José R. Urdaneta Machado
Dr. en Ciencias Médicas
Profesor del Departamento de Morfofisiopatología. Escuela de Bioanálisis. Facultad de Medicina. Universidad del Zulia
Nasser Baabel Zambrano
Dr. en Ciencias Médicas
Profesor del Departamento de Obstetricia y Ginecología. Facultad de Medicina. Universidad del Zulia
José E. García Idelfonso
Dr. en Ciencias Médicas
Profesor del Departamento de Obstetricia y Ginecología. Facultad de Medicina. Universidad del Zulia
Alegría Levy G.
Dra. en Medicina
Profesor del Departamento de Morfofisiopatología. Escuela de Bioanálisis. Facultad de Medicina. Universidad del Zulia
Yusley Karina Pineda
Alumno Escuela de Bioanálisis. Facultad de Medicina. Universidad del Zulia
Mariel Eddimar Guillen
Alumno Doctorado en Ciencias Médicas. Facultad de Medicina. Universidad del Zulia
Bioanálisis Perfil lipídico en gestantes preeclámpticas y normotensas Fecha de recepción: 17/04/2019
Fecha de aceptación:
14/06/2019
Objetivo: Comparar el perfil lipídico entre gestantes preeclámpticas y normotensas ingresadas a
la Maternidad “Dr. Armando Castillo Plaza”, de Maracaibo, estado Zulia. Métodos: Investigación
comparativa, con diseño no experimental, retrospectivo y de casos y controles, en la que se
revisaron las historias clínicas de 50 gestantes preeclámpticas (casos) y 50 normotensas
(controles). Se analizaron características clínicas y resultados de las determinaciones séricas de
triglicéridos, colesterol total, colesterol asociado a lipoproteínas e índices lipoproteícos,
realizados durante el tercer trimestre de gestación al momento de su ingreso a la emergencia
obstétrica. Resultados: Al comparar el perfil lipídico de gestantes preeclámpticas y normotensas
se encontró que las embarazadas con preeclampsia presentaban significativamente mayores
concentraciones de colesterol total (205,18±37,69 vs. 186,38±50,30; p < 0,05), colesterol-LDL
(120,5±30,56vs. 103,1±45,33; p < 005), Índice de Castelli (CT/CHDL= 4,32±0,39 vs. 3,84±0,99;
p= 0,002) y relación (CLDL/CHDL2,52±0,48 vs. 2,16±0,94; p= 0,004). Conclusión: Las
embarazadas con preeclampsia presentaron alteraciones significativas en el perfil lipídico
respecto a las normotensas.
Title Lipid profile in preeclamptic and normotensive pregnant
Abstract
Objective: To compare the lipid profile between preeclamptic and normotensive pregnant women admitted to Maternity "Dr. Armando Castillo Plaza ", from Maracaibo, Zulia state. Methods: Comparative research, with a non-experimental, transactional and case-control design, in which the clinical histories of 50 preeclamptic pregnants (cases) and 50 were reviewed. normotensive (controls). Clinical characteristics and results of serum determinations of triglycerides, total cholesterol, lipoprotein-associated cholesterol and lipoprotein indices were analyzed during the third trimester of pregnancy at the time of admission to the obstetric emergency. Results: When comparing the lipid profile of preeclamptic and normotensive pregnant women, it was found that pregnant women with preeclampsia had significantly higher total cholesterol concentrations (205.18 ± 37.69 vs. 186.38 ± 50.30, p <0.05). , LDL-cholesterol (120.5 ± 30.56 vs 103.1 ± 45.33, p <005), Castelli Index (CT / CHDL = 4.32 ± 0.39 vs. 3.84 ± 0.99) p = 0.002) and relation (CLDL / CHDL2.52 ± 0.48 vs. 2.16 ± 0.94, p = 0.004). Conclusion: Pregnant women with preeclampsia presented
Key Word Total cholesterol, Pregnancy, Lipid profile, Pre-eclampsia, Triglycerides
Introducción
La preeclampsia (PE), un síndrome exclusivo de la gestación humana, es causante de una
elevada morbi-mortalidad materna y fetal, que afecta alrededor del 2% - 10% de todos los
embarazos (1); con una incidencia a nivel mundial de 4,72 por cada mil niños nacidos (2). En
Latinoamérica constituye la principal causa de mortalidad materna (3-6); mientras que en
Venezuela para el año 2011, el 29,59% de las 436 muertes maternas reportadas tuvieron como
causas algún trastorno hipertensivo (7).
