Marzo-Mayo 2001 7
ISSN 1317-987X
 
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Información Médica en Internet

Resumen de los puntos a tratar


Tessa Tan-Torres Edejer

 

  • Las tecnologías de la información y de la comunicación aún no han sido sistemáticamente controladas para lograr grandes mejoras en la salud de los pueblos de los países en vías de desarrollo.
  • Estas tecnologías dan poder a aquellos que utilizan la información al darles la oportunidad de acceder a ésta cuando quieran y al permitirles colocar su propia información en la web.
  • La dicotomía digital actual es más dramática que cualquier otra desigualdad relacionada con la salud o el salario.
  • La calidad de la información disponible en la web sobre salud no es consistente, y la notoriedad de la investigación realizada en los países en vías de desarrollo es limitada.
  • El camino a seguir es explotar al máximo la interactividad de Internet, lo que permite una respuesta y un cambio rápido a la producción continua de información en conocimientos útiles.

Durante una visita a un pueblo de la India en marzo de 2000, el presidente Bill Clinton observó a una mujer entrar al centro de salud donde buscó información sobre el cuidado de los bebés en Internet1. Es probable que este bebé tenga una buena salud debido a la accesibilidad a la información en Internet, sin embargo, esta posibilidad se basa en varias suposiciones, y la capacidad de las tecnologías de la información y de la comunicación aún no ha sido sistemáticamente controlada para lograr grandes mejoras en la salud de los pueblos, particularmente entre aquellos pobres y aislados de los países en vías de desarrollo.

Este artículo explora los avances potenciales en la tecnología de la información y de la comunicación para difundir información y describe la disponibilidad del acceso a la tecnología en los países en vías de desarrollo, también se tratan los temas de la veracidad y pertinencia del contenido.

Métodos

Para la realización de este artículo se consultó a Medline utilizando el término "dissemination" (difusión) y se visitaron sitios web y enlaces de organizaciones similares, conocidas por su trabajo en las áreas de investigación de la salud y tecnologías de la información y de la comunicación en los países en vías de desarrollo; también se consultaron a algunas personas claves que trabajan en la investigación de la salud internacional.

La dicotomía digital: conocimiento / poder

El conocimiento ha sido visto como un bien accesible al público mundial que no se desgasta con el uso, y después de tenerlo es difícil limitarlo a un individuo o a un grupo2. Los avances en las tecnologías de la información y de la comunicación hacen que la difusión mundial de este bien parezca una tarea fácil. La tecnología, y en especial la WWW, permite que la información sea accesible a múltiples usuarios al momento en que es producida, cualquiera puede utilizarla, sin importar si es una mujer de un pueblo o un alto funcionario.

Lo que es más importante aún es que los receptores no son pasivos, pueden elegir el tipo de información que desean obtener, incluso pueden producirla o combinarla ellos mismos. John Markoff, un reportero tecnológico, dijo: "Por un módico precio y con conocimientos básicos sobre computación, prácticamente cualquiera puede crear su propia página web. Cualquier persona que tenga un módem es un propagandista en potencia"3. La visión que esto evoca es anárquica y democratizadora, y hace hincapié en la libertad de expresión y en el acceso a la información. El poder de la tecnología ha sido descrito como revolucionario, y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico ha escrito sobre una nueva economía basada en el conocimiento4.

Sin embargo, es poco probable que una mujer de un país en vías de desarrollo tenga acceso a Internet. En África, con 700 millones de habitantes, menos de un millón de personas tenía acceso a Internet en 1998, y de ellas un 80% vivía en Sudáfrica, entre el otro 20%, la relación entre las personas que tienen acceso a Internet y las que no es de 1 a 5.000; en Estados Unidos o Europa la relación es de 1 a 65. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo existen más sistemas anfitriones (en Internet) en Estados Unidos que en el continente africano; más sistemas anfitriones en Finlandia que en Latinoamérica y el Caribe; y sin importar el extraordinario progreso en la utilización de tecnologías de la información y de la comunicación en la India, muchos de sus pueblos todavía no tienen teléfono6. El hecho de que la dicotomía digital sea más dramática que cualquier otra desigualdad relacionada con la salud o el salario es deprimente, puesto que las tecnologías de la información y de la comunicación han sido recibidas como una de las posibles soluciones a estas desigualdades. Las barreras económicas al acceso a Internet son considerables, incluso si sólo tomamos en cuenta los costos anuales del servicio de conexión y de teléfono que oscilan entre los 100 y los 1.800 dólares, en África el promedio es de 704 dólares7. Durante una reunión del Grupo de los 77 —la coalición más amplia de los países en vías de desarrollo miembros de las Naciones Unidas— en abril de 2000 realizada en Cuba, los países pidieron que se realizaran esfuerzos para asegurar que no se quedarán atrás del rápido desarrollo de Internet8.

