Américo Negrette: Apóstol de una Causa
Existencia Meritoria y Ejemplar
Orgulloso de ser maracucho, este hombre desarrolló una carrera en contra de distintas enfermedades y epidemias, rodeado de pobreza y miseria. Las primeras observaciones clínicas sobre las encefalitis epidémicas en el Zulia se debieron a su acuciosidad, y estas denuncias le valieron graves problemas con los encargados de la Salud Pública a finales de los años cincuenta.
Ese carácter fuerte, aunado a su sentido humano de justicia, fueron considerados por muchas personas como irreverencia e irresponsabilidad. Sus conceptos sobre como encarar el problema social de la Corea de Huntington fueron criticados, y precisamente esta manera de actuar fue lo que le permitió a Américo Negrette salvar más de una vida al detectar, diagnosticar e investigar a fondo epidemias ignoradas por las autoridades médicas venezolanas. Los estudios sobre la encefalitis equina venezolana emprendidos por el Instituto de Investigaciones Clínicas son de valor para el conocimiento de esta enfermedad epidémica con graves repercusiones en el país y en otras partes del mundo.
La labor de este médico poeta, podría condensarse en las palabras que le leyó el Dr. José Luis Herrera con motivo de un acto de médicos cuyo padrino epónimo fue el Dr. Negrette: "Resumiendo, podemos decir que nuestro padrino ha sido: médico, investigador científico, profesor universitario, maestro de generaciones, poeta, escritor, periodista, orador, pintor y deportista. Diez actividades que han colmado sus días y sus noches. Por toda esta labor, porque ama la verdad, y porque su estandarte es la honradez, le pusimos su nombre a nuestra promoción".
Américo Negrette fue precursor de muchos sueños de ciencia, gracias a su temple que no lo dejó detenerse ante las dificultades. La Cañada lo vio nacer un 25 de diciembre de 1924, y la ciudad de Maracaibo lo vio morir el día 14 de septiembre del 2003. |