Junio-Agosto 1999 1
ISSN 1317-987X
 
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Medicina&Arte
 



Ildemaro Torres
El degustador del humor

Creencias: algo más que ateo

¿Cree en Dios?

No, soy agnóstico. Tengo un profundo respeto por las religiones y por la fe de las personas, sobre todo cuando percibo que es genuina. Tengo un respeto extraordinario a la fe de mis pacientes cuando veo que, por sobre todas las cosas, ese es el elemento esencial de apoyo para superar sus problemas. Ahora yo como persona, no.

Creo que las religiones están mezcladas con un contenido político. No tengo nada en contra de que existan, pero ver que esa gente está tan bien financiada, que distribuye una literatura impresa, que tienen un templo aquí y otro allá y pone a todo un pueblo a cantar. Todo eso me da derecho a pensar que eso sí corresponde a un diseño político de alguien. Son formas de manipulación de la gente. Por eso cuando digo mi respeto a la fe, agrego la palabra genuina. No a la que deriva de la manipulación masiva por parte de alguien que anda tras objetivos muy concretos.

¿Cree en la felicidad o es una fantasía humana?

Si, existe y hay derecho a ella. Creo que es un derecho humano el ser feliz y al disfrute de esta vida y es allí donde descansa mi condición de agnóstico, mi condición de persona que tiene apego a lo racional, de no diferir a otra vida la posibilidad de goce.

Defiendo el derecho de un ser humano a no ser humillado, ni a sufrir. Entonces, todas esas derivaciones hacia otra vida, bajo el ofrecimiento de reino de los cielos, yo las rechazo. Si existe otra, sería magnífico porque significaría el doble disfrute y creo que el ser humano tiene derecho, no a un único disfrute, sino a todos los que sean posibles.

¿Se considera feliz?

Si, porque la felicidad que creo tener no me embriaga y no me aleja de la conciencia de que esa felicidad mía no es un fenómeno colectivo. Cuando pienso en lo colectivo, recuerdo a Mark Twain, quien dice que la única forma de disfrutar de la felicidad es compartiéndola. Me parece magnífico decirlo así, pero compartirla puede caer en eso que se llama caridad.

Quiero entenderla como el derecho que hay a tenerla en el mismo grado o más en que yo siento tenerla. Cuando hablo de la mía, me refiero a mi familia, mi profesión y todo ese tipo de cosas que llenan mi vida cada día.

 

Introducción
La medicina y el Arte: una conducta única
Ildemaro Torres: el humanista y el científico
Sus libros, "no son ladrillos para intelectuales"
Creencias: algo más que ateo
Una propuesta para el sector salud y cultural venezolano

NOTA: Toda la información que se brinda en este artículo es de carácter investigativo y con fines académicos y de actualización para estudiantes y profesionales de la salud. En ningún caso es de carácter general ni sustituye el asesoramiento de un médico. Ante cualquier duda que pueda tener sobre su estado de salud, consulte con su médico o especialista.





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