Durante muchos años se ha considerado a esta patología como la enfermedad de las teorías,
esto porque las múltiples hipótesis no lograban explicar el cuadro en su totalidad, lo cual parece
ser el responsable de su alta morbi-mortalidad (8). La similitud entre la lesión placentaria en la
PE y la aterosclerosis ha llevado a la hipótesis que la alteración del metabolismo de los lípidos
puede ser una causa mayor de disfunción endotelial, un paso crucial en la etiopatogénesis de la
enfermedad (9).
Aunque en el embarazo normal se produce una hiperlipidemia fisiológica con un incremento en
las concentraciones plasmáticas de lipoproteínas de baja (LDL-C) y muy baja densidad (VLDL),
colesterol y triglicéridos (3), debidas a variaciones hormonales que aportan nutrientes necesarios
tanto para la madre como para el desarrollo del feto, quien necesitará de fuentes lipídicas para la
construcción de sus membranas celulares (10); sin embargo, los niveles altos de colesterol y/o
triglicéridos se han asociado con resultados adversos perinatales incluyendo recién nacidos de
bajo peso para la edad gestacional, parto prematuro y preeclampsia (11).
Cabe acotar que el papel fisiopatológico de la PE inicia con la peroxidación de los lípidos y la
generación de radicales, por lo que la dislipidemia podría contribuir a la disfunción endotelial (2).
Asimismo, la PE comparte factores de riesgo convencionales con las enfermedades
cardiovasculares, tales como, la obesidad, dislipidemias, hipertensión arterial y resistencia a la
insulina, los cuales tienen como base común a estos la presencia de disfunción endotelial, la
cual se asocia con el desarrollo de vasoespasmo, aumento de la permeabilidad vascular y
estímulo de la agregación plaquetaria, predisponiendo a disfunción placentaria y aterosclerosis;
ambos hallazgos característicos tanto de la PE como de las enfermedades cardiovasculares (6).
Se piensa que las alteraciones de metabolismo lipídico normal está involucrado en la
patogénesis de la disfunción endotelial en la PE, evidenciándose alteraciones lipídicas similares
a las observadas en la aterosclerosis, como la hipertrigliceridemia, las cuales probablemente
jueguen un papel en la disfunción y daño endotelial; tanto la PE y la aterosclerosis son
enfermedades endoteliales con una afección importante del daño oxidativo mediado por los
lípidos y su perfil lipídico es marcadamente similar (12).
Aunque los informes publicados que examinan los niveles de lípidos durante el embarazo y PE
han sido inconsistentes y aún existen controversias al respecto (2, 13); se han reportado
hallazgos que demuestran que las alteraciones en el perfil de lípidos tienen un papel importante
en la PE, incrementando la dislipidemia hasta 3,6 veces la posibilidad de desarrollar PE (2). En
un meta-análisis reciente de 74 estudios determinó que la PE está asociado con niveles
elevados de colesterol total, colesterol no HDL-C y triglicéridos, independientemente de la edad
gestacional en el momento de la extracción de sangre, y con niveles bajos de c-HDL en el tercer trimestre (14).
En virtud a la problemática de la PE y su probable relación con las alteraciones en el perfil
lipídico, surge el propósito de comparar el perfil lipídico entre gestantes preeclámpticas y
normotensas ingresadas a la Maternidad “Dr. Armando Castillo Plaza”, de Maracaibo, estado
Zulia.
