Las
infecciones de piel y tejidos blandos se han hecho durante los éltimos a?os
cada vez más frecuentes, tanto en adultos como en ni?os, dentro y fuera de
nuestras fronteras.(3,6,10-12,15) De esta realidad no escapa la
población rural de Montalb?n, en el estado Carabobo, donde se la incidencia de
estas infecciones se ha hecho cada vez mayor. Son particularmente destacables
las infecciones tipo absceso subcutáneo, patologías de los tejidos profundos de
la piel que han mostrado durante el periodo 2009-2011 y durante el primer
trimestre del a?o una tendencia clara e irreversible al alza en esta población,
que no discrimina sexo o edad.(7-9) Durante
un periodo de tres semanas, se incorporaron al presente estudio un total de 18
pacientes que agrupaban 23 lesiones tipo absceso subcutáneo en varias partes
del cuerpo. Para esta serie de casos, la edad promedio fue 32 a?os, lo cual
difiere de los resultados de Ruhe (2007) en una población de pacientes con
abscesos subcutáneos en Arkansas, Estados Unidos, los cuales presentaron un
promedio de edad de 47 a?os.(30) Sin embargo, en esta investigación
el rango de edad donde se presentaron con mayor frecuencia los abscesos fue
entre 18 y 64 a?os, al igual que en las investigaciones de King (2006) y Hersch
(2008).(6,31) Con
respecto a la incidencia de abscesos por gúnero, Mar?n y col. (2010) en su
investigación en pacientes pedi?tricos para la Universidad de Pensilvania
obtuvo un mayor porcentaje de mujeres afectadas (56%), resultados similares a
los obtenidos en esta investigación en la población de Montalb?n donde los
abscesos se presentaron con mayor frecuencia en mujeres (66%).(32)
Sin embargo, otros estudios realizados sobre abscesos subcutáneos no se ha
encontrado preferencia de gúnero o los abscesos han sido más frecuentes en el
gúnero masculino. Es por ello, que el gúnero no se considera un factor
determinante en la fisiopatología del absceso subcutáneo.(6,30-31) En
esta serie de casos, los abscesos se localizaron predominantemente en el eje
axial con 13 lesiones (56,6%) mientras que en el eje apendicular se presentaron
10 lesiones (43,4%). La región femoral, axilar y gl?tea fueron las que
presentaron el mayor n?mero de lesiones con seis, cuatro y cuatro,
respectivamente. Estos resultados se oponen a los presentados por Ruhe y col.
(2007) y Marin y col. (2010) en series de casos de 531 y 349 abscesos
subcutáneos respectivamente, los cuales se localizaron con mayor frecuencia en
el eje apendicular (extremidades inferiores y superiores). Esta localización
preferencial de los abscesos en las extremidades se encuentra asociada a la
mayor frecuencia de traumatismos de piel y partes blandas en el eje apendicular
por varios factores, tales como: mayor exposición de la piel, falta de
protección con prendas de vestir, entre otros.(30,32) En
varios estudios sobre abscesos subcutáneos, diferentes regiones de las
extremidades inferiores fueron las áreas donde se ubicaron con mayor frecuencia
las lesiones; sin embargo, en un estudio del Hospital del Aire en Madrid,
Espaía sobre la prevalencia de Staphylococcus
lugdunensis en una serie de trece casos, los abscesos en estos paciente se
localizaron preferentemente en la región inguinal y en la región mamaria,
resultado que contrasta radicalmente con las regiones en las que el Staphylococcus aureus, pat?geno
principal de la piel, usualmente produce las lesiones.(33) En
cuanto a las variables cl?nicas de las lesiones en estudio, el porcentaje de
lesiones con eritema mayor a 10 cm (30,4%, n=7) fue sustancialmente mayor que
el reportado por Weiss y col. (2011) en su estudio sobre atención primaria de
infecciones de piel y partes blandas en la población suburbana de Palo Alto,
California, Estados Unidos, en el cual para una serie de 185 abscesos, los
eritemas extensos (mayor a 10 cm) solo se presentaron en el 19% de los
pacientes.(34) Estos resultados señalan que el componente de
celulitis en las lesiones fue más extenso en
nuestros pacientes por lo que se presume una mayor patogenicidad de los
g?rmenes implicados o bajo acceso a los servicios de salud, que condicionarían
un avance mayor de las infecciones antes de que se produzca la intervención
médica. Se
prescribi? terapia antimicrobiana en todos los pacientes evaluados (100%, n=18).
Estos resultados son coincidentes con los presentados por Weiss y col. quienes
prescribieron antibioticoterapia inicial empírica en el 93% de los pacientes
atendidos en su consulta de emergencia en la población de Palo Alto. Con
respecto a la selección de antibi?ticos, al considerar los factores asociados a
este tipo de infecciones, se indicaron antibi?ticos β-lact?micos en todos los
casos, siendo las penicilinas la clase indicada con mayor frecuencia (72,25%,
n=13).(34) Esta
decisión terap?utica es respaldada por otros estudios disponibles en la
literatura en los casos de infecciones de piel y partes blandas por Staphylococcus aureus meticilino
sensibles. De acuerdo a los estudios de Hersch y col. (2008) los β-lact?micos
fueron los antibi?ticos más utilizados entre los a?os 1997 y 2005 para el
tratamiento de infecciones de piel y partes blandas, incluyendo abscesos
subcutáneos, en la red de atención ambulatoria de los Estados Unidos, aunque
las cefalosporinas fueron la clase mayormente utilizada con 73% frente al resto
de los antibi?ticos, resultados que contrastan con los obtenidos en esta
investigación donde las penicilinas fueron las indicadas con mayor frecuencia
(72%).(6) Por éltimo es probable que en este trabajo se haya subestimado la incidencia de la patología en estudio, ya que no todos los médicos asignados al ambulatorio participaron en el estudio y algunos casos pudieran haberse omitido.
Conclusiones.
Los
abscesos subcutáneos constituyen un problema de salud p?blica en el municipio Montalb?n
del Estado Carabobo, Venezuela, por lo que implican un gasto de importancia en
el sistema de salud, así como la inversión en tiempo, insumos y recursos
humanos para mitigar los efectos que estos causan sobre la salud y sobre la
productividad de esta población.
Es necesario mejorar los laboratorios microbiológicos en la zona, ya que esto limit? realizar cultivos microbiológicos y por lo tanto
diagnísticos espec?ficos sobre los g?rmenes causantes de la infecciones, de
especial interís las cepas de Staphlyococcus
aureus meticilino resistentes y no meticilino resistentes, lo cual hubiese representado un aporte
importante a los patrones de sensibilidad y resistencia a un pat?geno tan
frecuente como este, tanto a nivel local como a nivel regional.
Agradecimientos:
Agradecemos
al equipo médico, así como tambión a todo el personal de salud que presta sus
servicios en el Ambulatorio Rural Tipo II Dr. Lu?s P?rez Carre?o por su
colaboración durante la realización es esta investigación. Especial
agradecimiento a los médicos rurales Ibis S?nchez, Alfonso Macías y Reinaldo
Rodr?guez por sus comentarios y recomendaciones en el proceso de elaboración
del manuscrito inicial. Al Dr. Jos? S?nchez,
director del centro asistencial, por toda la ayuda prestada y por estar siempre
pendiente del desempe?o estudiantil en todas sus áreas.