Se han tomado algunas iniciativas para aumentar el acceso a la información sobre salud en los países en vías de desarrollo. SatelLife utiliza la poco costosa pero efectiva tecnología de un satélite que orbita cerca de la Tierra para proveer información a casi 4.000 profesionales de la salud en treinta países en África y Asia9. Además de proveer la tecnología y el contenido, con fondos del Banco Mundial, SatelLife está patrocinando un centro regional en Kenia para enseñar a profesionales de la salud a utilizar la tecnología de la información.5

Durante la Convención del Milenio de las Naciones Unidas en septiembre de 2000, se propuso que el derecho universal al acceso de los servicios de información y de comunicación se añadieran a los nuevos componentes de los principios y convenciones de la ONU sobre los derechos humanos y el desarrollo, iniciativa que esperamos sea implementada en todo el planeta y que "provea acceso a Internet a la población mundial, que en la actualidad no lo tiene, para finales de 2004, en especial mediante puntos de conexión comunitarios".6

De la información a la acción: la necesidad de la veracidad y la pertinencia

El hecho de que la mujer del pueblo de la India tenga acceso a Internet no significa que la información que obtenga la utilice para mejorar la salud de su bebé, puesto que "tratar de conseguir información en Internet es como tratar de beber agua de una larga manguera, uno no sabe de dónde viene el agua"10. Se están realizando esfuerzos para diseñar un sistema para clasificar la calidad de la información de los sitios web, pero en la vida real sólo unos pocos sitios pueden ser clasificados11. Lo que se puede evaluar es la calidad de los procesos utilizados para seleccionar la información, puesto que la información en S sólo puede ser evaluada en ciertos momentos debido a la naturaleza dinámica de los sitios web. Algunos de los usuarios de Internet piensan que su única alternativa es buscar revistas médicas, grupos de datos o sitios de agencias gubernamentales, y se puede afirmar con prioridad que la información de estos sitios ha pasado por filtros de alta calidad12.

Exceptuando la veracidad de la información, la mujer del pueblo de la India todavía debe decidir si ésta es pertinente para ella o no. Una gran parte de las conjeturas sobre la generalización de la información podría evitarse si ésta viniera de la India o de otro país con una realidad parecida, sin embargo, existe un gran problema relacionado con la disponibilidad y visibilidad de la investigación sobre salud de los países en vías de desarrollo, en particular, en medios impresos y en sus versiones electrónicas.

Pocos reportes de investigación sobre salud de los países en vías de desarrollo se publican en revistas indizadas por servicios occidentales como Medline, los servicios de indización occidentales cubren cerca de 3.000 revistas, de las cuales un 98% provienen de países desarrollados13. El número total de artículos catalogados por Medline en 1996 en Latinoamérica fue de 0,39%, por debajo de la "máxima" de 2,03% en 199614. Puesto que sólo un reducido número de revistas de los países en vías de desarrollo está indizado por este servicio, la investigación en estos países es casi invisible, por esta razón, por ejemplo, en 1994 los artículos del Science Citation Index de Singapur sumaron un 0,18% del total, comparado con el 30,8% de Estados Unidos, el 7,2% de Alemania y el 8,2% de Japón15. El problema es bastante complejo, y las posibles explicaciones van desde las dificultades encontradas por los investigadores de los países desarrollados en la obtención de fondos para realizar las investigaciones —sólo el 10% de los fondos son utilizados para estudiar los problemas que conciernen a los países en vías de desarrollo16— a la existencia del "etnocentrismo a su máxima expresión"17 en los círculos editoriales biomédicos.

