Los trastornos anorrectales afectan
el 15 – 20 % de la población y la mayoría de éstos son consecuencia de
alteraciones estructurales y neuromusculares del piso pélvico. Las pruebas
neurofisiológicas que evalúan la función anorrectal proveen información
importante respecto a los mecanismos fisiopatológicos implicados en la génesis
de dichos trastornos(1) En la actualidad existen múltiples pruebas
para estudiar la neurofisiología anorrectal y si bien no existe una prueba
única en el estudio de estos pacientes, se deben considerar como pruebas
complementarias, de las cuales, la manometría anorrectal es la prueba más
utilizada(1) La manometría
anorrectal es un estudio que permite evaluar diferentes parámetros de la
funcionalidad e integridad anorrectal, información valiosa que al
complementarse con los datos clínicos, permite interpretar las respuestas
fisiológicas, deducir la presencia de
lesiones del piso pélvico traumáticas, por senectud o por malos hábitos de
evacuación (2,3) . Otros procedimientos pueden ser indicados en conjunto con la
manometría como la anoscopia, endospopia, miografía, ultrasonido anorrectal,
pruebas radiológicas (ciego móvil, tiempo de tránsito colónico) y resonancia
magnética. En la mayoría de los pacientes, la evaluación diagnóstica
multidisciplinaria permite la más alta exactitud en la evaluación clínica para
poder planificar un tratamiento efectivo (4) . Sin embargo, a pesar de los avances en la manometría,
éste método aún presenta algunas dificultades de interpretación, sobre todo
cuando no hay relación entre los valores obtenidos y los hallazgos clínicos.
Buena parte de esa discordancia es debida a la falta de “normalidad”, de
uniformidad en los parámetros de los investigadores (2,3) y de los parámetros dados para cada patología.
Se planteó la revisión de los parámetros manométricos de los
pacientes que acudían a la consulta de
coloproctología para establecer los rangos de normalidad o rangos de valores
esperados para cada patología y dejar las bases fundamentadas para futuras
investigaciones en el área, tomando pacientes venezolanos como patrón de
comparación. Ya que no existe a nivel nacional data relacionada con los
parámetros manométricos de la población en general, menos aún de los pacientes
con patologías anorrectales, surgiendo la necesidad de establecer los
parámetros de estimación adecuados en el área y, continuar así con líneas de investigación
al respecto.