Métodos
Investigación de tipo comparativa con diseño no experimental, transversal y de casos y
controles. El universo de estudio estuvo representado por la totalidad de pacientes obstétricas
que ingresaron a la Maternidad “Dr. Armando Castillo Plaza” de la ciudad de Maracaibo desde el
01 de Enero al 31 de Diciembre del año 2019; del cual se tomó una muestra no probabilística e
intencionada conformada por 100 gestantes, divididas en dos grupos:
a)Grupo “A”: Preeclámpticas (casos)
b) Grupo “B”: Normotensas (controles)
En el grupos A (casos) fueron incluidas aquellas pacientes con diagnóstico de PE según los
criterios de la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (15); clasificándose como
PE leve a aquellas pacientes con tensión arterial mayor de 130/90 mmHg, pero menor de 160-
110 mmHg al ingreso, con síntomas de vaso-espasmo como cefalea, acúfenos, fosfenos o
presencia de 300 mg/dL de proteínas en orina en tira reactiva (30 mg/dL), confirmada en una
segunda muestra hecha seis horas después. En tanto se consideró como PE severa la
presencia de tensión arterial con valor de 160/110 mmHg, así como acúfenos, fosfenos, visión
borrosa, epigastralgia, dolor en hipocondrio derecho, hiperreflexia, proteínas en orina de 24
horas > 2 g, o su equivalente en tira reactiva.
Por su parte, las gestantes normotensas incluidas como controles pertenecieron al grupo B
(controles), siendo pacientes ingresadas para cesárea electiva y debían cumplir para ello con los
siguientes criterios: encontrarse en el tercer trimestre del embarazo (mayor o igual de 28
semanas de gestación), tensión arterial menor de 120/80 mmHg y no tener antecedentes de
enfermedades crónico-degenerativas. De igual manera, se excluyeron de cualquiera de estos
grupos, toda gestante con embarazos múltiples, obesidad, antecedentes de nefropatía,
cardiopatía, hipertensión crónica, hepatopatía, desorden tiroideo previo, diabetes, hábito
tabáquico o consumo de drogas durante la gestación, con procesos infecciosos-inflamatorios, en
tratamiento antirretroviral o con diagnóstico pre-gestacional de dislipidemia.
Con relación a las pruebas de laboratorio para la determinación del perfil lipídico, se tomaron las
séricas al momento del ingreso de la paciente y las mismas, fueron procesadas y analizadas en
el laboratorio clínico de la Maternidad “Dr. Armando Castillo Plaza” del Servicio Autónomo
Hospital Universitario de Maracaibo. Para ello, se tomaron muestras de sangre venosa al azar
en casos de PE severa o muestras con ayuno previo de 8 horas tanto para los casos de PE leve
como para los controles. Las muestras se tomaron mediante acceso venoso periférico 10
mililitros de, los cuales fueron repartidos en tubos de polietileno con EDTA (BD Vacutainer ®)
para la determinación del hemograma y pruebas de coagulación y en tubos secos (BD
Vacutainer ®) para la determinación de pruebas bioquímicas; estas últimas fueron centrifugadas
a 1500 revoluciones durante 5 minutos, separándose el plasma y se almaceno a - 80 grados C
hasta el momento de su análisis. Vale destacar que en esta institución se realiza control de
calidad interno con pool de sueros preparado en este laboratorio y se determinan los
coeficientes de variación intraensayo.
Se realizaron la determinaciones séricas triglicéridos (TG), colesterol total (CT), colesterol
asociado a lipoproteínas de alta densidad (c-HDL) y de baja densidad (c-LDL), lipoproteínas de
muy baja densidad (VLDL); además fueron calculados los cocientes aterogénicos o de riesgo
cardiovascular COL/HDL, LDL/HDL, y log(TG/HDL). Los resultados de las pruebas bioquímicas
fueron informados de acuerdo con el sistema internacional de unidades.
