Julio-Septiembre 2004 20
DOI:10.70024 / ISSN 1317-987X
 
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Salud&Sociedad
 


Rodolfo Briceño
Pediatra y Bombero





Cnel. (B) Rodolfo Briceño: Tiempo completo al rescate de la salud
Fecha de recepción: 31/12/2000
Fecha de aceptación:
31/12/2000

Se interesó por el oficio de la medicina mientras jugaba con los instrumentos de su padre, a la vez que un camión de bomberos le sirvió de aliento para iniciarse en esta arriesgada profesión. Bien sea desde su consultorio de Pediatría, en La Candelaria, o desde la Comandancia General del Cuerpo de Bomberos Metropolitanos de Caracas , en la Avenida Lecuna, Rodolfo Briceño tiene sus horas comprometidas con la vida de otros seres humanos, siempre entre llamaradas o detrás de un estetoscopio.




Indicios de una vida agitada
Rodolfo Briceño González creció rodeado de batas blancas, jeringas, sueros, fármacos, camillas, olores extraños, personas desconocidas con mal semblante y la mirada atenta de su padre, Rodolfo Briceño Henríquez, quien ejercía la medicina general como la mayoría de los especialistas de la época: desde su casa.

Aunque es oriundo de la ciudad de San Cristóbal (estado Táchira), su infancia transcurrió en la capital trujillana, lugar donde había nacido, estaba residenciado y trabajaba su padre. “Había muy pocos médicos en Valera, habían cinco, y yo me crié en ese ambiente en el que él tenía la consulta en la casa. A mi me gustaba muchísimo la medicina, ser médico”.

A la edad de 10 años se muda con su familia a Caracas, a La Candelaria, donde comenzó a funcionar el consultorio de su papá mientras éste trabajaba como médico del Seguro Social. En 1954, cuando se encontraba estudiando bachillerato en el Liceo Andrés Bello, se inscribe como bombero voluntario del Cuerpo de Bomberos Metropolitanos de Caracas, que en aquella ocasión funcionaba en la Avenida San Martín, graduándose un año después. Simultáneamente, y coincidiendo con sus estudios de Cuarto Año de Bachillerato, ingresa en horario nocturno a la Escuela de Química Industrial Rodolfo Loero Arismendi, precursora del actual Instituto Universitario de Tecnología Industrial Rodolfo Loero Arismendi (IUTIRLA). En el tercer año de Química Industrial salí en Medicina que, en realidad, era lo que yo quería”.

En la Escuela Luis Razetti de la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela inicia Rodolfo Briceño su carrera de Medicina. “Terminé Química Industrial y estudié primer año de Medicina en la UCV. Me gradué de médico en la Promoción de 1968, llamada Promoción Gustavo García Galindo. Ya cumplimos 35 años de graduados. Ya nos estamos poniendo viejos”. Cabe destacar que sus labores bomberiles no quedaron en segundo plano como consecuencia de su faceta como estudiante de medicina. Al contrario. Desde que ingresara al Cuerpo de Bomberos Metropolitanos de Caracas en 1954, jamás dejó de ejercer la profesión de rescatista. Diez años fueron suficientes para obtener, en 1964 y por méritos propios, su primer cargo permanente dentro del Servicio Médico, dirigido en aquel entonces por los doctores Antonio Fonseca y Román Escorza. “Toda la vida he sido bombero de carrera”.

Posterior a su título de Médico Cirujano, Rodolfo Briceño realiza Postgrado de Pediatría en el Servicio de Alergia del Hospital de Niños J.M. De los Ríos, donde trabajó por dos años como médico residente. Luego trabaja cuatro años en el Hospital Médico Quirúrgico de Salas, y pasa al Hospital de Lídice, donde trabaja durante seis años (y también como residente) en el Servicio de Pediatría.

Está casado con María Dolores García, tiene tres hijos: Alexandra, Rodolfo Augusto e Itziar, y una nieta, hija de Alexandra. Es el mayor de cuatro hermanos. “Somos dos hembras y dos varones. Ninguno estudió Medicina ni fue bombero. Son comerciantes. Uno vive en Los Andes, en San Cristóbal, y los demás están aquí en Caracas”.

En la actualidad, es Miembro del Comité de Diseño de Cursos APPA (Asociación de Productores de Energía Renovables) para bomberos de Latinoamérica, patrocinado por la Oficina para Desastres del Gobierno Norteamericano, Bomberos Metro Miami; tiene a su cargo la Comandancia General del Cuerpo de Bomberos Metropolitanos de Caracas, mantiene su consultorio de Pediatría en La Candelaria y es docente de la Escuela de Odontología de la Universidad Santa María. “Doy Soporte Básico y Avanzado de Vida a los alumnos del cuarto año en unas materias electivas que hay allí”.


Indicios de una vida agitada
Los niños, su máximo insumo en Medicina
Apagar incendios, su insigne profesión de la adolescencia
Formado para el socorro y curación de vidas

NOTA: Toda la información que se brinda en este artículo es de carácter investigativo y con fines académicos y de actualización para estudiantes y profesionales de la salud. En ningún caso es de carácter general ni sustituye el asesoramiento de un médico. Ante cualquier duda que pueda tener sobre su estado de salud, consulte con su médico o especialista.





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