Nathalie de Jesús Chacón Fonseca
secciondegeohelmintiasis@gmail.com
Cátedra de Medicina Tropical. Sección de Geohelmintiasis del Instituto de Medicina Tropical (IMT) Facultad de Medicina. Universidad Central de Venezuela (UCV)
María Josefina Rossomando
Licenciada en Bioanálisis. Sección de Geohelmintiasis del IMT y Laboratorio Clínico del Hospital Universitario de Caracas.
Edwin Fernando Díaz
Auxiliar de Laboratorio. Sección de Geohelmintiasis del IMT. UCV.
Yonirei Karolay Bermúdez
Secretaria. Sección de Geohelmintiasis del IMT. UCV.
Martha Cecilia Rojas
Secretaria. Sección de Geohelmintiasis del IMT. UCV.
Carmen Emilia Durán
PhD.
Profesora e Investigador Asistente de la Cátedra de Parasitología. Escuela Luís Razetti. UCV.
Pedro A. Navarro Rojas†
Cátedra de Medicina Tropical. Jefe de la Sección de Endemias Rurales del IMT
Parasitología Evaluación del diagnóstico integral de los parásitos intestinales: Infecciones oportunistas en pacientes ambulatorios de la Sección de Geohelmintiasis Fecha de recepción: 14/02/2017
Fecha de aceptación:
20/05/2017
Tradicionalmente los parásitos intestinales han sido considerados un problema de salud de la población pediátrica en los países subdesarrollados. La aparición del HIV-SIDA y los tratamientos con inmunosupresores han tenido como consecuencia la mayor ocurrencia de coccidias intestinales y/o Blastocystis sp., como agentes oportunistas que complican la salud de este tipo de enfermos, en su mayoría, adultos jóvenes. Mediante un estudio descriptivo y evaluativo de la identificación exhaustiva de parásitos intestinales en la Sección de Geohelmintiasis (SGH) del Instituto de Medicina Tropical, se evaluaron, durante dos años (2013-2014), 407 pacientes para el descarte de agentes infecciosos. Por solicitud del médico referente, se aplicaron técnicas de coloración especiales y de concentración (Zielh-Neelsen modificado y Formol-Acetato de Etilo). A todos los pacientes, se les realizó el interrogatorio por medio de una ficha clínico-epidemiológica. El principal motivo de consulta fue la investigación parasitaria por sospecha clínica, seguido de causas debidas a inmunosupresión. Blastocystis sp., se identificó como el principal parásito oportunista, tanto en inmunosuprimidos como en inmunocompetentes. Las coccidias intestinales, ocupan el segundo lugar, seguido de los helmintos y de los protozoarios. Las coccidias intestinales se encontraron con mayor frecuencia en el grupo de 26 a 50 años, coincidencialmente el 90 % de éstos pacientes son HIV positivos y el 54% están infectados con coccidias. La eosinofilia, cuantificada por el valor del contaje absoluto de eosinófilos se correlacionó con la presencia de coccidias intestinales. Se concluye con la recomendación de evaluar periódicamente la presencia de estos parásitos en las muestras procesadas en la SGH, como laboratorio de referencia nacional.
Title Evaluation of the integral diagnosis of intestinal parasites: Opportunists infections in outpatients of the Soil Transmitted Helminth Section
Abstract
Traditionally, intestinal parasites have been considered a health problem in the pediatric population of underdeveloped countries. The onset of HIV-AIDS and immunosuppressive treatments have resulted in the increased occurrence of intestinal coccidia and/or Blastocystis sp., as opportunistic agents that complicates the health of this type of patients, mostly young adults. Through a descriptive and evaluative study of the exhaustive identification of intestinal parasites, the Soil Transmitted Helminth Section (STHS) of the Institute of Tropical Medicine, evaluated 407 patients for the study of infectious agents for two years (2013-2014). At the request of the medical consultant, special staining and concentration techniques were applied (Ziehl-Neelsen modified and Formalin-Ethyl Acetate). All patients were interviewed by a clinical-epidemiological record. The main complaint was the parasitic research on clinical suspicion, followed by causes of immunosuppression. Immunosuppressed patients had prominent place with opportunistic intestinal parasites. Blastocystis sp., was identified as the main opportunistic parasite in both immunocompromised and immunocompetent. The intestinal coccidia, ranked second, followed by helminths and protozoa. The intestinal coccidia were found more frequently in the group of 26-50 years, coincidentally 90% of these patients are HIV positive and 54% are infected with coccidia. Eosinophilia, quantified by the absolute value of eosinophil counts correlate with the presence of intestinal coccidia. We conclude with the recommendation to periodically evaluate the presence of these parasites in the samples processed by the STHS, as the national reference laboratory.