Se han realizado algunos esfuerzos para solventar este problema, al incluir artículos indizados a texto completo de revistas en países en vías de desarrollo en servicios como ExtraMED o ExtraSCI,13 pero el mismo nombre de estos servicios revela su carácter "alternativo", debido a que estos artículos no se encuentran en la línea central de Medline y del Science Citation Index. No podríamos considerar esta característica como una falla por el simple hecho de que estos productos sólo están disponibles en CD-ROM y su acceso es limitado, pero ahora, con la capacidad de publicar software que pueda ser bajado de Internet utilizando potentes motores de búsqueda, los autores o sociedades científicas locales podrían ignorar las vías tradicionales de publicación científica y enviar sus investigaciones directamente a sus sitios web personales o, por ejemplo, a otros sitios dedicados a la salud internacional18 o a la salud general y la investigación clínica como PubmedCentral19 u otros servidores electrónicos operados por revistas biomédicas.1820

También existen las barreras inseparables de la alfabetización y el lenguaje. Muchos de los envíos en Internet se realizan en inglés, y es aquí donde entran los intermediarios locales, en la web y fuera de ella, quienes leen, traducen y transforman la información en contenido pertinente para el contexto local. Estas "escalas" pueden ser organizaciones de servicios públicos gubernamentales o no-gubernamentales o personal de los servicios de salud del centro asistencial de un pueblo. Se ha reconocido que "las condiciones locales inciden en el éxito de los programas, que las personas de la región tienen mejores conocimientos de las condiciones locales y que el reto del conocimiento como medio para el desarrollo, consiste en combinar el conocimiento local con la experiencia mundial".2

La interactividad en Internet: adelantándonos al futuro

MacLuhan, el hombre que reconoció el poder del intermediario en el envío del mensaje, predijo con exactitud que "la nueva interdependencia recrea el mundo en una imagen de la aldea global"21. Esa aldea global estará dirigida por una generación más joven, con mayores conocimientos en el uso de la tecnología y, por la naturaleza de la misma, estarán más inclinados a interactuar con ella, más receptivos a la retroalimentación y abiertos al cambio. Para las jóvenes generaciones, la información relevante se desarrolla mediante un proceso de valor añadido en el que ellas participan22, por lo que la diferenciación entre los usuarios y los productores de la información no será clara.

En el futuro próximo, el acceso mundial a Internet será facilitado por el desarrollo de tecnologías menos costosas, y un mayor progreso en la utilización de la tecnología será posible gracias al uso de aparatos inalámbricos compactos como teléfonos celulares con acceso a Internet23. En la actualidad es posible adaptar ampliamente el volumen y la presentación de la información utilizando hipertextos y enlaces multimedia, lo que puede transformar cualquier material en formatos accesibles que satisfagan a diferentes públicos.

¿Cómo podemos adelantarnos al futuro?

Para asegurarnos que el futuro concebido no sea sólo una simple campaña publicitaria, se debería realizar un esfuerzo conjunto para sacar provecho de los avances de las tecnologías de la información y de la comunicación para utilizarlos en los países en vías de desarrollo; ya se están realizando algunos esfuerzos para que estas tecnologías lleguen a los países del Tercer Mundo. En África, se han desarrollado cientos de iniciativas por varias agencias benéficas, algunas pretenden aumentar el acceso a estas tecnologías en áreas remotas mediante el establecimiento de "paradas obligadas" (centros de recursos que proveen acceso a información sobre salud en CD-ROM y en línea) y otras están dedicadas al aumento del uso de estas tecnologías en áreas específicas como la salud y la agricultura2425. La amplia lista de iniciativas es abrumadora pero no está claro si se han realizado esfuerzos pertinentes para ponerlas en marcha al mismo tiempo. Este papel es el más apropiado para las naciones, con la cooperación de organizaciones internacionales y agencias benéficas.

