Gastroenterología
Pancreatitis aguda recurrente en niños
Terapia endoscópica
La
terapia endoscópica en niños ha sido dirigida
directamente a las enfermedades biliares (15,16,17). Algunos autores han
ampliado la terapia endoscópica con PCRE al grupo de enfermedad pancreática.
Brown y col (13) colocó múltiples prótesis en 8 niños con páncreas divisum. Al
Traiff y Khan (18) drenó endoscopicamente una duplicación quística del duodeno
en un niño de 11 años con PAR. Lehman y col (10) realizaron una esfinterotomía
de la papila menor sobre una endoprótesis, en un niño de 7 años con páncreas
divisum y PR. En el trabajo de Guelrud y
col (4) 14 de 17 pacientes (82%) con PR el tratamiento endoscópico tuvo una respuesta satisfactoria al mejorar
posiblemente el proceso obstructivo, tal como a sido descrito en adultos
(19).
Los
quistes del colédoco son malformaciones congénitas del tracto biliar. Es una
enfermedad primaria de niños y adultos jóvenes. Una UAPB ha sido sugerida como
un factor importante en su patogénesis. La clasificación de Todani y col (20)
sobre quiste del conducto biliar es la más empleada. La PCRE tiene un gran
valor al permitir delinear la anatomía
de estos quistes biliares y relacionarlos con el sistema pancreático (21,22). Una UAPB a sido asociada
a los quistes del colédoco y PR (23,24).
El Coledococele aunque clasificado como una
forma de quiste del colédoco (quiste del colédoco tipo III) probablemente no
está relacionado (4). Basado en estudios en autopsias Sterling (25).
Sugiere que el Coledococele es una
evaginación adquirida del conducto
biliar común dentro del duodeno, causada por una obstrucción del flujo biliar
resultado de una litiasis impactada, fibrosis, o papilitis. Más recientemente
Venu y col (26) y Kagiyama y col (27) sugieren que en algunos pacientes con DEO
puede ser el factor que contribuye en la patogénesis del Coledococele. Esto ha sido reportado en asociación con PAR (28). En el pasado, el tratamiento ha
sido quirúrgico. Sin embargo, en casos seleccionados, un Coledococele puede ser
tratado con esfinterotomía endoscopica (29).
Warshaw
y col (35) realizaron una esfinteroplastia de la papila menor en 88 pacientes
con páncreas divisum sintomático y
pancreatitis recurrente (PR). El 70% de los pacientes mejoró en un lapso
promedio de seguimiento de 53 meses. El tratamiento endoscópico ha sido
dirigido a descomprimir el conducto dorsal con el uso de endoprótesis,
dilatación de la papila menor, o esfinterotomía de la papila menor con o sin
inserción de endoprótesis (4).
MacCarthy
y col (30) trataron 19 pacientes con
páncreas divisum usando prótesis en el páncreas
dorsal con un 89% de mejoría. Lans y col (36) reportaron los resultados
de un trabajo randomizado controlado de 12 meses de seguimiento con prótesis en
la papila menor de pacientes con PR. Las
prótesis fueron cambiadas cada 4 meses. El seguimiento continuó por lo menos 12
meses después de la remoción de la prótesis. Los pacientes con prótesis tuvieron pocos episodios de PA y mejoraron el
90% versus 11% de los controles
p<0.05 Un trabajo sobre prótesis en el conducto dorsal durante la PCRE de
los pacientes con páncreas divisum y PR a sido usado para decidir si la
cirugía es apropiada. Los pacientes que
mejoran después de la colocación de prótesis pueden ser candidatos más seguros
de descompresión quirúrgica (31). La esfinterotomía de la papila menor ha sido
usada para tratar el páncreas divisum (32). Soehendra y col (33) trataron seis
pacientes usando un precorte con el
esfinterotomo de bisturí sobre una prótesis con un 83% de mejoría de los
síntomas. Liguory y col (34) realizaron
una esfinterotomía de la papila menor con
prótesis (n=2) y sin prótesis (n=8) del conducto pancreático dorsal en 10 pacientes con PA por páncreas divisum. Siete (70%) permaneció
libre de síntomas durante 3 a 30 meses
de seguimiento. Lehman y col (10) trató 52 pacientes con páncreas divisum con
esfinterotomía de la papila menor con esfinterotomo de bisturí sobre una
prótesis pancreática colocada en
conducto dorsal pancreático. Los pacientes con PA se beneficiaron más que los
pacientes con pancreatitis crónica (76% vs 27% p= 0.01). Pancreatitis aguda como complicación de la terapia ocurrió
después del 13% de los procedimientos pero fueron leves lo que permitieron un
manejo conservador.
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