Key Word Intestinal parasites; clinical and epidemiological record; coproparasitological techniques; intestinal coccidia; opportunistic infections; HIV-AIDS.
Evaluación del diagnóstico integral de los parásitos intestinales: Infecciones oportunistas en pacientes ambulatorios de la Sección de Geohelmintiasis
Introducción
Las parasitosis intestinales
constituyen un problema de salud pública debido a sus elevadas prevalencias en
los países subdesarrollados (latinoamericanos y asiáticos-europeos) y
tropicales(1-5). Desde el
año 2005 hasta la actualidad, la
Sección de Geohelmintiasis (SGH) del Instituto de Medicina
Tropical, ha llevado sistemáticamente las ocurrencias de las patologías
parasitarias intestinales en los pacientes referidos por profesionales de la
salud a nivel nacional (Venezuela). En
años anteriores, las prevalencias parasitarias de geohelmintos justificaban el
nombre del laboratorio, hoy día, son los protozoarios los que prevalecen en la
población interconsultante(6,7). El surgimiento de co-morbilidades
que determinan inmunosupresión en los individuos, como son: la pandemia mundial
del HIV-SIDA, el cáncer, el uso de drogas inmunosupresoras en los pacientes
transplantados, el uso y abuso de los esteroides con afectación sistémica; han contribuido
a que las afecciones intestinales de tipo parasitaria,
específicamente, causadas por parásitos oportunistas sean de mayor ocurrencia(7,8). En este sentido,
la sospecha, el interrogatorio médico y el uso de técnicas de concentración y/o
coloraciones especiales en la muestras de heces, se impone para la
determinación de un diagnóstico de certeza precoz y que repercuta en el
tratamiento y en el pronóstico de vida, de los pacientes.
Los objetivos de este
estudio fueron determinar la evolución
en la ocurrencia de parasitosis
intestinales de los pacientes interconsultantes en la SGH durante los años 2013 y
2014.
Pacientes y métodos
Este trabajo es un estudio
descriptivo, prospectivo, realizado con 407 individuos y 814 muestras de heces,
incluía 130 pacientes en el año 2013 y 277 en el año 2014, referidos a la SGH. A todos los pacientes que asistieron a la SGH, les fueron recabados
datos clínico-epidemiológicos, según el
modelo-ficha de referencia médica
Obtención de las muestras fecales: Las muestras de heces humanas fueron
traídas directamente por los pacientes que interconsultaron a la SGH entre los
meses de enero de 2013 hasta diciembre de 2014, con la presentación de una
referencia médica, de los principales centros hospitalarios de Venezuela. En
este sentido, todos los pacientes fueron evaluados previamente por un médico
general o un especialista y luego fueron referidos, para
diagnóstico de parasitosis intestinales.
