José Trinidad Rojas Contreras
Fecha de recepción: 17/10/2007
Fecha de aceptación:
17/10/2007
1907 José Trinidad Rojas Contreras
En 1931, cuando José Trinidad Rojas Contreras empezó a ejercer como médico, había ?caraqueños de 5,oo bolívares, de 10,oo e, incluso, sin bolívares?, condición ésta que no impedía fuesen atendidos debidamente por lo jóvenes profesionales de la salud, que ?sí se ponían los guantes por menos de 2 mil? y atendían por no más de 20,oo bolívares.
- Lo máximo que llegué a cobrar por consulta, hasta que el gobierno de Rómulo Betancourt (1959 a 1964) me expulsó para México en 1961, fueron 20,oo bolívares. Nunca cobré más de 20,oo bolívares. Los caraqueños que no podían pagar más de 5,oo bolívares, obtenían gratis las medicinas, pues los médicos se las dábamos. Los laboratorios nos enviaban muchas muestras con frecuencia y nosotros las regalábamos a los pacientes. Existía el formulario. El médico indicaba la composición del producto y el farmaceuta lo preparaba.
Desde San Cristóbal, donde nació en 1907, José Trinidad Rojas Contreras se vino para Caracas. Era 1925 y la ciudad lo recibió amablemente. ?La gente era muy dispuesta a facilitar la vida a los que venían de afuera. Era sencillo relacionarse con el caraqueño. Invitaban a almorzar, a bailar, a tomar café, ... y, prácticamente, por nada. Un paseo ida y vuelta a Macuto, por ejemplo, incluída la comida, costaba 20,oo bolívares tan solo?.
Ochenta bolívares mensuales pagó en la primera pensión donde se residenció al llegar a Caracas. Quedaba de Cipreses a Miracielos, al lado del Teatro Nacional, y allí podía dormir y comer pero no estudiar cómodamente debido al bullicio de los numerosos estudiantes que vivían en la pensión; por lo que decidió mudarse de Curamichate a Rosario, a una casa ?muy amable y cómoda? donde no habían pensionistas, pues había familias que acogían algún que otro estudiante.
- La casa tenía un gran corral que daba a la quebrada de Curamichate. Allí estudiaba. Esa familia era muy distinguida y estaba emparentada con Juan Francisco Castillo, candidato a la Presidencia de la República de 1897. Pero fue Ignacio Andrade el Presidente que impuso Joaquín Crespo y Castillo se exilió en Nueva York. Allí pagaba 100,oo bolívares por la vida familiar, el corral, la comida y la soledad para estudiar.
Tiempo después, consiguió alojamiento en el Colegio Sucre que dirigía José Manuel Nuñez Ponte. ?El Colegio estaba en una gran casa colonial de Marrón a Cují. Allí fui profesor de Historia Universal y no pagaba nada: ni casa ni comida, y además podía consultar en la magnífica biblioteca de Nuñez Ponte. El era excelente, casi con olor de santidad, devoto de José Gregorio Hernández, a quien imitaba y de quien escribió una biografía. Era una persona de lo más sana, inteligente, muy versado en diversas materias e Ilustre?.
Una vez graduado en la Universidad Central de Venezuela a fines de 1930, José Trinidad Rojas Contreras empezó a trabajar en 1931 de Velázquez a Miseria en un consultorio que abrió con otros compañeros de curso: Humberto Tosta Pérez, Horacio Chacón Vargas, Pedro Scarcioffo, Antonio Ramón Silva y Martín Valdivieso, hijo del Abogado Acisclo Valdivieso Montaño, quien escribió la biografía José Tomás Boves, caudillo hispano. Entre todos alquilaron la casa por 500,oo bolívares y cobraban entre 5,oo y 10,oo bolívares por consulta. ?Era la misma gente la que decidía la cantidad a pagar. Con eso me mantenía. Pues, en las mañanas, yo estaba en Hospital Vargas como cirujano ad honorem. Sin salario, sencillamente?.
