Micología
Características de las Conidias de Paracoccidioides brasiliensis
Capacidad infecciosa de las conidias de P. brasiliensis
El paso crucial en el estudio de estos propágulos consistiría
en demostrar que eran capaces de adaptarse, hacer la transición a levaduras
y reproducirse en los tejidos. Se consideró entonces el uso de los conidias
en un modelo desarrollado previamente en ratones BALB/c, inoculados con las
levaduras de P. brasiliensis (30). El mayor inconveniente era disponer
de un número suficiente de conidias para inocular los ratones, pues para
lograr la infección por vía aérea se requerían 20
millones de levaduras por ratón. Se intentó, no obstante, con
1 millón de conidias por cada animal, encontrando lo siguiente (31):
Poco
después de la inoculación, las conidias eran visualizadas en los
alvéolos pulmonares, donde daban lugar a una reacción inflamatoria
creciente. Entre las 6 y las 12 horas, los propágulos habían cambiado
de aspecto y aparecían redondeados; a las 18 horas post-infección,
la conversión conidia-levadura multigemante ya había tenido lugar
a nivel pulmonar. Además, 85% de los animales así inoculados desarrollaban
una forma progresiva de afección pulmonar, acompañada de diseminación
a bazo (35%) y en menor proporción, a otros órganos (31). El cuadro
histopatológico era similar al observado en el modelo con levaduras,
anotándose la presencia de infiltrados bronconeumónicos, los cuales
llegaban a la consolidación, con presencia de células gigantes
y de granulomas, así como de levaduras de P. brasiliensis en
multiplicación activa (Fig. 6) (31). Con este experimento, quedó
definitivamente demostrado que las conidias no solo respondían al estímulo
de la temperatura; también eran capaces de inducir paracoccidioidiomicosis
por vía aérea. Su tamaño no era óbice para manifestar
una gran capacidad de adaptación al tejido y causarle daños al
animal.
Una observación más
prolongada de la infección experimental desencadenada por las conidias,
señaló la presencia de cambios estructurales en el parénquima
pulmonar de los ratones (32). Para explorar tales cambios detalladamente se
llevó a cabo un experimento tendiente a estudiar el desarrollo de la
fibrosis. Después de 8-12 semanas post-infección, cuando la formación
de granulomas era aparente, las fibras de colágeno aumentaban de tamaño
en 66% y 83% de los animales, respectivamente. También se anotaba marcada
desorganización de las fibras de colágeno II, todo lo cual llevaba
a la consolidación pulmonar y a la fibrosis (33), tal como sucedía
en los pacientes (12). Igualmente, se demostró la influencia de algunos
factores de la respuesta inmune del animal de experimentación sobre los
cambios fibróticos (34).
Con el fin de determinar el verdadero
papel del trauma como puerta de entrada del hongo de acuerdo con lo propuesto
en el pasado, se inocularon conidias directamente en la mucosa gingival de ratones
BALB/c después de un ligero trauma (35). Las conidias se convertían
en levadura como en el modelo anterior siendo posible recuperar el hongo de
estos tejidos a las 24-72 horas post-infección. Posteriormente a las
5-10 semanas, los cultivos se volvían negativos, indicando que la infección
había sido controlada. Observaciones posteriores revelaron cultivos positivos
en la mucosa gingival en 12% de los animales. No obstante, la diseminación
a los órganos internos (pulmón, bazo, hígado), frecuentemente
comprometidos en la paracoccidioidomicosis humana, fue observada en menos del
3% de los ratones. Por consiguiente, este patrón no se ajustaba al de
la enfermedad observada en los pacientes, desvirtuando así la ruta traumática
como puerta de entrada de P. brasiliensis (35). |