Procesamiento de las muestras: Para el
diagnóstico de las parasitosis intestinales no existe un prueba de oro o gold standard(9,10), por lo
que se requiere la realización de al menos tres métodos básicos y tres métodos
complementarios, según criterio médico-epidemiológico. El seriado de heces,
incluyó la evaluación de tres muestras de heces de cada paciente con el examen
directo(11-14), técnica de concentración con acetato de etilo (FEA)(11,13)
y Baermann(15,16). A todo paciente con
antecedente personal de prurito anal en el momento de la consulta, se le realizó CAT(17), a todo paciente
inmunosuprimido se le realizó el
Zielh-Neelsen modificado(8,9,12) y aquellos con antecedentes
epidemiológicos para helmintos, se les realizó Kato-Katz(18)
Aspectos éticos: Los aspectos bioéticos de este estudio fueron evaluados por el comité
ético-científico del Instituto de Medicina Tropical, de la Facultad de Medicina de la Universidad Central
de Venezuela.
Análisis de datos: Para el análisis y
graficación de los resultados se utilizó el software de Microsoft® Office Excel
2003 y el
programa SPSS®,
versión 13.
Resultados
Se estudiaron407 pacientes, durante los años 2013
y 2014. De ellos, 95 (23%) tenían confirmado el diagnóstico etiológico de infección por el
virus de inmunodeficiencia humana (HIV). Del total de los estudiados se
identificaron 276 (68%) individuos parasitados.
Los motivos de consulta más
frecuentes se demuestran en la tabla 1, siendo la referencia que indicaba el
descarte de una infección parasitaria por los elementos clínicos encontrados
por el médico tratante, la que ocupó el primer lugar en el periodo de estudio
(52%). En el 2014, este motivo casi triplicó al año anterior (34 vs. 83; dato
no mostrado). Los otros motivos de
consulta fueron pacientes inmunosuprimidos (22%), evaluación
posterior al tratamiento (9%), diarrea crónica y
eosinofilia (8% cada uno). Los pacientes mayores de 12 años, fueron los más
referidos, por parte de los médicos tratantes.
Tabla 1. - Pacientes atendidos por parasitosis
intestinales. Principales motivos de consulta. Instituto
de Medicina Tropical. Universidad Central de Venezuela. 2013-2014
En el bienio de estudio, 276 pacientes fueron
positivos para infecciones parasitarias,
68% adultos y 32% de niños. Ciento treinta y un pacientes resultaron negativos (Tabla 2).
Tabla
2.- Pacientes atendidos
por parasitosis intestinales. Por edad.
Instituto de Medicina Tropical. Universidad Central de Venezuela.
2013-2014
Los diagnóstico etiológicos por orden
de frecuencia, se dividieron en orden de importancia por su ocurrencia en: patógenos
del supergrupo eucariótico Chromista(Blastocystis sp.), coccidias intestinales (Cryptosporidium
spp., Isospora belli, Cyclospora cayetanensis),helmintos (Ascaris lumbricoides, Strongyloides stercoralis, Enterobius
vermicularis, Trichiuris trichiura y Anquilostomídeos) y protozoarios
(Giardia intestinalis y Entamoeba hostolytica) (cuadro 3).
Tabla 3.- Diagnósticos etiológicos del examen
coproparasitológico de los pacientes. Instituto de Medicina Tropical.
Universidad Central de Venezuela. 2013-2014
Blastocystis sp. parasita a
todos los grupos etarios (cuadro 4). Sin embargo, los grupos mas frecuentemente
infectados con Blastocystis sp.
fueron los niños escolares (de 6
a 12 años) y los adultos de 26 a 50 años. El 68% de los
pacientes HIV-SIDA presentaron blastocistosis.
Tabla 4.-
Pacientes parasitados con Blastocystis
sp. según grupo etario e infección por HIV
Las coccidias intestinalesmostraron una tendencia a parasitar al grupo
de adultos infectados con HIV, de 26 50
años (cuadro 5). Cuarenta y siete de éstos pacientes (90 %) son HIV positivos y el 54% están
infectados con coccidias.
Tabla 5.- Pacientes parasitados con Coccidias
intestinales según grupo etario e infección por HIV 2013-2014
Del total de pacientes
estudiados, solo se obtuvieron 40 hematologías completas que indicaban el
contaje diferencial de células blancas y
se logró el cálculo del contaje absoluto de eosinófilos
(CAE). El rango de CAE fue de 4.200 a 1, con un promedio de 301.3 ± 690
eosinófilos por mm3. La correlación fue significativa entre el valor
de CAE y la infección por coccidias intestinales (p<0,05).