En términos de salud, las consideraciones deberían estar dirigidas a mejorar el acceso a la información veraz y pertinente. Agencias confiables u organizaciones que proveen evidencia basada en información sobre salud, pueden aumentar la velocidad a la que los usuarios bajen información al construir sitios espejo o réplica en varias zonas geográficas, por ejemplo, la información sobre salud de un sitio bastante concurrido con base en Nueva York puede ser bajada más rápido en Londres desde un sitio espejo. Las agencias u organizaciones también podrían participar en el proceso de evaluación de la veracidad de la información de los sitios dedicados a la salud al otorgar un "sello de calidad" de tiempo limitado a un sitio web o mediante un respaldo indirecto el enlazar sus sitios web a los de otras asociaciones. Pueden crear bases de datos actualizadas de fuentes informativas, por ejemplo, la Unión Europea financia el sitio web de Scientists for Health and Research for Development (www.shared.de/sharedhome.html ), este sitio ofrece una lista de donantes potenciales, proyectos en curso y recursos disponibles para los investigadores de los países en vías de desarrollo o sus colegas en los países desarrollados; las revistas médicas que tienen sus propios sitios web pueden seguir el ejemplo de BMJ y ofrecer acceso gratuito a sus artículos26.

La pertinencia de la información puede mejorarse parcialmente al aumentar la visibilidad de la investigación en el área de la salud de los países en vías de desarrollo y podría ofrecerse asistencia técnica para el diseño de sitios web, preferiblemente mediante la creación de plantillas que podrían adaptarse fácilmente a distintos usuarios. También podría mejorarse si algunas agencias ofrecieran almacenar algún tipo de información de otras organizaciones en sus sitios web, y absorbieran los costos de desarrollo y mantenimiento de los sitios, por ejemplo, Kabissa (www.kabissa.org/index.html) ofrece almacenar información de dominios a bajo costo a organizaciones no gubernamentales sin fines de lucro de África, incluyendo el Network on Equity in Health in Southern Africa (www.equinet.org.zw/), una red de investigadores, no gubernamental, y organizaciones del sector de la salud que buscan influenciar las políticas en materia de salud en Sudáfrica.

Abordar las dimensiones culturales del cambio

Las soluciones propuestas son principalmente técnicas, lo más difícil es resolver el problema de la transculturación de individuos a las nuevas tecnologías; no podrá explotarse la interactividad si los usuarios no tienen acceso a la tecnología, un método muy conocido para inducir cambios de actitud es familiarizar a las personas, en este caso, con la tecnología mediante la exposición continua. Debería ofrecerse orientación cuando sea requerida para que los futuros usuarios estén satisfechos con sus resultados y tengan mayor confianza, las escalas (centros de difusión que adaptan información para uso local) podrían ser modificadas fácilmente para cumplir este papel. En un principio, existirá cierta pasividad por parte de los usuarios, quienes sólo podrán tener acceso a la información o bajarla y utilizarán Internet como una biblioteca en línea, pero mientras más tiempo naveguen en la Red, tengan acceso a distintos sitios y adviertan las consistencias y contradicciones, buscarán la oportunidad de realizar preguntas y poner en práctica sus propios conocimientos. Los responsables de las políticas de salud y los investigadores deberían sacar provecho de la oportunidad de interactuar con los usuarios, la generación de información y la determinación de políticas no debería ser (en Internet) un proceso unidireccional, sino más bien interactivo, y las normas e investigaciones podrían beneficiarse de la retroalimentación temprana con los usuarios. Las modificaciones posteriores podrían realizarse a la medida de los usuarios, de esta manera, Internet ofrecería un mecanismo para que los usuarios se convirtieran en socios activos en la difusión de información y en la determinación de políticas. Como dijo un futurista: "Más allá de adoptar la información, la sociedad necesita la asociación entre los constructores de la infraestructura de la información y los representantes de la sociedad"27.

Este artículo refleja la opinión personal del autor y no de la organización para la cual trabaja.
Interés específico: no declarado.


