Bioanálisis
Presencia de microplásticos en sangre de donantes que acuden al banco de sangre del Hospital “Lcdo. José María Benítez”, estado Aragua, Venezuela
Discusión
En el presente estudio se
evaluó la presencia de microplásticos en sangre 37 muestras, encontrando
polímeros en el 100 % de las muestras procesadas. En contraposición con lo expuesto
por Leslie y cols. (5), que en una muestra de 22 casos se demostraró microplásticos
en sangre en el 77 % de los casos, con una concentración promedio de 1,6 µg/mL
En cuanto a la identificación
de los polímeros, en el trabajo de Leslie y cols. (5), los polímeros más
comunes fueron polietileno tereftalato (PET), polietileno (PE) y polipropileno
(PP), siendo PET el más prevalente. En este estudio también muestra una alta
prevalencia de microplásticos, pero en este caso, el polietileno (PE) y el
poliestireno (PS) son dominantes, seguidos por combinaciones con polipropileno
(PP). Esto podría sugerir diferencias en las fuentes de exposición y
condiciones sociodemográficas de los participantes.
Si bien en estudios previos
se han determinado los factores de riesgos de contaminación por microplásticos
a los humanos dado a la liberación de estas partículas como en agua
embotellada, bolsas plásticas o el uso de microondas, en ningún estudio
anterior se había asociado estos factores de riesgo con la presencia de microplásticos
en la sangre humana demostrando una relación que el 72,97 % utilizaba bolsas de
plástico para preservar los alimentos y el 86,49 % bebidas en botellas
plásticas.
La sangre ha demostrado ser
un medio donde se puede acumular y persistir el microplástico, además de lograr
transportar estas partículas a otros órganos y tejidos. Las repercusiones en la
salud a largo plazo deben ser
estudiadas, sobretodo en la eminente interacción de estos micropolímeros con
las membranas celulares, influyendo en desregulaciones del ciclo celular,
señalizaciones y el estrés oxidativo, dado que la exposición crónica a estos
polímeros podrá relacionarse con patologías autoinmunes como lupus eritematoso
sistémico o enfermedad reumática autoinmune, además de posibles neoplasias y
trastornos del funcionamiento de órganos hematopoyéticos, por lo que representa
una amenaza silente ante estas patologías (9).
Por otra parte, con los
resultados se logró identificar microplásticos de tipo polietileno (PE) en el
84,49 % de los pacientes estudiados en contraste con el 54,4 % de los pacientes
en los que se encontró polietileno (PE) en placa ateroma en Microplastics and Nanoplastics in Atheromas
and Cardiovascular Events (2024) por Raffaele Marfella y cols. (17), lo que muestra la impactante relación entre la
presencia de microplásticos en sangre y posibles enfermedades cardiovasculares
como eventos cerebrovasculares, eventos isquémicos al miocardio, entre otros.
Dentro de este estudio se
explica la presencia de microplásticos en las 37 personas estudiadas con una
concentración en promedio de 5.003 µg/ml, con una distribución total de 84,49 %
de polietileno, 72,97 % de poliestireno y 56,76 % de polipropileno encontradas
en toda la muestra.
Si bien los resultados de las
correlaciones no fueron estadísticamente significativos al momento de
discriminar la presencia de microplástico asociada a un factor de riesgo en
específico, se pudo enfatizar en marcadores de riesgos más relevantes a exposición
a los micropolímeros como la implementación de envolturas y envases plásticos
para almacenar alimentos y el consumo de bebidas en recipientes y botellas
plásticas.
Donde se determina que en
cuanto al sexo, el hombre tiene una mayor concentración de micropolímeros en
sangre que las mujeres, con un rango de edad en la que estos elementos se
encuentran más predominantes de 25 a 35 años y el estrato social cuyo valor de
densidad de los polímeros en sangre fue mayor corresponde al estrato social IV.
Esta investigación ha
demostrado que la población venezolana tiene alta exposición al plástico, por
lo que se recomienda minimizar el uso prolongado de estos productos y envases
desechables, además de incentivar el consumo de agua filtrada o de fuentes
seguras para evitar la contaminación de microplásticos en aguas embotelladas.
Incentivar alternativas libres de polímeros en el almacenamiento de comidas. Minimizar
el uso de microondas en envases plásticos.
Con este trabajo se procura
fijar cimientos y motivar el campo de investigación de microplásticos y su
impacto en la salud humana que es un área poco explorada en Latinoamérica hasta
ahora. Así como resaltar la necesidad de la aplicación de nuevas leyes y
medidas de control en la producción, eliminación y reciclaje del plástico, con
la intención de limitar la exposición continua del humano a estos elementos y
que dichos objetos sean elaborados con mejor calidad y con materiales
alternativos al plástico. |