Discusión
Durante su devenir histórico, desde
la fundación del Instituto de Medicina Tropical en el año 1947, la Sección de Geohelmintiasis (SGH)
del Instituto de Medicina Tropical (IMT) ha identificado parasitosis
intestinales, empleando técnicas coproparasitológicas, aprobadas por organismos
internacionales, como diagnóstico de certeza, para cada una de las parasitosis
endémicas(4,5,7,8) en nuestro medio tropical(9,10,11).
Desde el año 2005, la SGH evalúa la
ocurrencia de coccidias intestinales en pacientes urbanos que presentan
síntomas gastrointestinales y eosinofilia(7), prosigue el estudio de
las coccidias intestinales, no sólo en pacientes con inmunosupresión como ha sido reportado antes(19),
sino en pacientes inmunocompetentes con o sin diarrea presente, para el momento
del examen de heces(8).
En el presente trabajo queremos
evaluar la evolución del diagnóstico en la SGH, específicamente enfocada a las
coccidias intestinales y Blastocystis
sp., como agentes oportunistas. La mayoría de los pacientes investigados son
enviados por la confianza y la seguridad, de que la SGH del IMT agotará todas
sus posibilidades en el logro de un diagnóstico de certeza oportuno. Por lo tanto, se justifica el uso de
coloraciones especiales y técnicas más sensibles y específicas para lograr este
propósito. También la modificación de
la ficha clínico-epidemiológica para la toma de datos de la paciente, mucho más
explícita y de sencillo manejo, por parte del personal secretarial, ha
permitido obtener en el lapso evaluado el 68% de la data solicitada. Los
resultados de este estudio demuestran
que los pacientes inmunosuprimidos deben evaluarse obligatoriamente para la
búsqueda de las parasitosis intestinales y del mismo modo, se debe aplicar un
control coproparasitológico posterior a los pacientes tratados con anti-parasitarios.
Siendo la SGH, una unidad de
referencia nacional para el diagnóstico de las parasitosis intestinales, la mayoría
de los pacientes son referidos por los médicos especialistas, principalmente,
los infectólogos. Este hecho, determina ocurrencias
parasitarias, particulares y diferentes a las obtenidas por otros estudios
clínicos de centros asistenciales o por estudios de poblaciones expuestas a los
mismos agentes infecciosos(19-25). Sin embargo, los datos actuales
de la SGH pueden ser comparados con los obtenidos en años anteriores. En el bienio 2006-2007, el 44% de los
pacientes que consultaron estaban parasitados (677 de 1550 pacientes) y para el
bienio 2013-2014, el porcentaje aumentó a 68% (276 de
407 pacientes).
La ocurrencia de coccidias
intestinales (de 150 pacientes evaluados
en 2006-2007), también superó
los años anteriores (de 95 pacientes evaluados en 2013-2014)
observándose un incremento importante de 8%(8) a 64%,
respectivamente. Las
coccidias intestinales, patógenos emergentes y oportunistas, como Isospora belli(21), Cryptosporidium(22,24) parvum y Cyclospora cayetanensis(25), se encuentran estrechamente
asociados con diarreas crónicas en humanos.
Sin embargo, los motivos de consulta y de
referencia hacia la SGH, se han mantenido igual, siendo la principal causa de
referencia, la sospecha clínica para el
descarte de una parasitosis intestinal. Por otra parte, el factor de riesgo de
ser un paciente inmunosuprimido ocupó en el 2013-2014 el segundo lugar. En años
previos, este lugar, si fue ocupado por la diarrea crónica. Esto podría estar
evidenciando, en la actualidad, una referencia medica preventiva en vez de la
curativa, por parte del médico especialista.