Las concentraciones séricas de triglicéridos fueron determinadas mediante reacción de la glicerol fosfato oxidasa; mientras que las del colesterol total mediante métodos de hidrolización
enzimática en un analizador automático Cobas Mira (Baxter Diagnostics AG, DüdingenSuiza) y
la del colesterol de las lipoproteínas de alta densidad (c-HDL) se determinarán después de
precipitación selectiva usando manganeso heparina y posterior determinación enzimática de
colesterol. El colesterol de las lipoproteínas de baja densidad (c-LDL) y de muy baja densidad
(VLDL) será calculado utilizando la fórmula de Friedewald (Friedewald y Fredrickson, 1972),
donde VLDL= TG/5 y LDL= CT- [c-HDL + c-VLDL]; excepto en los pacientes con una
triglicéridemia superior a 300 mg/dl, en los que se realizará ultracentrifugación de lipoproteína.
Se tomarán en cuenta los valores recomendados por el Panel de Expertos para el estudio del
Colesterol, estos son: (a) Triglicéridos< = 150 mg/dL, (b) Colesterol total < o = 200 mg/dl, (c)
LDL-colesterol < o = 100 mg/dl, y (d) HDL-colesterol > 50 mg/dL.
Con los resultados de estas pruebas se calcularon los cocientes o índices lipoproteicos,
mediante las siguientes ecuaciones:
(a) Índice de colesterol o de Castelli= CT/cHDL (Se considerarán valores normales hasta
4,0)
Para la recolección de los datos se utilizó como instrumento una ficha de trabajo o cuadro de
observación, diseñada ad hoc y adaptada a los propósitos de la investigación, en la cual se
registraron los datos demográficos (edad cronológica, nivel educativo, estado civil, nivel
socioeconómico, procedencia) y clínicos (edad gestacional, antecedentes clínicos como paridad,
hábitos o co-morbilidades; peso, IMC, presión arterial, severidad de la PE); así .como los
resultados de las pruebas de laboratorio realizadas.
Los datos generados fueron organizados y recopilados en una base de datos y mediante el
programa estadístico Statgraphics centurión XVI 16.2.04, se procedió a realizar un análisis
estadístico de tipo descriptivo; en el cual los resultados obtenidos fueron expresados mediante
frecuencias absolutas y relativas (porcentajes), medidas de tendencia central (medias) y de
dispersión (desviación estándar). Para establecer la comparación entre los grupos se aplicaron
las pruebas del X2 para los datos cualitativos y la prueba de T de Student para los datos
cuantitativos, en los casos donde se cumplen normalidad y homogeneidad de varianzas, o con al
menos que se cumpliera la homogeneidad de varianzas; mientras que en los casos donde no se
cumplen las presunciones paramétricas, se consideró emplear la prueba Kruskal-Wallis. Todas
estas pruebas se emplearon con un nivel de confianza del 95%, margen de error del 5% y
significancia estadística de p < 0,05; siendo los resultados presentados en tablas de distribución
de frecuencias y gráficos de cajas con distribución interpercentil.
Cabe acotar que todas las pacientes ingresaron voluntariamente al protocolo de estudio, previa
firma del consentimiento informado, asimismo, el protocolo de estudio fue aprobado tanto por el
Comité de bioética del Servicio Autónomo del Hospital Universitario de Maracaibo (SAHUM) y
conto con el visto bueno de las autoridades directivas de la referida institución.