- Inicialmente, el consultorio no tuvo nombre alguno. Cuando aumentó el número de médicos y de pacientes, creamos la Clínica Pablo Acosta Ortíz en 1934 y nos mudamos para la Esquina del Cují en la Avenida Este, a una muy buena que era del General Raimundo Fonseca, quien nos alquiló la casa muy barata, por 800,oo bolívares apenas. Una vez transformamos la casa, adaptamos un quirófano y empezamos a hacer cirugía operatoria y asistir partos, y a ofrecer servicios de obstetricia y cirugía en general. La Clínica funcionó hasta 1952. Cuando prosperó más, nos fuimos a una casa de Peinero a Dr. Díaz. Era una casa muy grande que había sido la habitación del Ministro de Hacienda Román Cárdenas Silva (1913 a 1922), Los herederos de Cárdenas Silva nos alquilaron la casa por 1.000,oo bolívares. Eso fue en 1937. Aumentó tanto la clientela que tuvimos que dividir la Clínica en dos partes: una para hacer consultas y, otra, para hospitalización, cirugía y maternidad. Para las consultas, alquilamos dos casas de Jesuitas a Tienda Honda. Eran casas de dos pisos de la época de la presidencia de Juan Pablo Rojas Paúl (1888 a 1890). Comunicamos las casas y abrimos veinte consultorios. El alquiler era de 2.000,oo bolívares. Ya éramos dos médicos por cada consultorio.
Al momento de graduarse, José Trinidad Rojas Contreras tenía unos 12 mil 500 bolívares en una cuenta de ahorros del Banco de Venezuela en la Esquina de Sociedad. Cantidad ésta que sólo le alcanzó para equipar el consultorio de Velázquez a Miseria y vivir con absoluta estrechez en La Pastora, en la Esquina de Providencia, por 140,oo bolívares mensuales. ?El primer año de ejercicio fue muy difícil. Cuando el consultorio mejoró, me mudé de Toro a Cardones. Fue en 1936 cuando pude adquirir una casa en la Avenida San Martín. La cuota fue de 8.000,oo bolívares.
La cantidad anterior la había obtenido José Trinidad Rojas Contreras de su trabajo como profesor de Biología y Química Orgánica en el Liceo Caracas que dirigía Rómulo Gallegos (1922 a 1930) y de haber sido Bachiller Preparador en la Facultad de Medicina desde mediados de la carrera. ?El Secretario del Liceo Caracas era Pedro Arnal, quien, prácticamente, lo manejaba. Allí me pagaban 128,oo bolívares mensuales. Así que, entre el Liceo y la Facultad, ganaba unos 300,oo bolívares mensuales antes de ser médico. Aunque eso no cambió mucho después?.
- En esos años, el médico tenía un gran significado social y, a su vez, el médico le respondía a ese significado con consultas muy, pero muy económicas. Yo preguntaba: ?¿cuánto gana usted?? ... y cobraba la misma cantidad que la persona decía ganar por un mes. Un mes de salario por operación. Si nada ganaba. nada cobraba. Por ejemplo, un parto, incluyendo una semana en la Clínica, costaba unos 300,oo bolívares solamente. Nadie dejó de operarse en la Clínica Pablo Acosta Ortíz por no tener dinero. Se atendía por igual a quien podía pagar y a quien no. Mis honorarios profesionales fueron muy criticados. Yo argumentaba que había estudiado medicina con el objeto de asistir pacientes con dinero y sin dinero. Como no existían servicios médicos gratuitos por parte del Estado, la población pobre no tenía donde ir y, en consecuencia, me convertí en un personaje, pues en la sala de la casa alquilada a los herederos de Cárdenas Silva, la hospitalización era de 0,oo bolívares y hasta 5,oo bolívares diarios. Así, de las 17 mil intervenciones que efectuaba al mes, el 50% no pagaba nada.
Aunque el médico sanitarista Luis Gregorio Chacín Itriago había iniciado una política sanitaria en el país e impulsado el saneamiento de Caracas en los años 20, eran muchos los obstáculos que debían enfrentar los médicos en beneficio de la salud de los caraqueños que tenían a su favor estar ?muy bien nutridos. Los salarios eran muy bajos, pero los alimentos no eran costosos. Era barato alimentarse con carne, caraota, pasta, queso, maíz, cambur, ... el salario era sumamente rendidor. En los restaurantes medianos, un buen almuerzo no pasaba de 5,oo bolívares?.
Miércoles 12 de Junio de 1991
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