Algunas de las posibles explicaciones
del incremento de la ocurrencia de las parasitosis intestinales y
particularmente, de las coccidias intestinales, en la SGH, podrían ser:
a.- La
implementación de la técnica de coloración especial Zielh-Neelsen modificado a
todo paciente con diarrea crónica y a todo paciente HIV positivo, a partir del año 2013.
b.- El
deterioro de la calidad del agua de consumo humano, por parte de la población estudiada.
c.- Las dificultades
en el cumplimiento o adhesión con el tratamiento anti-retroviral (HAART) por
parte de los pacientes HIV-SIDA, por diversas causas.
La primera razón contribuye a la
búsqueda activa de coccidias intestinales, evitando el sub-diagnóstico, en los
pacientes con factores de riesgo presentes.
El consumo de agua no potable
determina la infección o reinfección de coccidias intestinales y de otros
protozoarios cuya fuente es hídrica(26).
Existe un consenso mundial liderado
por la Organización Mundial de la Salud(27), sobre el inicio del
tratamiento con HAART a toda persona HIV positiva, independientemente de su
estadio clínico o del contaje de linfocitos CD4. La pronta iniciación de HAART y la adherencia
al mismo, resulta en la supresión de la carga viral hasta niveles
indetectables, permitiendo una mejor salud del individuo, evitando la
transmisión del HIV y previniendo la aparición de infecciones oportunistas,
como las coccidias intestinales(19-25,28), Blastocystis sp.(29) y Strongyloides stercoralis(30).
En los países subdesarrollados, como
en Venezuela, siguen en aumento el número de muertes relacionadas por HIV-SIDA(31-33). La inmunodeficiencia incrementa la
probabilidad de: infecciones oportunistas, como son los patógenos entéricos causantes
de la sintomatología gastrointestinal: bacterias, parásitos, hongos, virus. Es
importante recordar, que el propio virus del VIH se considera por sí mismo,
como causa directa de diarrea(28).
A pesar de que la terapéutica HAART ha disminuido la posibilidad de
infecciones oportunista, en el caso venezolano, particularmente, muchos pacientes
no tienen acceso a los fármacos de manera continua(34) y la terapéutica
pudiera ser cambiada por otros medicamentos, de dudosa calidad, en el
transcurso de su enfermedad, por lo que en los últimos 15 años, la ocurrencia
de patógenos entéricos oportunista compromete su calidad de vida y pudiera determinar
cambios en la expectativa de vida.
En este estudio, los parásitos encontrados
en los pacientes inmunocomprometidos, por orden de frecuencia, fueron: Blastocystis sp., y coccidias
intestinales (Cryptosporidium spp,
Cyclospora cayetanensis e Isospora belli), seguido de un helminto
oportunista como lo es el Strongyloides stercoralis, en el tercer
lugar. Casi la cuarta parte de la muestra en estudio (23%) eran pacientes HIV
positivos, siendo necesario la búsqueda de oportunistas en pacientes potencialmente
inmunosuprimidos(8,35).
Un estudio publicado sobre la
presencia de parásitos oportunistas en 427 pacientes inmunosuprimidos(36)
por distintas causas, reportaron la ocurrencia de infección intestinal en 23%
de las muestras examinadas y por frecuencia, encontraron en los primeros
lugares protozoarios, no oportunistas, como Giardia
intestinalis y Entamoeba histolytica,
seguido en tercer lugar de Cryptosporidium
parvum y Microsporidia, ambos
oportunistas. Solo reportaron un caso Strongyloides
stercoralis y ningún caso de Isospora
belli. El grupo más afectado con oportunistas fueron los pacientes bajo
terapia con corticoesteroides(36), seguido de los pacientes con fallas renales y otras patologías
malignas, los menos afectados fueron los pacientes diabéticos. Este estudio no incluyó pacientes con
HIV-SIDA.