Resultados
En cuanto a algunas características cualitativas de la muestra evaluada (Tabla I), se pudo
observar que sólo la procedencia mostró diferencias significativas, siendo la preeclampsia
mayormente predominante en mujeres urbanas (44% vs. 6%; p < 0,05); en tanto que ni la
paridad ni la edad gestacional tuvieron diferencias. Por su parte, el análisis cuantitativo (Tabla II)
sólo demostró una mayor concentración de ácido úrico sérico en las pacientes con PE
(4,41±1,46 vs. 3,41±1,26), diferencia altamente significativa (p= 0,001)
Al cuantificar los niveles de lípidos séricos (Gráfico 1) solo se encontraron diferencias
estadísticamente significativas respecto a la concentración de colesterol total, la cual fue mayor
en las gestantes preeclámpticas que en las normotensas (205,18±37,69 vs.186,38±50,30; p <
0,05). Por su parte, las concentraciones medias de triglicéridos en ambos grupo no mostraron
mayores diferencias (191,22±75,87 vs. 180,143±113,23; p= 0,568). En cuanto a la concentración
sérica de las lipoproteínas (Gráfico 2), únicamente la concentración de colesterol-LDL presentó
diferencias con significancia estadística, siendo los valores más elevados en las gestantes
preeclámpticas que en las normotensas (120,5±30,56vs.103,1±45,33; P< 005); en tanto que no
hubo diferencias en cuanto a los niveles del colesterol-HDL y el colesterol-VLDL (46,44±9,07 vs.
48,14±12,18 y 38,72±15,70 vs. 37,78±23,53; respectivamente)
Gráfico 1
Niveles de lípidos serios en mujeres preeclámpticas y normotensas
La determinación de los cocientes lipoproteícos (Gráfico 3) presentaron diferencias significativas
(p< 0,05) tanto para el Índice de Castelli (CT/CHDL) como para la relación CLDL/CHDL,siendo
superioresen las gestantes preeclámpticas respecto a las gestantes normotensas (4,32±0,39 vs.
3,84±0,99; p= 0,002 y 2,52±0,48 vs. 2,16±0,94; p= 0,004; respectivamente). Por su parte, el
Índice aterogénico del plasma (log [TG/cHDL]), no presentó diferencias entre los grupos
estudiados 0,59± 0,05 vs. 0,52±0,06; p= 0,092).
Gráfico 3
Cocientes lipoproteícos en gestantes preeclámpticas y normotensas
Leyenda: Nor-CLDL/CHDL: Relación CLDL/CHDL Normotensas; Nor CT/CHDL: Índice de
Castelli normotensas; Nor log TG/CHDL: Índice aterogénico del plasma Normotensas. PreCLDL/CHDL Relación CLDL/CHDL Preeclámpticas; Pre CT/CHDL: Índice de
CastelliPreeclámpticas; Pre log TG/CHDL: Índice aterogénico del plasmaPreeclámpticas.
En cuanto al perfil lipídico en las gestantes preeclámpticas y normotensas (Tabla III), se pudo
observar que las embarazadas con PE presentaron significativamente (p< 0,05) mayores
concentraciones de Colesterol total y del Colesterol asociado a LDL; así como en el índice de
Castelli y en la relación CLDL/CHDL
Discusión y conclusión
Los conceptos actuales de la fisiopatología de la preeclampsia sugieren que la alteración de la
función y el daño de las células endoteliales tienen un papel importante, estando los lípidos
plasmáticos aumentados de forma substancial, por lo que se ha propuesto que los cambios en el perfil lipídico pueden representar un papel en el daño endotelial característico en la
preeclampsia (16); tal como lo revelan los resultados encontrados en esta investigación. Por
tanto, el control metabólico global de la embarazada mejoraría los resultados obstétricos y la
detección de alteraciones suprafisiológicas del perfil lipídico debería clasificar el embarazo en un
nivel de riesgo superior, lo que comportaría un control más estricto del mismo (17).
