintomatología digestiva, incluido el RGE, así como prevenir las consecuencias de la volvulación gástrica. La cirugía ha sido recomendada siempre en estos casos.

Ya que las complicaciones llegaban al 30 %, con altas tasas de morbilidad y mortalidad (15,16).

La hernia de hiato tipo I de pequeño tamaño no asociada a reflujo gastroesofágico sintomático no requiere tratamiento ni debe ser considerada una enfermedad. Cuando es de mayor tamaño y se asocia a reflujo patológico sintomático, el tratamiento es el del reflujo. Por otra parte, la hernia de hiato tipo II o III ofrece un riesgo constante de producir complicaciones (disfagia, hemorragia, vólvulo, obstrucción) por lo que, una vez identificada, se debe de tratar de forma quirúrgica, aunque el paciente permanezca asintomático. Cuanto mayor es la edad del paciente, mayor es el riesgo de dichas complicaciones. Es recomendable la reparación de una hernia gigante tipo II o III. Las hernias de hiato gigante representan el 5 %-8 % de las hernias hiatales. No existe definición uniforme sobre la hernia hiatal gigante, algunos autores la definen como la herniación de más del 30 % del estómago, otros más del 50 %. Ciertamente, cualquier hernia con más de la mitad del estómago en el tórax debe ser considerado como hernia hiatal.

Finalmente, dentro de las complicaciones de las HH, en caso de hernias complicadas, con un vólvulo gástrico agudo, los síntomas incluyen dolor torácico o epigástrico de aparición súbita, náuseas y arcadas con incapacidad de vomitar y la imposibilidad de pasar una sonda nasogástrica (triada de Borchardt), también pueden presentar hematemesis. En caso de gangrena y perforación del estómago herniado, se pueden desarrollar complicaciones como mediastinitis o peritonitis (17).

Presentamos el caso de las imágenes de una paciente que es diagnosticada de hernia de hiato paraesofágica tipo III (mixta) gigante (HHG), tras realización de estudio radiológico con contraste de bario, con herniación del estómago hacia el mediastino posterior, con el fin de discutir su abordaje diagnóstico y terapéutico. Asimismo, la actualización de la literatura para poder profundizar los conocimientos científicos de dicha patología debida a su baja frecuencia.




Continua: Caso clínico

Hernia del hiato diafragmático paraesofágica gigante un desafio en elabordaje diagnóstico y terapéutico. Reporte de un caso y revisión dela literatura
Introducción
Caso clínico
Discusión
Conclusiones
Referencias

NOTA: Toda la información que se brinda en este artículo es de carácter investigativo y con fines académicos y de actualización para estudiantes y profesionales de la salud. En ningún caso es de carácter general ni sustituye el asesoramiento de un médico. Ante cualquier duda que pueda tener sobre su estado de salud, consulte con su médico o especialista.





Instituto de Medicina Tropical - Facultad de Medicina - Universidad Central de Venezuela.
Elaborado por el Centro de Análisis de Imágenes Biomédicas Computarizadas CAIBCO,
caibco@ucv.ve
Este portal ha sido desarrollado gracias al apoyo del Fonacit