1Williams M. G8 to meet developing nations on digital divide. www.cnn.com/2000TECH/computing/07/19/g8.divide.idg/index.html (visitada el 8 de septiembre de 2000).
2Banco Mundial. World development report 1998: knowledge for development. Washington, DC: Banco Mundial, 1998.
3Markoff J. If the medium is the message, the message is the web. New York Times 1995 Nov 20: A1, C5.
4Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico. The knowledge-based economy. Paris, OCDE, 1996:7-8
5Lown B, Bukachi F, Xavier R. Health information in the developing world. Lancet 1998; 352 (sppl II): 34-8S.
6Programa para el Desarrollo de las Naciones Unidas. Report of the Meeting of the high-level panel of experts on information and communication technology, New York, 17-20 April 2000.
www.undo.org/info21/new/n-ecosoc.html (visitada el 3 de julio de 2000).
7Jensen M. African internet connectivity: African internet access costs.
www3.sn.apc.org/africa/afrmain.htm#six (visitada el 5 de junio de 2000).
8Third World Leaders meet in Havana. CNN.com 13 April 2000.
www.cnn.com/2000/ASIANOW/south/04/13/cuba.summit/index.html (visitada el 6 de julio de 2000)
9Groves T. SatelLife: getting relevant information to the developing world. BMJ 1996; 313:1606-9.
10McLellan F. "Like hunger, like thirst": patients, journals, and the internet. Lancet 1998;352(suppl II):39-43S.
11Kim P, Eng TR, Deering MJ, Maxfield A. Published criteria for evaluating health related websites: review. BMJ 1999; 318: 647-9.
12Jadad A, Haynes B, Hunt D, Browman G. The internet and evidence-based decision-making: a needed synergy for efficient knowledge management in health care. Can Med Assoc J 2000; 162:362-5.
13Zielinski C. New equities of information in an electronic age. BMJ 1995; 310: 1480-1.
14Rosselli D. Latin American biomedical publications: the case of Colombia in Medline. Med Educ 1998;32:274-7.
15
Sundram FX. Scientific publication is dominated by First World countries. Ann Acad Med Singapore 1998; 27:147.
16Global Forum for Health Research. The 10/90 report on health research 2000. Geneva: GFHR, 2000.
17Gibbs W. Lost science in the third world. Scientific American 1995; August:92-9.
18McConnell J., Horton R. Lancet electronic research archive in international health and eprint server. Lancet 1999; 354: 2-3.
19National Institutes of Health. PubMed Central: an NIH-operated site for electronic distribution of life sciences research reports.
www.nih.gov/about/director/pubmedcentral/pubmedcentral.htm (visitada el 7 de julio de2000).
20Delamothe T, Smith R, Keller MA, Sack j, Witscher B. Netprints: the next phase in the evolution of biomedical publishing. BMJ 1999; 319: 1515-6.
21Philips Research. Networks: linking people and information.
www.research.philips.com/generalinfo/shaping/networks.html (visitada el 7 de agosto de 2000).
22Deane J. Information, knowledge and development.
www.oneworld.org/panos/ (visitada el 6 de julio de 2000).
23Fraser H, McGrath SJ. Information technology and telemedicine in sub-Saharan Africa. BMJ 2000; 321:465-6.
24Partnership for Information Communication Technologies in Africa (PICTA). AI_AIMS: African ICT activity information management system.
www.bellanet.org/partners/picta/aiaimshome2.html (visitada el 4 de septiembre de 2000).
25Jensen M. African internet connectivity: summary of international ICT development projects in Africa.
www3.sn.apc.org/africa/projects.htm (visitada el 4 de septiembre de 2000).
26Delamothe T. The BMJ website scales up. BMJ 1998; 316: 1109-10.
27Greenop D. A partnership of industry and users. In: Inventing the future: communities in the information society.
www.partnerships.org.uk/itf/itfsum.html (visitada el 3 de julio de 2000).

El acceso a la información médica en los países en vías de desarrollo
Los lectores y colaboradores de BMJ deberían disfrutar de la fuerza de ambos medios
Las editoriales deberían ofrecer información gratuita para la investigación en los países pobres
Resumen de los puntos a tratar

NOTA: Toda la información que se brinda en este artículo es de carácter investigativo y con fines académicos y de actualización para estudiantes y profesionales de la salud. En ningún caso es de carácter general ni sustituye el asesoramiento de un médico. Ante cualquier duda que pueda tener sobre su estado de salud, consulte con su médico o especialista.





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