Al respecto, se determinó que las pacientes preeclámpticas presentaban valores más elevados
de colesterol total que el grupo de pacientes embarazadas normotensas, estos resultados
coinciden con otrosestudios realizados en esta misma ciudad en los cuales también se demostró
que en las preeclámpticas los valores de colesterol se encontraban significativamente más altos
que en las normotensas (16, 18), lo que indican que el aumento de las concentraciones séricas
de colesterol precede a las manifestaciones clínicas de la preeclampsia; además de que podría
ser un factor etiológico y fisiopatológico importante (19). Asimismo, otros estudio realizados
previamente (19, 20, 21, 22, 23) han obtenido este mismo resultado de manera significativa;
mientras en un reporte mexicano (3) determinaron que las gestantes con PE tenía mayores
niveles de colesterol total pero esta diferencia no resulto ser significativa (p=0,0839).
De igual manera, otros investigadores también han reportado niveles más altos de colesterol
total en las pacientes con PE (p=0,01), las cuales eran significativamente eran más obesas y
tenían un índice de masa corporal más elevado (1). Asimismo, otros estudios, señalas que las
gestantes que desarrollaron PE severa tenían mayores concentraciones de colesterol en
comparación con las normotensas (23), e inclusive que en aquellas con preeclampsia leve (p <
0,001). (20)
Por su parte, en pacientes de una serie prospectiva de Nigeria, África se evidenció una
elevación del 8% en los valores del colesterol total (p= 0,053); sin embargo, las concentraciones
promedios no alcanzaban los valores considerados anormales y las alteraciones del perfil
lipídico no se encontraban asociadas con la PE (24). A su vez, en otra investigación mexicana
(19) se apreció que las embarazadas con niveles de colesterol mayores de 250 o 300 mg/dL
presentaban un riesgo elevado entre 2.76 y 3,63 mayor probabilidad de desarrollarla.; el
aumento de las concentraciones de colesterol puede inducir disfunción endotelial secundaria al
estrés oxidativo con un daño celular a nivel del núcleo y citoplasma (19).
Los resultados encontrados en esta serie no destacan diferencias significativas en cuanto a las
concentraciones séricas de triglicéridos entre los grupos de pacientes estudiados; sea cual sea
el mecanismo, el incremento de las lipoproteínas ricas en triglicéridos en la circulación es un
factor que potencialmente contribuye a la disfunción endotelial y, por lo tanto, a la aparición de la
preeclampsia (19)
Este hallazgo resulta ser opuesto a lo reportado en otras investigaciones llevadas a cabo en el
Hospital central de Maracaibo, donde las preeclámpticas presentaban significativamente mayor
concentración de triglicéridos (12, 18); asimismo, en un estudio realizado en un hospital de
Nigeria las gestantes con PE presentaron una elevación del 13% en los niveles de triglicéridos
respecto a las controles normotensas (p= 0,006). A su vez, otras investigaciones (1, 2, 13, 19-21,
23, 25), también han determinado que las embarazadas preeclámpticas exhiben niveles séricos
de triglicéridos más altos en comparación con las mujeres embarazadas normales; reportándose
además tanto que los niveles de los triglicéridos eran más altos en relación con la gravedad de
la preeclampsia (2, 20) como la presencia de una correlación positiva entre la presión arterial y
las concentraciones de triglicéridos séricos (13).
Por su parte, en un estudio mexicano (3) se encontraron valores más altos de triglicéridos en
mujeres con PE sin embargo, esta diferencia no fue significativa (p=.199); al respecto, en otro
reporte se identificó que las mujeres que desarrollaron PE severa tenían mayores
concentraciones de triglicéridos en comparación con las normotensas; observándose que esta
hipertrigliceridemia se encontraba altamente correlacionado con un alto índice de masa corporal
previo al embarazo en las mujeres con PE; resultados que siguen apoyando el papel de la
dislipidemia y el IMC en la preeclampsia (23). A su vez, otras investigaciones han relevado que
existe una asociación significativa entre la PE y niveles elevados de triglicéridos, teniendo las
gestantes preeclámpticas un riesgo más elevado de presentar esta patología, ubicándose el
mismo entre casi 3 y 5 veces mayor probabilidad (1, 19).
