Los procesos de
crecimiento y desarrollo tienen singular importancia porque comprenden una
infinita gama de transformaciones a través de las cuales el ser humano, desde
la etapa de óvulo fecundado, se convierte en organismo adulto, complejo y maduro.
La trascendencia de
su estudio se proyecta, tanto sobre el
niño normal como sobre el enfermo: sobre
el niño normal, como procesos fisiológicos ya que, al aumentar de tamaño y de
peso (crecer) e ir adquiriendo mayor amplitud y complejidad de funciones
(desarrollo"”maduración), el organismo humano (sea embrión, feto, recién nacido,
lactante y en cada etapa subsiguiente) adquiere características morfológicas y
funcionales propias de cada una de ellas, y estos procesos terminan cuando el
ser humano se convierte en adulto. De allí que se defina al niño como un ser
humano en proceso ininterrumpido de crecimiento y desarrollo. Las enfermedades en el niño se manifiestan, a
diferencia de lo que ocurre en el adulto, como procesos patológicos que pueden
comprometer su vida, o en el mejor de
los casos afectar de forma irreversible su proceso de crecimiento y maduración.
De allí se desprende la importancia del conocimiento del crecimiento y el
desarrollo, tanto para la puericultura
(vigilancia del niño sano), como para la
pediatría (estudio y tratamiento del niño enfermo).
El crecimiento es
una propiedad intrínseca de todo tejido joven, es un impulso biológico
inherente al organismo, presente desde
las primeras etapas de la vida y se agota posteriormente, cuando alcanza la adultez. Se entiende por Crecimiento al conjunto de cambios continuos que llevan al ser
humano desde el momento de la concepción hasta alcanzar la edad adulta. Otro concepto sería: Crecimiento es el proceso de
incremento de la masa de un ser vivo que se produce por aumento del número de
células (hiperplasia) o aumento del tamaño celular (hipertrofia). El primer
concepto establece el momento de inicio y el segundo concepto, los fenómenos que lo determinan. Además, el Crecimiento es un proceso de tipo
cuantitativo que se puede medir.
Desarrollo o Maduración es el proceso mediante el cual los seres humanos
logran mayor capacidad funcional de sus sistemas a través de los fenómenos de
maduración, diferenciación e integración de funciones. Es un proceso de tipo cualitativo y puede ser:
físico (dental, sexual y ósea) o neuropsicologico.
El crecimiento y el desarrollo son fenómenos que
ocurren de manera simultánea y armónicamente,
sin embargo para fines
didácticos, en este material se hará
referencia solamente al crecimiento
y la maduración física.
Los fenómenos de crecimiento son: la hiperplasia
(aumento del número de células) y la
hipertrofia (aumento del tamaño
celular) . La hiperplasia se mide por el contenido de
ADN en el organismo y la hipertrofia se mide por el contenido de
proteínas. Ambos procesos van a determinar períodos críticos y
subcríticos de crecimiento, dependiendo del predominio de cada uno de ellos. Es
crítico cuando predomina la hiperplasia y subcrítico cuando hay hiperplasia e
hipertrofia.
El período de división celular rápida varía de un
tejido a otro, lo que hace mas complejo el análisis del crecimiento; por
ejemplo, el cerebro crece desde la 3ª semana de gestación hasta los 2 primeros
años de vida post- natal; en contraste,
él útero crece en las últimas semanas de vida prenatal, al nacimiento se
estabiliza y hace un nuevo brote de crecimiento en la adolescencia.
Los daños o noxas que ocurren en los períodos
críticos de crecimiento, producen alteraciones,
a veces, irreversibles en el tejido comprometido. Si se comparan dos tejidos, el cerebral (por
su importancia en el desarrollo neuropsicológico) y el esquelético (responsable del
crecimiento físico medido a través de la talla) se observa que el periodo
crítico del crecimiento cerebral va desde la etapa prenatal hasta los dos
primeros años de vida y el tejido esquelético crece durante toda la infancia y
adolescencia hasta alcanzar la talla adulta, pero tiene períodos de crecimiento
muy rápidos (críticos) que son la época
prenatal, los dos primeros años de vida (lactancia) y la adolescencia. Las
etapas preescolar y escolar son subcríticas para el crecimiento lineal ya que
el crecimiento durante este periodo es estable.