Tanto
pacientes inmunocompetentes como inmunocomprometidos pueden ser infectados al
exponerse a las fuentes de infección. Tanto la infección con Cryptosporidium spp.(37) como
Isospora belli(38) han
sido reconocidas como enfermedades zoonóticas, este no es el caso de Cyclospora cayetanensis(39),
cuya principal fuente de infección son los alimentos, como frutas o vegetales
contaminados y los cuadros clínicos se presenta como brotes epidémicos en la
población afectada(40).
Otra infección intestinal considerada
zoonosis es la blastocistosis (41,42). Blastocystis sp. es un patógeno, con múltiples subtipos que
infectan al hombre y es un oportunista(29).
Se han descrito algunas de las enzimas (cisteín-proteasas)
implicadas en la patogenicidad del parasito(43). Ha sido identificado
en pacientes con cáncer, trasplantados, con HIV SIDA y otras condiciones de
inmunosupresión. En los investigados, su
ocurrencia fue importante en los pacientes con síntomas gastrointestinales y en
el grupo de riesgo HIV-SIDA (68%). Este grupo de infectados con blastocistosis,
cuyo rango de edad fue de 26 a 50 años, coincide con la población trabajadora y
económicamente más activa en la sociedad venezolana y está siendo afectada por
una infección intestinal que determina ausentismo laboral, por causa de la
diarrea aguda y el dolor abdominal.
Los pacientes con trastornos
emocionales influenciados por el estrés(44) y los
pacientes inmunosuprimidos(6-8), presentan cargas parasitarias de Blastocystis sp. que tienden a ser más
elevadas(6,20) y la resolución terapéutica es mucho más difícil para
el médico tratante. Se ha descrito la
resistencia terapéutica a metronidazol, en algunos pacientes infectados con el
subtipo de Blastocystis sp. ST7 (45,46).
Algunos autores consideran la
necesidad de tratar con fármacos antiparasitarios la blastocistosis con el fin
de mejorar la calidad de vida de los pacientes (47-49). Otros
autores, basados en estudios novedosos de la microbiota intestinal, por el
contrario, consideran contraproducente
el uso de fármacos. Dichas publicaciones demuestran que cierto tipo de dietas
(ricas en ajo, jengibre y ciertas plantas medicinales) y la microbiota
intestinal particular tienen influencia sobre el efecto patogénico de Blastocystis sp.(50). El
efecto se traduciría sobre la ocurrencia y el crecimiento del Blastocystis sp. al actuar sobre las enzimas, ácidos nucleicos
e inhibición de la síntesis de las proteínas del parasito(50).
Todo laboratorio que realice técnicas
coproparasitológicas deberá solicitar hematologías completas con el contaje diferencial
de células blancas, con el fin de calcular Contaje Absoluto de Eosinófilos
(CAE) y poder evidenciar eosinofilia (CAE > 500). Todo paciente con
eosinofilia(7) y diarrea crónica(8, 20, 24, 25), debe ser
investigado para coccidias intestinales y Strongyloides
stercoralis, independientemente de su condición inmunológica. En este
estudio, se demostró una relación significativa entre la eosinofilia y la
presencia de coccidias intestinales.
El
estudio evolutivo del diagnóstico integral de las parasitosis
intestinales durante más de una década en pacientes con factores de riesgo ha
permitido sistematizar la evaluación epidemiológica, clínica, bioanalitica y
aplicar las técnicas coproparasitológicas para la búsqueda exhaustiva y con razonamiento clínico, encaminada
al mejoramiento del diagnóstico de certeza y el tratamiento precoz, del
paciente que ha sido referido a la SGH, como centro de referencia nacional para
el diagnóstico de parasitosis intestinales en Venezuela.
Agradecimientos: A los pacientes por su participación
en este estudio.
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NOTA:Toda la información que se brinda en este artículo es de cará
cter investigativo y con fines académicos y de actualización para estudiantes y profesionales de la salud. En ningún caso es de carácter general ni sustituye el asesoramiento de un médico. Ante cualquier duda que pueda tener sobre su estado de salud, consulte con su médico o especialista.
Instituto de Medicina Tropical - Facultad de Medicina - Universidad Central de Venezuela.
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