Con respecto a las concentraciones séricas del lipoproteínas, se encontró que las pacientes
preeclámpticas tuvieron mayores niveles de colesterol asociado a la LDL (120,5±30,56 vs.
103,1±45,33; p= 0,004), coincidentemente otros autores reportan una elevación significativa de
esta lipoproteína en las pacientes con PE (1, 20, 21, 24). Sin embargo, en uno de ellos las
concentraciones promedios no alcanzaban los valores considerados anormales, no
encontrándose asociadas su alteración con la PE (24).
Asimismo, otros investigadores han reportado una diferencia significativa según la severidad de
la patología, siendo mayor su concentración en preeclámpticas severas que en las leves (20);
mientras que de forma opuesta en un estudio iraní (23) los niveles de c-LDL no difirieron entre
las embarazadas preeclámpticas y normotensas.
Aunque se ha sugerido que el metabolismo lipídico alterado en relación a las concentraciones
bajas de C-HDL, pueden contribuir a la promoción del estrés oxidativo y a la disfunción vascular
que se observa en la preeclampsia y puede tener un papel significativo en la fisiopatología de la
preeclampsia (3); en relación a esta lipoproteína, en este estudio no se encontraron diferencias
entre preeclámpticas y normotensas. Sin embargo, otras investigaciones si han determinado que
existe una elevación significativa en las concentraciones de HDL-C en las gestantes
preeclámpticas (12, 20); encontrándose inclusive que dichas mientras concentraciones en
relación directa con una mayor edad materna (p< 0,01) (21). No obstante, en la revisión
bibliográfica efectuada pudo verse discrepancias al respecto pues algunas publicaciones donde
se comparaban normotensas con preeclámpticas, evidencian bien sea una disminución
significativa en los valores de C-HDL en las embarazadas con PE (3, 23, 24) o concentraciones
significativamente más altas de esta lipoproteína en las embarazadas sanas (18, 23, 25)
Otro hallazgo de esta investigación fue que las concentraciones del colesterol asociado a las
VLDL tampoco manifestaron diferencias entre preeclámpticas y normotensas; contrario a lo que
reportan otros autores donde las mujeres con PE tenían valores de VLDL más altos que las
embarazadas normotensas (1, 3, 12, 20, 21, 25,).
Al analizar los resultados obtenidos en cuanto a la determinación del índice de Castelli, se pudo
observar una diferencia significativa, presentando las gestantes preeclámpticas índices más
elevados que los de las normotensas. Hallazgo coincidente con los resultados de otro estudio
(26) donde se reportó un incremento extremadamente significativo (5,61±0,095 vs. 4,79±0,780;
p< 0,0001) de este índice en las pacientes preeclámpticas con una significativa y positiva
correlación con la presión arterial diastólica en las preeclámpticas (r=0.3137); con una
probabilidad de 5,78 más veces de presentar PE (p<0.0001) cuando este cociente es igual o
mayor de 5 durante el tercer trimestre del embarazo.
Asimismo, se ha reportado un incremento significativo (p= 0,001) del 31,1% en las gestantes que
presentaron eclampsia respecto a las normotensas (25). En contraparte en un estudio realizado
en Argentina (10), manifestaron similitud en ambos grupos estudiados en cuanto a los niveles
séricos del índice de Castelli, sin diferencias estadísticamente significativas.
