Helicobacter pylori (H. pylori), bacilo gramnegativo de capital importancia cl?nica por su gran vinculación en la aparición de élceras p?pticas, era un microorganismo relativamente desconocido hasta el a?o 1982. En esa fecha fue aislado por vez primera por J. Robin Warren y Barry Marshall, un biélogo y un cl?nico australianos, que demostraron su relación etiopatogúnica con la enfermedad ulcero-p?ptica. Previo descubrimiento, se consideraba a las ?élceras del estámago? como un efecto inmediato de las elevadas cantidades de ?cido g?strico acumuladas en el estámago e inclusive se aceptaban ?teorías psicosom?ticasí vinculadas a una vida angustiante, como forma de explicar la aparición de élceras (1).

Previamente, a principios de junio de 1979, el destacado patélogo Warren observ? por primera vez a H. pylori en una biopsia g?strica proveniente de un paciente con gastritis cr?nica activa. Sus observaciones en estudios histopatológicos continuaron por un par de a?os, en los que asociaba la presencia del microorganismo con esta patología. Durante este tiempo hubo muchos intentos de aislar a la bacteria pero sin ningún ?xito. En 1981, un médico gastroenterélogo (Barry Marshall) se une a la investigación realizada por Warren y confirma lo reportado por este éltimo. La bacteria morfológicamente semejaba un Campylobacter sp., raz?n por la cual fue llamada Campylobacter pyloridis, y por tanto se emplearon los medios espec?ficos de Campylobacter (1).

Sin embargo, fue hasta 1982 que H. pylori fue aislado por primera vez y esto sucedi? como suceso anecd?tico despu?s de dejar el cultivo por más de 5 días gracias a que hubo un día de asueto que prolong? el fin de semana. Finalmente fue en 1984 que se public? en la revista Lancet la asociación de H. pylori con la gastritis cr?nica y por primera vez se sugiri? que la élcera p?ptica pudiera ser de etiología infecciosa (1).