Marzo-Mayo 2001 7
ISSN 1317-987X
 
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Personajes
 



Reinaldo Di Polo
Un apasionado de la Investigación

Un amante de la música y el mar

A sus 57 años, siendo casado y padre de tres hijos, Reinaldo Di Polo ofrece una imagen bastante juvenil y fresca. Su piel luce un poco cuarteada por el sol, pero su jovialidad se identifica tanto en su hablar como en sus ojos azules. Vistiendo una franela y un bluejeans, alegó que, si bien ama muchísimo su trabajo, también considera importante cultivar otros aspectos y facetas en la vida. "Yo creo que uno también tiene que hacer otras cosas para poder ver lo que uno hace con claridad, sino se vive en un estrés total", afirmó.

Una de las actividades que este Premio Nacional de Ciencias disfruta con mayor placer es la música, refiriéndose a ella como una "parte muy importante" en su vida. De hecho, durante diez años estudió piano y posteriormente tomó clases de saxofón. "Yo, normalmente, suelo dedicar dos horas, dos horas y media a tocar música, sea clásica, sea jazz... es muy agradable poder tocar".

Este tipo de inclinación no es de extrañar en él, sobre todo si se considera que su madre, Fedora Alemán, fue cantante lírica, y se acreditó, igualmente, el Premio Nacional de Música. Por otra parte, su hermano, Frank Di Polo, además de dedicarse a este campo profesionalmente, también cultiva las artes plásticas. De esta manera, tal como el Dr. Di Polo afirmó, desde muy temprana edad, él estuvo bajo la influencia de una fuerte corriente cultural en su familia.


Además de la música ¿qué otras actividades realiza en su tiempo libre?

Cuando tengo tiempo me gusta la vida marina. Yo sin el mar no puedo vivir. Tengo una lanchita en Puerto La Cruz y me encanta lo que es el windsurf, submarinismo... no puedo dejar de ir cada quince días porque, si no, me da algo.

¿Qué lo motivó a dedicarse hacia la parte de la investigación?

Yo empecé a estudiar medicina en el año 1960 y me gustaba mucho la medicina, era buen estudiante. Entré en el segundo año de fisología y me gané una mención en fisiología del Premio Pi Suñer. En ese momento, Raimundo Villegas, del IVIC, me llamó para que subiera a los laboratorios del IVIC. Luego, estando en la universidad, me gané un concurso como preparador de Fisopatología en la cátedra de De Venanzi para trabajar con Carlos Arreaza. Ya para ese entonces estaba envenenado hacia la parte de la investigación, aunque me gustaba mucho la medicina. Yo me eché un puñal de Medicina Interna, fui jefe de la Guardia 3 de la Cruz Roja, pero siempre me sentí más inclinado hacia la parte de investigación.

En este sentido, recordó que, cuando era pequeño, solía jugar con un microscopio obsequiado por su madre quien, en palabras del entrevistado, era sumamente curiosa. "Yo tenía nueve años y andaba con mi microscopio y le ponía maticas, animalitos... me la pasaba metido ahí, me encantaba esa parte", acotó.

Cuando se le pregunta sobre sus planes futuros, no titubea al afirmar que su mayor pasión es la investigación. Por ese motivo, pretende continuar en esta actividad mientras lo pueda hacer. Él mismo se define como un experimentalista, pues disfruta de trabajar y hacer experimentos en el laboratorio con sus estudiantes.

Pero, hablarle de porvenir a Reinaldo DiPolo, es hacerlo reflexionar también sobre las perspectivas de la ciencia en Venezuela y Latinoamérica, tópico sobre el cual tiene opiniones claras y precisas. "Recursos humanos es una de las cosas que más necesita este país. Yo creo que el principal recurso con el que puede contar un país es el conocimiento, y pienso que las sociedades que lo posean, a través de la formación de recursos humanos, serán más prósperos en cuanto a su desarrollo futuro comparado con aquellos que no lo posean. Nosotros como investigadores en este país somos muy poquitos. Aquí no hay más de 2.000 investigadores, cuando la UNESCO indica que deberían tener uno por cada diez mil habitantes, es decir, 20.000 investigadores".

 


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NOTA: Toda la información que se brinda en este artículo es de carácter investigativo y con fines académicos y de actualización para estudiantes y profesionales de la salud. En ningún caso es de carácter general ni sustituye el asesoramiento de un médico. Ante cualquier duda que pueda tener sobre su estado de salud, consulte con su médico o especialista.





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