Respecto a la relación CLDL/CHDL o coeficiente aterogénico, este mostró un incremento
significativo en las gestantes preeclámpticas; al igual que lo demostrado en otra publicación (26),
donde se reveló una elevación altamente significativa de este cociente lipoproteico en los casos
de PE (4.61±0.67 vs. 3.79±0.78; p< 0,0001), con una relación positiva con la presión arterial
diastólica (r=0.3193). Coincidiendo además con los resultados reportados en Pakistán (25),
donde en mujeres con Eclampsia se detectó un incremento significativo en este cociente al
compararlas con embarazadas normotensas (2,76 ± 0,16 vs. 2,07 ± 0,29; p=0,01)
En cuanto al índice aterogénico del plasma los resultados alcanzados no demostraron
diferencias en los grupos estudiados, al igual que en otros estudios (10, 18) donde tampoco se
encontraron diferencias en este índice entre gestantes preeclámpticas y normotensas; sin
embargo, otros autores (22) señalan una elevación de este índice en 30% de las preeclámpticas.
Asimismo, se ha evidenciado una elevación muy significativa de este índice en las embarazadas
con PE (0.377±0.659 vs 2944±0.011; p< 0,0001), la cual además tiene una relación positiva con
las cifras de presión arterial diastólica (26).
Vale resaltar que éste tiene un lugar en la determinación del riesgo a padecer enfermedades
cardiovasculares debido a que es derivado de mediciones más precisas del perfil delipoproteínas aterogénicas (18). La dislipidemia es un factor de riesgo aterogénico de
importancia y en conjunto constituyen un factor de riesgo para la PE de hasta 3 veces más que
las normolipídicas, por lo que el incremento del índice aterogénico aumenta la susceptibilidad a
la aterogénesis en la PE (22); tal como fue puesto de manifiesto en otro trabajo (26) donde fue
demostrado que un incremento de este indicador por encima de 0,24 durante el tercer trimestre
de gestación se asociaba con un riesgo 9 veces mayor de desarrollar PE (p= 0.0019).
Como puede inferirse de todo lo anteriormente presentado, la estimación del perfil lipídico se
recomienda encarecidamente durante el embarazo para prevenir el efecto perjudicial de las
hiperlipidemias asociada con el embarazo (27). Asimismo, el patrón de anomalías lipídicas
observadas en la PE puede predisponer a estas mujeres a futuras enfermedades
cardiovasculares; por lo que se recomienda en las mujeres que desarrollaron PE evaluar tanto el
perfil lipídico como la peroxidación, seis semanas después del parto (26).
Por tanto, una fortaleza de esta investigación es que pone en evidencia alteraciones en el perfil
lipídico de las embarazadas con PE y siendo las determinaciones de lípidos, lipoproteínas y
cocientes aterogénicos, pruebas rutinarias solicitadas durante el control prenatal tanto de las
gestantes con bajo y alto riesgo obstétrico, las cuales son accesibles y se encuentran
disponibles en la mayoría de los laboratorios clínicos de los centros de salud, bien sean públicos
o privados; representando parámetros que pueden ser usados por los obstetras y demás
médicos que participan en el cuidado antenatal para predecir el desarrollo de esta patología y
tomar las acciones pertinentes para su prevención y diagnóstico precoz.
Sin embargo, este trabajo tuvo varias limitaciones entre ellas que por tratarse de una muestra
relativamente pequeña e intencionada, se requiere la prosecución de los objetivos propuestos a
fin de analizar una muestra de mayor tamaño, seleccionando a las embarazadas desde la
consulta prenatal y seguirlas a lo largo de su gestación; de modo que los resultados encontrados
puedan ser generalizados al resto del universo de estudio.
Conclusión
Las embarazadas con PE presentaron alteraciones significativas en el perfil lipídico respecto a
las normotensas; teniendo significativamente (p< 0,05) mayores concentraciones de Colesterol
total y del Colesterol asociado a LDL; así como en el índice de Castelli y en la relación
CLDL/CHDL.
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NOTA:Toda la información que se brinda en este artículo es de cará
cter investigativo y con fines académicos y de actualización para estudiantes y profesionales de la salud. En ningún caso es de carácter general ni sustituye el asesoramiento de un médico. Ante cualquier duda que pueda tener sobre su estado de salud, consulte con su médico o especialista.