Anatomía Patológica
Miocardiopatía hipertensiva versus miocardiopatía hipertrófica: Conceptos y aspectos morfológicos
Miocardiopatía Hipertensiva
Según los criterios de la OMS/SFCIF, la miocardiopatía hipertensiva se caracteriza por la hipertrofia ventricular izquierda (HVI), asociada a miocardiopatía dilatada y/o miocardiopatía restrictiva con insuficiencia cardiaca (10).
La HVI es la expresión anatómica más importante de la hipertensión arterial (HTA), ya que cursa con alteraciones del compartimiento miocítico, intersticial y de la vasculatura coronaria. La presencia de enfermedad coronaria y fibrosis ventricular en la enfermedad hipertensiva incrementan el riesgo, sobre todo si se suman los cambios propios de la edad avanzada.
La hipertrofia debida a hipertensión arterial de larga duración se asocia con una alta incidencia de insuficiencia cardiaca congestiva (ICC). Varios tipos de remodelado del ventrículo izquierdo han sido descritos durante las diferentes etapas de la enfermedad hipertensiva, de acuerdo a la relación entre la masa ventricular y el volumen de la cavidad, evidenciado por el grosor de las paredes y el radio intracavitario (27).
Tres tipos de remodelado se describen clásicamente en pacientes hipertensos: hipertrofia concéntrica, hipertrofia excéntrica y el remodelado concéntrico, este último sin aumento de masa ventricular (Figura 2). La hipertrofia concéntrica puede cursar como una miocardiopatía restrictiva y la excéntrica como una miocardiopatía dilatada. Estos aspectos están incluidos en la definición de miocardiopatía hipertensiva de la Organización Mundial de la Salud (OMS) (10). El incremento del grosor de la pared por hipertrofia celular se debe a cambios moleculares y bioquímicos complejos, que se expresan con alteraciones subcelulares, celulares y tisulares. El estudio Framingham demostró en autopsias, que el grosor de la pared del ventrículo izquierdo tenía una estrecha relación con la hipertensión arterial sistólica y diastólica. La ICC fue un hallazgo letal para los hipertensos con un 50% de sobrevida.
La miocardiopatía hipertensiva es común en ancianos y puede adoptar caracteres diferentes, ya que se establecen cambios arteriales miocárdicos propios de la edad avanzada o vejez. Ha sido demostrado que la isquemia miocárdica puede ocurrir en ausencia de macroangiopatía coronaria (ateroesclerótica), producida por cambios estructurales en los vasos intramiocárdicos, especialmente en las arteriolas menores de 100 micras de diámetro, que a su vez representan el 80% de todos los vasos intracardíacos (28-30). (Figuras 3, 4).
|