Nutrición
Bioética, aditivos alimentarios, higiene de alimentos en nutrición
Introducción
La contaminación química de los alimentos junto con el
medio ambiente es un problema de salud pública, no solo en el ámbito puramente
técnico, sino son causa de preocupación y temor para los ciudadanos y mencionados
en los medios de difusión de masas. El desarrollo de la industria ha aumentado
la contaminación del medio ambiente, que por diversos mecanismos, pueden llegar
a los alimentos y contaminarlos, con incremento de concentración por
acumulación mediante las cadenas tróficas, que forman parte de la gran cadena
biológica medioambiental. Otra razón son necesidades de la población que
aumenta, el alejamiento de poblaciones de centros productivos rurales, uso de
sustancias químicas que no son tan inocuos en plantas y animales, la
acumulación o almacenamiento de alimentos y sus traslados a grandes distancias,
tratados mediante diversos procesos tecnológicos o adicionar sustancias que
incrementa el peligro de contaminación cuando su uso no es el adecuado o se
utilizan aditivos prohibidos (1).
El público debe ser protegido en todo lo relacionado
con la salud (alimentos) y la economía, esto abarca la seguridad, pureza,
sanidad y valor justo. El consumidor muchas veces no posee conocimientos para
protegerse, esta responsabilidad atañe a la industria y el gobierno, donde muchas
veces ocurre que los productos superan los mínimos impuestos por el gobierno
cuando no existe un control. Debe haber conciencia cívica, proteger los
valiosos nombres de marcas, a fin de sobrevivir y competir sanamente las
empresas. La publicidad dañina resultado de una intoxicación por productos, el
descubrimiento de una sustancia química nociva en alimentos o la revelación de
una práctica deshonesta puede causar fin a una compañía, por eso la industria
de alimentos cuenta con que el gobierno establezca normas altas y garantice su
cumplimiento, a fin de protegerse contra la competencia sin ética (2).
Los aditivos son sustancias añadidas intencionalmente
a los alimentos para mejorar su estabilidad o propiedades organolépticas o
nutritivas. Se discute mucho su salubridad y existen métodos más eficaces de
técnicas de protección, una legislación muy estricta para su uso en listas
positivas aceptadas para su empleo y sus límites e indicados en las etiquetas
de los productos alimenticios con la letra E- número, además de nuevos
descubrimientos. La investigación toxicológica y la documentación exigida para
su autorización es larga y costosa (3, 4). Los aditivos se utilizan como
agentes microbianos, para reducir las alteraciones físicas, químicas y para su
procesado, como también en el arte de cocinar en la preparación de platos
diarios, pero algunos fabricantes los han usado para abaratar o añadir en
exceso a los alimentos relacionados al poder político y negociantes que no
cumplen. Se agrupan según aceptabilidad como protectores de la salud, según su
función naturales o sintéticos, según legalidad en sustancias gras voluntario e
involuntario. El uso progresivo de aditivos sintéticos origina problemas
sanitarios, aunque estos deben enjuiciarse críticamente (2, 5, 6).
Los cambios alimentarios desde la era industrial, el
aumento de consumo de productos con azúcar son fenómenos asombrosos, por lo que
el consumo de azúcar simple ha aumentado y no al consumo de edulcorantes, sino
por la proliferación en el mercado de alimentos elaborados. Se ha relacionado
los edulcorantes con aspectos sanitarios y enfermedades como diabetes mellitus,
obesidad, caries dental, enfermedades coronarias, conducta (3, 6). Los aditivos
en cantidades adecuadas en alimentos no tienen efecto nocivo para la salud, sin
embargo, algunos más comunes se han relacionado e implicado en reacciones
adversas, además con las enfermedades transmitidas por los alimentos como:
saborizante como el glutamato
monosódico (GMS) potenciador del sabor, colorante como el amarillo No. 5 (tartrazina),
eritrosina, ciclamato y sus sales, edulcorantes (aspartarme y sacarina sódica),
conservantes: ácido sórbico y sus sales, acido benzoico y sus sales, sulfitos,
nitritos y nitratos (7).
Para
la Organización Mundial de la Salud (OMS), la educación para la salud es la
encargada de orientar y organizar procesos educativos con el propósito de
influir positivamente en conocimientos, practicas, costumbres de individuos y
comunidades en relación con su salud, esto ha crecido mucho siendo unas de las
principales estrategias de promoción, además se ha relacionado con bajos
niveles educativos con peores desenlaces en la salud trayendo dificultades:
barreras sociales para mantener la salud, problemas en el uso correcto de
medicamentos, acceso deficiente a información en salud, dificultades en el
control de enfermedades. En la promoción de salud hay tres desafíos: reducción
de la desigualdad, incrementar la prevención, incrementar la capacidad de
afrontamiento. En las estrategias de implementación: el autocuidado y ayuda
mutua, creación de entornos saludables o condiciones adecuadas, creación de
entornos que favorezcan la salud (8).
En
este artículo se efectúa un análisis bioético sobre los aditivos alimentarios en higiene
de los alimentos en nutrición que detallan los
hechos éticos, valores y morales relevantes del caso, bajo el enfoque de los
principios bioéticos involucrados en la atención de salud con la resultante
reflexión al respecto, además la legislación y disposiciones sanitarias en aditivos
alimentarios y la deontología de los Nutricionistas y Dietistas. |