Junio-Agosto 1999 1
ISSN 1317-987X
 
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Craig-Bigham Medical Journal of Australia


El futuro de las publicaciones médicas

Craig-Bigham Medical Journal of Australia

Cuando se publica un artículo antes de que éste sea revisado minuciosamente se corre el riesgo de que la información presentada sea irrelevante o de que se trate de un artículo de mala calidad. Asimismo, el lector debe además darse a la tarea de seleccionar y evaluar la información constantemente publicada por los correctores. En lo que a literatura médica se refiere, sabemos por experiencia que la publicación de material no revisado no es lo más aconsejable y que, además, esta política incomoda a los lectores. En el Medical Journal of Australia nunca nos hemos planteado la posibilidad de publicar artículos que no hayan sido previamente revisados; por el contrario, nos hemos dedicado a convertir el proceso de revisión detallada en una serie de procedimientos caracterizado por una mayor participación del público en general. El primer paso del proceso consiste en la publicación de los artículos sometidos a revisión en un website al que tienen acceso únicamente los autores, los editores (quienes fungen como moderadores del debate en línea), los correctores y un equipo consultor. Si el artículo es aprobado, tanto el texto como los comentarios referentes al artículo se publican en la Web. No obstante, la revisión abierta y el debate sobre el artículo prosiguen después de su publicación.

Los comentarios desfavorables en torno a la revisión exhaustiva (tales como la posibilidad de que sea sesgada o imprecisa, de que se preste a plagio o de que limite la creatividad) se derivan principalmente del carácter confidencial del proceso y, particularmente, del control que el editor ejerce sobre la revisión, de la cual no debe rendir cuentas ante ningún superior. Pero mediante la creación de un método de revisión detallada en el que el público tenga mayor participación, los correctores, autores y editores pueden observar la labor que cada uno de ellos realiza. De esta manera, son mayores las probabilidades de que los errores y faltas puedan ser identificados y corregidos, hecho que se traduce en un método más confiable y en mejores resultados. Asimismo, un sistema de revisión más abierto permite que la revisión detallada se convierta en una experiencia más enriquecedora para los editores, los autores y, por primera vez, para los lectores.

Algunas compañías editoriales se resisten a publicar en la Web debido a que existe la creencia generalizada de que los editores de literatura médica pueden e incluso deberían proteger al lector común de recibir cualquier tipo de información. A este respecto, es importante recordar que para los editores es imposible saber qué información resultará ser errónea; así pues, realmente el verdadero objetivo consiste en disuadir a los lectores de revisar toda clase de artículos, en caso de que alguno contenga información falsa. En realidad, el público tiene más acceso a fuentes de información médica menos confiables y que representan un riesgo potencial (la televisión, los periódicos, las revistas, aquellos que aplican terapias alternativas y los sites adaptados específicamente a los intereses del público en general) que a los artículos especializados publicados en Internet. Estos medios de divulgación son la principal fuente de desinformación, ante la cual, aunque no se trate de una tarea fácil, la literatura especializada puede ser un antídoto. La respuesta cada vez más generalizada de la ética médica ante la ignorancia y la desinformación ha consistido en educar al paciente, brindándole más información y reconociendo que el paciente es autónomo, y que debe permitírsele decidir junto a su doctor cuáles serán los lineamientos del tratamiento a seguir. En líneas generales, no es ético ocultar información a los pacientes con el pretexto de que algunos de ellos podrían malinterpretarla.

Los adelantos tecnológicos no determinan la velocidad de los cambios que tienen lugar en el campo de las publicaciones periódicas; esta lentitud determina que estas publicaciones no satisfagan a cabalidad las nuevas necesidades y expectativas de los lectores las cuales, vale decir, no cambian constantemente. Por ende, es muy probable que, pese a la llegada del nuevio milenio, las publicaciones que aparecen en formato tradicional continúen desempeñando un papel importante y que, en su mayoría, no experimenten transformaciones, a la vez que las ediciones electrónicas de distintas publicaciones seguirán desarrollándose. Así pues, estimo que en el futuro se observará un gran contraste entre las publicaciones electrónicas y las publicaciones tradicionales, debido a que la edición electrónica tendrá características diferentes a las que distinguen a la edición impresa en formato tradicional. Entre estos rasgos se encuentran los siguientes:

  1. Los artículos aparecerán en Internet antes de ser publicados en formato impreso. Es decir, podrán ser leídos apenas se apruebe su publicación, en vez de ser presentados en un número junto a otros textos. En este sentido, considero que el concepto de "número" es una idea anticuada asociada al formato impreso; además, es absurdo que toda información relevante pierda vigencia porque debe esperarse un tiempo para su impresión.
  2. Los artículos atravesarán por diversas etapas de publicación. Primero, el artículo aparecería como un borrador que no ha sido revisado, pero es poco probable que este procedimiento se convierta en una práctica frecuente dentro del campo de la medicina. La mayoría de los artículos serán revisados en línea en un foro cerrado, para ser luego publicados y sometidos a revisión en un foro abierto. Finalmente, luego de ser aprobados, los artículos aparecerán tanto en el formato impreso tradicional como en Internet donde, incluso después de su aparición, algunos tipos de artículos serán corregidos;tal es el caso de los artículos de revisión estructurados y los metanálisis que deben actualizarse constantemente. Este procedimiento es menos complicado que escribir un nuevo artículo; asimismo, garantiza que el artículo seguirá cumpliendo con los objetivos por los cuales fue escrito.

En las publicaciones electrónicas aparecerá material informativo que nunca será publicado en el formato tradicional como, por ejemplo, datos estadísticos y completos y detallados análisis (material que los autores siempre habían querido publicar pero que por motivos de espacio no aparecían en las publicaciones) pero, sobre todo,se publicarán resúmenes de los artículos para un tipo de lector en particular, incluyendo sinopsis destinadas al lector común.

 

Introducción
Craig-Bigham Medical Journal of Australia
Tony Delamothe-British Medical Journal
Jerome Kassirer- New England Journal of Medicine
George Lundberg-Medscape
Clare Thompson-BioMedNet

NOTA: Toda la información que se brinda en este artículo es de carácter investigativo y con fines académicos y de actualización para estudiantes y profesionales de la salud. En ningún caso es de carácter general ni sustituye el asesoramiento de un médico. Ante cualquier duda que pueda tener sobre su estado de salud, consulte con su médico o especialista.





Instituto de Medicina Tropical - Facultad de Medicina - Universidad Central de Venezuela.
Elaborado por el Centro de Análisis de Imágenes Biomédicas Computarizadas CAIBCO,
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