La TAC y la RM permiten la detección de inflamación alrededor de los quistes en degeneración a los pocos días o semanas de tratamiento, respectivamente. En los estudios seriados con RM, signos muy tempranos de alteraciones en los cisticercos tales como el engrosamiento de la cápsula del quiste o cambios en el tipo de señal originado por la lesión y el edema perilesional, son bien definidos para el fin de la primera semana y son progresivamente evidentes en los estudios posteriores. Sin embargo, la mayoría de los autores recomienda que la evaluación imagenológica de la respuesta al tratamiento se debe realizar al final de tres meses después de administrada la terapia, cuando el contaje del número de quistes y la evaluación de la respuesta inflamatoria se consideran estables. Estudios imagenológicos de control más precoces podrían ser engañosos debido a la persistencia a largo plazo de la respuesta inflamatoria del hospedero. |