Otorrinolaringología
Trastornos motores laríngeos posterior a tiroidectomía
Introducción
La tiroidectomía
es la cirugía endócrina más común. Los procedimientos quirúrgicos de la tiroides se indican para
pacientes con una variedad de afecciones tiroideas, incluyendo nódulos
tiroideos cancerosos y benignos, glándulas tiroides grandes (bocios) y
glándulas hiperactivas. La tiroidectomía puede ser total o parcial, y según la
extensión de la resección, puede ser Hemitiroidectomía o tiroidectomía subtotal.
(1-4).
Se
ha establecido como el posible daño a estructuras anatómicas cercanas a la
glándula tiroides como los nervios de la laringe y la glándula paratiroides
como el principal riesgo de la cirugía de tiroides. La lesión del nervio laríngeo recurrente, es una de las complicaciones más
frecuentes de la cirugía de tiroides, ocurre hasta en el 14% de los casos. Si la
lesión es unilateral ocasiona parálisis de la cuerda vocal ipsilateral con
consecuente disfonía. Si es bilateral, puede provocar obstrucción de la vía
respiratoria con estridor severo como respuesta a la aducción completa de las
cuerdas vocales y parálisis de ambas cuerdas vocales (3,5-8).
El lugar más habitual de la lesión ocurre
en la porción distal del nervio que es cubierta por el tubérculo de Zuckerkandl
o el Ligamento de Berry o por ambas estructuras (9-11). La disfonía secundaria a
parálisis de cuerda vocal se origina por un cierre glótico incompleto que
determina un escape de aire al fonar a este nivel, resultando una voz soplosa y
débil (6,7).
La
inervación de la laringe está dada por el nervio vago (X par craneal) que sale
de la base del cráneo a través del agujero yugular y desciende en la vaina carotídea,
emitiendo tres ramas importantes: la rama faríngea, el nervio laríngeo superior
y el nervio laríngeo inferior o recurrente (12-18).
Entre
las complicaciones de la cirugía de tiroides tenemos la parálisis laríngea, el
cual es un término utilizado para describir la limitación de movimiento de las
cuerdas vocales secundario a procesos mecánicos o neurogénicos. (12, 16-18).
Las manifestaciones clínicas dependerán de: si la lesión es unilateral o
bilateral, del nivel de afectación nerviosa y de la posición final que adopten
las cuerdas vocales. (12, 15, 19-20).
Según
la posición que puede adoptar la cuerda paralizada, se describen (15):
- Posición mediana: cuerda vocal situada en
línea media anatómica.
- Posición lateral: cuerda vocal paralizada
en posición de abducción.
- Posición intermedia (cadavérica): cuerda
vocal se sitúa en el plano medio, entre la posición mediana y lateral.
- Posición paramediana: cuerda vocal se
sitúa en el plano medio, entre las posiciones mediana e intermedia.
Clínicamente
se genera disnea de variada intensidad y estridor que puede progresar a la
muerte (21,22). La laringoscopia indirecta con instrumento flexible
o rígido establecerá las características de la parálisis cordal, determinando
si la parálisis es uni o bilateral y la posición adoptada por las cuerdas
vocales; del mismo modo, por la dinámica del estudio se evidencia si existe o
no compensación glótica en caso de una parálisis unilateral o si existe un
grave compromiso de la vía aérea en caso de una parálisis bilateral (19).
El objetivo de la investigación es caracterizar los
trastornos motores laríngeos identificados en pacientes sometidos a cirugía
tiroidea evaluados en el Hospital Universitario de Caracas, durante el periodo
2021-2022 |