Obstetricia
Malformaciones fetales congénitas incompatibles con la vida
Discusión
De las 17 pacientes vistas en la consulta con alguna malformación fetal
incompatible con la vida, 7 se mantuvieron en las consultas sucesivas. Pese a
que el número de pacientes parece ser bajo, este resultado es comparable
proporcionalmente a lo informado por Pfeifer y cols. (14 ), quienes en una cohorte suiza de 1 113 casos
sospechosos de malformación fetal evaluadas en 6 años solo 14 fueron los que
presentaron malformaciones incompatibles con la vida.
Referente a la edad materna de las mujeres que presentaron estas
malformaciones no hubo un grupo predominante. En la literatura se comenta, que
a mayor edad materna se incrementa el riesgo de malformaciones, varios autores
han demostrado que existe una relación entre las edades maternas extremas y las
malformaciones congénitas (MC). Las edades maternas avanzadas están
principalmente asociadas con MC de origen cromosómico, especialmente trisomías
como las trisomías 13, 18 y 21 (19,21). Además, se ha observado un mayor riesgo
de defectos del tubo neural, como la anencefalia y la espina bífida, en hijos
de mujeres mayores de 40 años (22,23).
Por otro lado, las edades maternas más jóvenes se han relacionado con MC
no cromosómicas, como la gastrosquisis, así como con otros tipos de defectos,
como la estenosis pilórica, hidrocefalia, polidactilia, persistencia del ductus
arterioso y displasia septo-óptica. Esta asociación sugiere que los hábitos de
las mujeres jóvenes, como la alimentación, el consumo de tabaco y drogas,
podrían ser factores de riesgo para estos defectos (27-29).
La edad gestacional de detección de la malformación fue en el primer
trimestre en un caso y el resto en el segundo trimestre, similar a lo informado
por Syngelaki y cols. (25) en Reino Unido (2019), donde la detección de
malformaciones congénitas fue del 27 % en el primer trimestre, 53,8 % en el
segundo trimestre y 18,6 % en el tercer trimestre, destacando que a las 11-13
semanas de gestación, se diagnosticaron todos los casos de acraneo,
holoprosencefalia alobar, encefalocele, atresia tricúspide o pulmonar,
pentalogía de Cantrell, ectopia cordis, onfalocele, gastrosquisis y anomalía
del pedículo embrionario y >50 % de los casos de espina bífida abierta,
síndrome del hemicardio izquierdo hipoplásico, comunicación
auriculoventricular, defecto cardíaco complejo, isomerismo de la aurícula
izquierda (vena cava inferior interrumpida con anatomía intracardíaca normal),
obstrucción del tracto urinario inferior, ausencia de extremidades, secuencia
de deformación de la acinesia fetal y displasia esquelética letal (29).
Los diagnósticos encontrados fueron un caso de gemelar
toraco-onfalopagos, Limb Body Wall Complex, pentalogía de Cantrell, secuencia
acranea-excencefalia-anencefalia, trisomía 13, trisomía 18, síndrome de banda
amniótica. Por lo que no hubo
una predominancia de patología, sin embargo, al señalar las trisomías, anencefalia y el Limb Body Wall complex podemos
observar que estas anomalías son similares a lo reportado en la literatura
donde señala que la mayor parte de malformaciones y anomalías por causas
genética se deben el 60 % a alteraciones multifactoriales y de causa
desconocida, 10 % alteraciones cromosómicas, mendelianas 20 % y teratogénicas
10 %. En las cromosómicas se presentan dos tipos de alteraciones: las numéricas
y las estructurales, afectan cromosomas sexuales o cromosomas autosómicos (29).
Además, muchas de las malformaciones cursan con algún grado de alteración
en el desarrollo del sistema nervioso central, como lo señalan Tan y cols. (22),
y Pfeifer y
cols. (14), informan que las malformaciones del sistema nervioso central
correspondieron al 33 % seguida de las aberraciones cromosómicas en un 20 %,
comparable a lo encontrado en este estudio que las aberraciones cromosómicas se
detectaron en 2 de los 7 casos, representando el 28,6 %.
La mayoría de las malformaciones incompatibles con la vida resultan en
aborto, (1, 22) y otro grupo pueden llegar a la vida posnatal con severas
limitaciones, e incluso con una alta mortalidad en los primeros 7 días de vida
extrauterina, como en el caso de las trisomías 13 y 18 (21). Por lo que la
interrupción del embarazo en estas patologías son una opción viable en vista
del pronóstico, sin embargo las implicaciones médicas, legales y religiosas
pueden ser limitantes, con una posición firme en contra de la interrupción de
la gestación cuando se trata de un embarazo normal sin embargo, en este
contexto de malformaciones incompatibles con la vida, previa aprobación de la
gestante y a través de un equipo multidisciplinario que evalúe individualmente
cada caso se pudiera implementar en casos especiales de malformaciones
congénitas que son incompatibles con la vida extrauterina, (27).
Por lo cual terminamos señalando y convencidos que la experiencia
acumulada dentro del servicio de obstetricia en cuanto al manejo de este tipo
de casos por parte de un equipo multidisciplinario puede aportar en la
disminución tanto de la muerte materna y malformación congénita no solo dentro
de los centros asistenciales de la ciudad capital sino en el resto del país.
Como conclusión se puede decir que, el manejo y conducción adecuada de
aquellas gestaciones en las cuales existe incompatibilidad de la vida fetal
extrauterina siempre ha representado un reto al ejercicio de la medicina y
particularmente de la obstetricia por las implicaciones científicas, éticas,
legales, personales y familiares de los protagonistas de este evento.
La prevención primaria es la piedra angular donde la consulta
preconcepcional, la consulta prenatal, de bajo y alto riesgo son fundamentales.
Por tal motivo se recomienda
- Realizar diagnóstico precoz y oportuno,
comprobable y verificable. Esto incluye estudios de laboratorio, imagenológicos,
histopatológicos y genéticos.
- Realizar asesoramiento perinatal y genético con
un equipo multidisciplinario.
- Crear un consentimiento informado para el manejo
de gestante con malformaciones incompatible con la vida
- Realizar un informe en el cual los familiares y
principalmente la gestante, expresan su opinión desprejuiciada acerca de
los procedimientos a seguir, conducta obstétrica y de asesoramiento
genético.
- Respetar o seguir la legislación que al respecto
existe en el país.
Aspectos éticos. El estudio se
efectuó siguiendo las normas bioéticas establecidas por la declaración Helsinki.
Los investigadores guardaron discreción en el procedimiento de la investigación
científica; de acuerdo con las normas internacionales de investigación toda la
información obtenida de los pacientes en estudio se manejó en forma
estrictamente confidencial, los datos del paciente se obtuvieron y se manejaron
para uso exclusivo de la investigación. Se garantizó el respeto a los cuatro
principios bioéticos fundamentales: autonomía, beneficencia, no maleficencia y
justicia (14). Estos aspectos serán cumplidos por todas las personas que
intervienen en la investigación (12-14). |